Jug¨¢rsela por el amor de Al¨¢
¡°El deporte tiene el poder para cambiar el mundo¡±. Nelson Mandela
Ante el miedo de que los fan¨¢ticos del ISIS vayan a ahogar la fiesta de la Eurocopa en sangre, habr¨¢ intensas medidas de seguridad cuando el torneo se celebre este verano en Francia. Bien. Pero ?por qu¨¦ no darle la vuelta a la omelette? ?Por qu¨¦ no aprovechar la oportunidad para meterle un gol a los terroristas?
Tengo una propuesta, pero primero un poco de contexto. Cada vez que el ISIS o, antes, Al Qaeda ha hecho una matanza en suelo europeo, muchos nos hemos preguntado por qu¨¦ la mayor¨ªa de musulmanes que viven en el continente no salen a expresar su repudio en masa en las calles de Londres, Madrid, Par¨ªs o Bruselas.
Se podr¨ªa hacer Una campa?a similar a aquella del ¡°Respect¡± contra el racismo
La respuesta que dan los portavoces musulmanes es: ¡°?Pero nosotros no tenemos nada que ver con esa gente! ?Ustedes los cristianos salen a manifestarse cuando un noruego mata a 77 chicos de colegio? ?Ven alguna necesidad de distanciarse de ¨¦l? ?No? Pues nosotros tampoco¡±.
Perd¨®n. No sirve el argumento. Lo de Bruselas no fue un hecho aislado cometido por un solitario psic¨®pata; fue la m¨¢s reciente ¡ªpero sin duda no la ¨²ltima¡ª atrocidad de una campa?a sistem¨¢tica que empez¨® a principios de siglo y ha sido orquestada por gente que dice actuar en nombre del Islam. Los que creen en un Al¨¢ clemente y misericordioso tienen, visiblemente, que tomar distancia.
Y otra cosa. Los musulmanes europeos temen la posibilidad de que un d¨ªa de estos empiece a haber represalias sangrientas en su contra. El germen de esa aterradora posibilidad ya se ve en los movimientos xen¨®fobos de la extrema derecha que brotan por casi todo el continente.
Si no van a definirse frente al ISIS por cuestiones morales que lo hagan al menos en defensa propia.
Entonces, aqu¨ª va la propuesta. Que los jugadores musulmanes integrantes de selecciones que disputar¨¢n la Eurocopa en junio, y otros que juegan o han jugado hasta hace poco en las ligas europeas, hagan p¨²blica su oposici¨®n al terrorismo islamista; que monten su propia campa?a antiviolencia y a favor de la reconciliaci¨®n. Y que lo hagan con el objetivo de que llegue el mensaje a precisamente la gente m¨¢s abierta a la tentaci¨®n de sumarse a las filas del ISIS, los j¨®venes que en muchos casos tienen dos religiones, el Islam y el f¨²tbol; los j¨®venes que veneran al Profeta y a Al¨¢, pero que idolatran tambi¨¦n a Mesut ?zil, o a Yaya Tour¨¦, o a Frank Rib¨¦ry, o a Samir Nasri, o a Sami Khedira, o a Riyad Mahrez, o a Seydou Keita, o a Eric Abidal y a muchos m¨¢s.
?Qu¨¦ se podr¨ªa hacer concretamente? De todo. Una campa?a televisiva protagonizada por jugadores musulmanes similar a aquella del ¡°Respect¡± contra el racismo; los jugadores musulmanes podr¨ªan salir al campo en los partidos de la Eurocopa llevando brazaletes o pulseras o cintas que simbolicen su rechazo al fanatismo asesino de los que dicen ser sus correligionarios; se podr¨ªa celebrar un partido amistoso en v¨ªsperas del campeonato entre jugadores musulmanes y los dem¨¢s. Y muchas cosas m¨¢s que los genios del marketing de la UEFA podr¨ªan inventarse, lo que proporcionar¨ªa de paso a esta maloliente organizaci¨®n, c¨®mplice de la FIFA, una oportunidad no solo de hacer algo ¨²til para la humanidad, sino de empezar a limpiar un poco su nefasta imagen p¨²blica.
El deporte es un gran movilizador de emociones. Como demostr¨® el presidente Obama cuando acudi¨® a un partido de b¨¦isbol en La Habana la semana pasada, se puede utilizar como instrumento para reconciliar a pueblos divididos. Con un poco de voluntad de parte de los jugadores de f¨²tbol musulmanes en Europa se podr¨ªa hacer algo parecido para promover el tan urgentemente necesitado entendimiento mutuo en el continente; o al menos para salvar algunas vidas inocentes logrando que un pu?ado de j¨®venes trastornados resistan el canto de sirena del ISIS.
Dir¨¢n algunos de estos ¨ªdolos del f¨²tbol que arriesgan mucho, que ponen sus vidas en peligro. Es otra de las razones que dan algunos musulmanes de a pie en Europa para quedarse callados. Pues que los jugadores, que tanto se han beneficiado de la riqueza y de las libertades que ofrece Europa, den un ejemplo. Si muestran valent¨ªa cuando juegan partidos, que lo hagan ¡ªpor su propia gente, por los dem¨¢s europeos que los han acogido y por el Islam que pregona la paz¡ª fuera del campo tambi¨¦n.
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