Inglaterra recupera su hegemon¨ªa en el rugby del norte
Tras derrotar a Francia (21-31) en Par¨ªs, el ¡®XV de la Rosa¡¯ consigue su primer ¡®Gran Slam¡¯ desde 2003
Inglaterra lleg¨® a Par¨ªs con la moral por las nubes, dispuesta a dar un golpe encima de la mesa seis meses despu¨¦s de que una eliminaci¨®n temprana de su Mundial pusiera en duda su hegemon¨ªa en el norte y, tras superar a Francia (21-31), se fue con un merecido Gran Slam del Seis Naciones bajo el brazo, el primero desde 2003.
La victoria fue incontestable y la superioridad se traslad¨® a la grada donde, pese a ser clara minor¨ªa, la afici¨®n inglesa consigui¨® que se oyera el God save the Queen y el Sweet Chariot (himno oficiosos del equipo) varias veces en la grada. En el campo, los locales eran un coladero en defensa, como se vio en los tres ensayos de los campeones, y el XV del Gallo solo pudo aspirar a la victoria hasta el ¨²ltimo tramo gracias la punter¨ªa de su medio de mel¨¦ Maxime Machenaud, que igual¨® el r¨¦cord hist¨®rico de siete golpes de castigo anotados en un partido del Seis Naciones.
La ¨²nica mala noticia para los ingleses fue la lesi¨®n de su capit¨¢n Dylan Hartley que se qued¨® noqueado en el minuto 67 de partido y tuvo que ser evacuado en camilla ante la ovaci¨®n cerrada del p¨²blico. La grada contuvo el aliento mientras el talonador ingl¨¦s yac¨ªa en el suelo y el golpe aviva la pol¨¦mica sobre los peligros de deportes como el rugby y el f¨²tbol americano. Pese a la conmoci¨®n, el rugbier se recuper¨® lo suficiente para levantar la copa de campe¨®n tras el duelo.
Los franceses salieron enrabietados y en la primera media hora del duelo dominaban el bal¨®n y el territorio. Pero enfrente ten¨ªan una defensa organizada, que ten¨ªa un plan y no se dej¨® amedrentar. Adem¨¢s, con el oval en las manos, los ingleses demostraron por qu¨¦ llegaban a la ¨²ltima jornada como el mejor equipo en ataque y aprovecharon que los franceses no supieron cerrar las zonas pr¨®ximas a los agrupamientos para sumar dos ensayos que los distanciaron en el marcador. En el segundo, el del pilier Dan Cole, el colegiado del encuentro pidi¨® revisar la jugada ante la insistencia del p¨²blico franc¨¦s, aunque no cambi¨® su decisi¨®n.
A partir de ah¨ª, de la grada y del c¨¦sped se adue?aron los ingleses. Los ¡°?Allez les Bleus!¡± y los abucheaos para silenciar los c¨¢nticos de los ingleses redujeron su intensidad. Y a los jugadores de azul se les hac¨ªa el campo estrecho a la hora de atacar e inmenso a la hora defender.
Inglaterra sigui¨® a lo suyo, no dejando que los franceses se acercaran al ensayo y aprovechando el desorden de su rival en defensa. De una nueva laguna en el centro de las l¨ªneas francesas lleg¨® el tercer ensayo visitante y Owen Farrell sentenci¨® a Francia con el pie cuando Maxenaud amenazaba el Gran Slam ingl¨¦s.
Tras el duelo y queda claro que mientras que al proyecto franc¨¦s estrenado en este torneo le queda mucho recorrido antes de ser competitivo, pero sobre todo que Inglaterra ha vuelto y ha recuperado su hegemon¨ªa en el norte.
Inglaterra ha superado no solo a todos sus rivales del norte este curso, sino que tambi¨¦n ha conseguido una base y unos automatismos s¨®lidos sobre los que intentar asaltar el dominio mundial de las naciones del sur. Eso s¨ª, gran parte de la culpa la tiene un australiano, Eddie Jones, el primer seleccionador no brit¨¢nico que se sienta en el banquillo del XV de la Rosa.
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