Lorenzo se impone a la velocidad de las Ducati en Qatar
El campe¨®n del mundo comienza con una nueva exhibici¨®n. Dovizioso termina segundo, por delante de M¨¢rquez
Jorge Lorenzo perd¨ªa, por lo general, 10 kil¨®metros por hora a cada paso por la recta de meta del circuito de Losail, de poco m¨¢s de un kil¨®metro de largo, en comparaci¨®n con las Ducati de Dovizioso y Iannone. Y eso es mucho. Pero ¨¦l trataba de compensarlo en otras zonas del circuito, en las curvas r¨¢pidas, donde hist¨®ricamente destaca su Yamaha, en las frenadas y, especialmente, en las aceleraciones, pues esta M1, manejable y c¨®moda de pilotar, responde bien al piloto, m¨¢s si ese piloto es como el espa?ol, dulce en el control del gas, amable con los neum¨¢ticos. No es de extra?ar, as¨ª pues, que fuera capaz de marcar la vuelta r¨¢pida de la carrera en los ¨²ltimos compases de la prueba, sobre todo porque fue el ¨²nico de los pilotos en cabeza que opt¨® por la combinaci¨®n de goma dura delante y blanda atr¨¢s. Cuando muchos se las ingeniaban para acabar las 22 vueltas sin besar el asfalto, el de Palma se sacaba de la manga un impresionante crono en 1m,54'9s (casi un segundo m¨¢s r¨¢pido que sus rivales) que le permit¨ªa aumentar en apenas dos giros la distancia con sus perseguidores a m¨¢s de dos segundos.
¡°La elecci¨®n de neum¨¢tico fue fundamental, con el duro no pod¨ªamos ir igual de bien que M¨¢rquez, que ten¨ªa un gran ritmo. No me qued¨® otra opci¨®n que jug¨¢rmela con el blando¡±, confirmar¨ªa despu¨¦s. As¨ª fue como asegur¨® su victoria. Pero se la llevaba trabajando unas cuantas vueltas. Meses, incluso.
Lorenzo, el campe¨®n de 2015, el tipo que defiende la corona, se ha tomado muy en serio los ¨²ltimos meses la dieta y las horas de dedicaci¨®n en el gimnasio o los entrenamientos con motos peque?as o en la monta?a. El ¨²ltimo invierno en que se despist¨® un poco celebrando un t¨ªtulo, gan¨® unos kilos y tuvo que dar medio campeonato por perdido. Es tozudo, y concienzudo: no le volver¨¢ a ocurrir. Ha dominado la pretemporada marcando el paso en cada circuito. Y no solo porque estuviera en mejor forma que nunca. Tambi¨¦n porque Yamaha ha asimilado como pocas f¨¢bricas c¨®mo trabajar con la electr¨®nica de Magneti Marelli y c¨®mo sacar el mejor rendimiento a los neum¨¢ticos Michelin. Los cambios en el reglamento han igualado la contienda en MotoGP, pero a la f¨¢brica de Iwata no le han restado ni una pizca de competitividad.
La combinaci¨®n de piloto y moto, sumada a una estrategia perfecta, da como resultado una carrera como la de este domingo en Losail. Yamaha siempre supo que los domingos no se ganan en las rectas. As¨ª que no se vio a ning¨²n japon¨¦s muy preocupado porque las Ducati les sacaran los colores en la recta. Ten¨ªa soluci¨®n. Y Lorenzo lo demostr¨®.
Fue Iannone el que tom¨® la delantera primero, pero qued¨® eliminado de la contienda antes de hora, con una ca¨ªda por pura precipitaci¨®n en la vuelta seis. Hab¨ªa entrado en un duelo con su compa?ero de equipo, Dovizioso, y a acab¨® por los suelos tras perder el control de la rueda delantera en plena persecuci¨®n. Entonces, Lorenzo se enganch¨® a la sombra de la otra Ducati, que marcaba el paso. Hasta que decidi¨® tomar el control al acercarse el ecuador de la prueba: al inicio de la d¨¦cima vuelta, y al tomar la primera curva, el de Yamaha se puso al frente. Cada vez que intentaba tirar, el resto ¨Ca saber, Dovizioso, M¨¢rquez y Rossi; pues Pedrosa y Vi?ales se fueron descolgando poco a poco, unas d¨¦cimas m¨¢s lentos¨C respond¨ªa con tiempos muy similares y lograba seguir tras ¨¦l. Pero ya nadie os¨® meterle rueda.
El grupo de cuatro se mantuvo estable hasta los ¨²ltimos giros, cuando M¨¢rquez intent¨® el ataque. Quedaban cuatro giros para el final. Y el de Honda adelant¨® a Dovizioso en la curva seis: aprovech¨® un error de este, que empezaba a sufrir con sus neum¨¢ticos ¨Chab¨ªa salido con gomas blandas y tras tirar toda la carrera ¨¦stas estaban destruidas; M¨¢rquez y Rossi, en cambio, iban con las duras¨C, y le hizo un interior de esc¨¢ndalo. Fue entonces cuando Lorenzo aprovech¨® para empezar a abrir hueco: a la siguiente vuelta ya les sacaba un segundo. A dos giros del final fue cuando firm¨® la vuelta r¨¢pida, bendita elecci¨®n de neum¨¢ticos.
Y en el ¨²ltimo giro, mientras segu¨ªa aumentando su distancia, los otros tres dieron espect¨¢culo: Dovizioso se sirvi¨® de la insultante potencia de su Desmosedici para recortar todo lo perdido en la recta y recuperar posiciones, adelant¨® a M¨¢rquez y empez¨® una nueva batalla. El espa?ol hizo un ¨²ltimo intento en la ¨²ltima curva. Pero el motor de la Ducati se impuso por aceleraci¨®n y remat¨® en la recta. ¡°Hab¨ªa un 98% de posibilidades de perder el duelo. No pod¨ªa adelantarle en toda la carrera, no llegaba a tiempo en las frenadas, sobre todo en la de meta. Pero si el mi¨¦rcoles me hubieran dicho que iba a acabar en el podio hubiera firmado¡±, concedi¨® M¨¢rquez.
Y Rossi, vencedor un a?o antes en Qatar, se qued¨® fuera del podio. Lorenzo mand¨® callar a alguien en la vuelta de honor, cremallera en boca. No dijo a qui¨¦n, aunque el p¨²blico de Losail le abuche¨® antes y despu¨¦s de la carrera. ¡°Prefiero seguir hablando en la pista, como he hecho hoy¡±, concluy¨®.
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