Johan, sigue jugando a tu aire
Nadie duda de que Johan est¨¢ entre los cinco mejores jugadores de la historia. Yo creo que por habilidad y por inteligencia
Cuando destituyeron a Hennes Weisweiler en 1976, tuve el honor de sucederle en el banquillo del Bar?a. Y desde el primer d¨ªa me di cuenta de que Johan Cruyff era distinto de los dem¨¢s, con extraordinarios dotes de l¨ªder y una concepci¨®n del juego bien desarrollada. Resulta que reun¨ª al equipo ante una pizarra y expliqu¨¦ c¨®mo quer¨ªa jugar, c¨®mo deber¨ªamos movernos y qu¨¦ pod¨ªamos hacer a partir del bal¨®n. Entonces, Johan se levant¨® y dijo: ¡°Estoy de acuerdo en todo, esa es mi idea del f¨²tbol¡±. Y salimos a entrenarnos.
Pero poco tiempo despu¨¦s, en una de nuestras apasionadas discusiones, se llev¨® la contraria a s¨ª mismo. ¡°En el Mundial de Espa?a ganar¨¢ Inglaterra. Son los mejores, ya lo ver¨¢s¡±, repet¨ªa. Estaba enamorado de su juego, m¨¢s directo y vertiginoso, respetuoso como era con los or¨ªgenes del f¨²tbol. Pero nunca entend¨ª que defendiera ese estilo cuando los dos sab¨ªamos que la habilidad, la inteligencia y la picard¨ªa eran las bases para hacer grande a este deporte. 10 a?os m¨¢s tarde, sin embargo, su concepci¨®n del juego ya no ten¨ªa fisuras y, cuando regres¨® en 1988 al Bar?a como entrenador, demostr¨® que esa era la receta para adelantarse al futuro y crear futuro.
Nadie duda de que Johan est¨¢ entre los cinco mejores jugadores de la historia. Yo creo que por habilidad y por inteligencia. De hecho, siempre le dec¨ªa: ¡®Juega a tu aire y demuestra tu calidad. Pero si en el medio perdemos el orden, te bajas hasta que recompongas el juego y luego vuelves a subir¡¯. Pero poco m¨¢s se le pod¨ªa decir porque ya era un maestro del bal¨®n. Y encima utilizaba esa inteligencia para el beneficio com¨²n. Por eso exigi¨® a la directiva que todas las primas que le dieran a ¨¦l deb¨ªan d¨¢rselas igual al resto de jugadores; y por eso reclam¨® que a los j¨®venes como Corominas o Fortes se les hiciera un contrato con cara y ojos.
Es verdad que Cruyff tuvo roces con Weisweiler porque no quer¨ªa en su equipo otra figura que no fuera ¨¦l. Y encima quiso fichar a Beckenbauer¡ que era uno de sus grandes rivales como se vio en el Mundial del 74. As¨ª que despu¨¦s de m¨ª, regres¨® su profesor y amigo Rinus Michels, que por lo que s¨¦ en su d¨ªa le dio una buena bofetada cuando contaba con 14 a?os por pillarle fumando.
Con el paso de los a?os perdur¨® nuestra relaci¨®n, no s¨¦ si de amistad pero s¨ª de respeto y cari?o. Y no fueron pocas las veces que nos vimos en Santander ¡ªdonde yo trabajaba por entonces¡ª o en la misma Barcelona. Ah¨ª me volvi¨® a demostrar que sus ideas eran diferentes. ¡°No puedo quitar a los tres extranjeros [Koeman, Laudrup y Stoichkov] porque son muy buenos. Pero no tienen competencia...¡±, se me quej¨®. ¡°Pero Johan, t¨² bien sabes que los grandes jugadores no aceptan la suplencia y que puede ser una bomba para el vestuario¡±, le respond¨ª. ¡°Ya, pero ser¨¢ bueno¡±, resolvi¨®. El tiempo me dio la raz¨®n. Pero a ¨¦l, claro, tambi¨¦n.
Decirle adi¨®s a Johan es una p¨¦rdida enorme para el f¨²tbol, pero lo que le ha dado al bal¨®n no se lo quitar¨¢ ni siquiera el tiempo.
Laureano Ruiz fue entrenador del f¨²tbol base azulgrana y tambi¨¦n de Johan Cruyff en 1976. Trajo los rondos al Bar?a.
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