Los cisnes negros

Todos los cisnes eran blancos hasta que alguien descubri¨® uno negro.

Partiendo de esa premisa Nassim Taleb desarrolla en su libro ¡®El cisne negro¡¯ una explicaci¨®n sobre los acontecimientos 1) inesperados, 2) importantes, y 3) que se racionalizan tras el hallazgo de una evidencia ¨Ccon nuestra tendencia natural a afirmar ¡°Hombre, pues claro que eso es as¨ª¡± (incluso aunque nunca nadie lo hubiese podido anticipar).

Los ¡®cisnes negros¡¯ m¨¢s recurrentes son los negativos: un crac burs¨¢til, un ataque terrorista, una guerra mundial; pero la conclusi¨®n m¨¢s ¨²til del libro tiene que ver con c¨®mo su autor nos aconseja condicionar nuestras vidas para que esos ¡®cisnes negros¡¯ se conviertan en ayuda y no en trabas.

Quiz¨¢, ahora que se acercan los ¡®playoffs¡¯, sea momento de que algunos equipos empiecen a tomar nota.

En alg¨²n momento esto cambiar¨¢ y diremos: ¡°Hombre, pues claro que fue una buena idea fichar a [entrenador innovador] e intentar [algo poco convencional] para enfrentarse a [el gigante de esa temporada]¡±

Como cada a?o a estas alturas las franquicias se matan por entrar en la fase decisiva del campeonato. En la Conferencia Oeste, esta lucha est¨¢ m¨¢s bien en los ¨²ltimos billetes (cuatro equipos para tres plazas) mientras que en el Este la cosa est¨¢ un poquito m¨¢s apretada porque del tercero al d¨¦cimo est¨¢n separados por cinco o seis partidos, dependiendo de la jornada.

Pero al contrario que otros a?os esta lucha tampoco es tan importante. Golden State y San Antonio demuestran tal superioridad que parece que todo est¨¢ ya predestinado. Entonces, ?por qu¨¦ el resto de equipos no est¨¢ haciendo algo para cambiar su destino, buscando sus cisnes negros positivos?

Pensemos, por ejemplo, en los Clippers, un buen equipo que a estas alturas ya debe saber que necesitar¨¢ exprimir todo su potencial para derrotar a Warriors o Spurs en un enfrentamiento al mejor de siete partidos. ?Por qu¨¦ no utilizar las jornadas que restan para experimentar? ?Por qu¨¦ no probar con quintetos poco ortodoxos, arriesgar con estrategias ofensivas disparatadas o con rotaciones defensivas que har¨ªan arquear las cejas de cualquier aficionado? ?Por qu¨¦ no lo est¨¢ haciendo cualquier equipo de la zona media con aspiraciones a entrar en los ¡®playoffs¡¯?

Puede que tengan miedo a que el experimento desemboque en derrotas catastr¨®ficas, pero en el deporte la magnitud del descalabro no tiene importancia. Da igual perder por cien o por uno.

Otra hip¨®tesis m¨¢s razonable es que los equipos a¨²n tienen mucho camino por recorrer en lo que refiere a ser imaginativos algo que seguir¨¢ siendo as¨ª mientras se empe?en en contratar a exjugadores para sentarse en sus banquillos (?Hola, Earl Watson! ?Hola, Tyronn Lue!).

Pero en alg¨²n momento esto cambiar¨¢ y cuando suceda, miraremos al pasado y diremos: ¡°Hombre, pues claro que fue una buena idea fichar a [entrenador innovador] e intentar [algo poco convencional] para enfrentarse a [el gigante de esa temporada]¡±.

Ser¨¢ de manual.

No todo el mundo en la NBA lo ver¨¢ venir porque aunque los entrenadores imaginativos no est¨¢n fuera del rango de probabilidades, la posibilidad de que haya entrenadores que lean libros de estad¨ªstica es demasiado pedir.

Y lo seguir¨¢ siendo hasta que, ¡®hombre-pues-claro¡¯, deje de serlo.