Lucha libre en el agua
La selecci¨®n espa?ola empieza el preol¨ªmpico despu¨¦s de entrenarse con luchadores del CAR
¡°El pan en la piscina va a salir muy caro¡± dice Miki Oca, el t¨¦cnico del equipo femenino de waterpolo espa?ol, desde Gouda (Holanda), donde la selecci¨®n espa?ola que dirige se jugar¨¢ a partir de hoy ¡ªdebuta contra Jap¨®n¡ª el pasaporte para los Juegos de R¨ªo. Medallistas de plata en Londres, las chicas de Oca han visto como el nivel de permisibilidad arbitral en el agua ha aumentado de manera tremenda, de tal forma que el waterpolo se est¨¢ volviendo violento. Oca le ha dado una vuelta de tuerca al trabajo previo a este Preol¨ªmpico, incorporando sesiones de trabajo con los chicos de la lucha libre concentrados en el CAR de Sant Cugat, que se prestaron a echarles una mano al cuello de las waterpolistas.
¡°Hay que fortalecerse por todos los medios. Buscamos el trabajo con los luchadores para trabajar los agarres. Todo lo que sea fortalecer antebrazos, cervicales y espalda va muy bien. Realizamos un trabajo de fuerza muy aplicable en el agua¡±, explica Oca, convencido como est¨¢ de que la clave para sellar el pasaporte pasa porque las chicas ¡°jueguen a su verdadero nivel. Si es as¨ª, apostad por ellas. Pero hemos de hacerlo bien. El nivel es muy alto¡±. Emparejadas en el grupo de EE. UU., el cruce de cuartos puede ser contra Holanda, Rusia o Italia. Y habr¨¢ palos. ¡°Estamos listas¡±, avisa la capitana Jenifer Pareja, que admite: ¡°Cada vez se pita menos¡±.
Trabajamos con los luchadores para mejorar los agarres, y? fortalecer antebrazos, cervicales y espalda Miki Oca, seleccionador espa?ol
¡°Se est¨¢ permitiendo que el juego sea violento. Hace unos a?os, Manuel Estiarte dijo que no ve¨ªa partidos de chicos porque se aburr¨ªa y no me extra?a; ahora nos pasa a nosotras¡±, dice Roser Tarrag¨®. ¡°Se defend¨ªa la t¨¦cnica y el talento, pero si esto sigue as¨ª, algunas tendremos que dejar de competir¡±, se lamenta la jugadora del Matar¨®. ¡°Me empiezan a doler a m¨ª las hostias que se llevan ellas¡±, admite Laura Ester, la portera, que en los ejercicios en el gimnasio se busc¨® una pareja de lucha f¨¢cil: escogi¨® a Judit Forca.
Pili Pe?a reconoce que les ha venido bien el trabajo: ¡°Mejoramos acciones de agarre. Yo puse en pr¨¢ctica una t¨¦cnica que me ense?aron... y ?rob¨¦ un bal¨®n!¡±. Admite la madrile?a que el juego ¡°es cada vez m¨¢s duro; los ¨¢rbitros han subido la permisividad¡±. Bien lo sabe Laura L¨®pez, a quien en el ¨²ltimo europeo le partieron la cara, literalmente. ¡°Nunca hab¨ªa salido sangrando de la piscina y no pitaron ni falta. Empieza a ser excesivo, se permiten manos abiertas en la cara y un contacto que no exist¨ªa y que nos perjudica, porque somos muy t¨¦cnicas¡±. Reconoce que en el cuerpo a cuerpo las espa?olas ¡°somos un poco pavas, nos falta dureza. No sabemos repartir, no nos sale. Lo de la lucha libre nos ha venido bien¡±.
Se permite que el juego sea violento. Antes se defend¨ªa la t¨¦cnica y el talento Roser Tarrag¨®, jugadora del equipo nacional
A Maica Garc¨ªa, boya, lo de la pelea le va en el contrato, pero admite: ¡°Cada vez se reparte m¨¢s. Todo evoluciona y aunque los jefes dicen que no, cada vez se permite m¨¢s y a peor. Dicen que no, pero es mentira; permiten a quien les interesa y cuando les interesa¡±. Insiste: ¡°Es bastante descarado, pero como no podemos hacer nada, jugaremos a lo que sabemos y si se permiten palos, nos tendremos que pegar porque estamos avisadas y entrenadas¡±. Admite Maica que trabajar con luchadores de libre ¡°viene bien¡± y a?ade que en su caso tiene trucos asumidos: ¡°Tengo mi juego y mi t¨¦cnica, soy muy de girar para escapar. Soy escapista profesional¡±, se r¨ªe. R¨ªo bien vale una lucha.
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