El windsurf ¡®mental¡¯ de Iv¨¢n Pastor
El espa?ol competir¨¢ en R¨ªo en sus cuartos Juegos y dice que en los tres anteriores le fall¨® la cabeza
Uno piensa en el windsurf y se imagina a alguien metido todo el d¨ªa en el agua, pas¨¢ndoselo bien todo el rato, presumiendo con los colegas, divirti¨¦ndose sin parar. Pero resulta que luego se encuentra con algo diferente a lo que se hab¨ªa imaginado. ¡°M¨¢s de dos horas en el agua no solemos estar, entre otras cosas porque te entrenas dos horas en windsurf y est¨¢s reventado¡±, cuenta Iv¨¢n Pastor, 36 a?os, tres Juegos Ol¨ªmpicos a sus espaldas y unos cuartos, los de R¨ªo, por llegar. Dice el que es n¨²mero dos del ranking mundial, que los anteriores se fueron al traste (en ninguno consigui¨® medalla) por problemas de cabeza, por no saber gestionar la presi¨®n.
¡°Los nervios me han podido. En el deporte de alto nivel f¨ªsicamente est¨¢n todos muy preparados, la diferencia la hace la cabeza. No s¨®lo el d¨ªa de la competici¨®n, sino tambi¨¦n los anteriores. Es una mezcla de todo¡ presi¨®n, no saber manejar la tensi¨®n, la preocupaci¨®n por el material. Eso se transforma en un estr¨¦s muy grande y encima son los Juegos, una oportunidad que s¨®lo tienes cada cuatro a?os¡±, explica. ¡°En Atenas quiz¨¢s fue por inexperiencia [ten¨ªa 24] en Londres perd¨ª la confianza porque sab¨ªa que no era un lugar ni unas condiciones para m¨ª. Te vuelves loco buscando soluciones en el ¨²ltimo momento para intentar conseguir un resultado. Te la juegas a todo o nada¡±, reflexiona sentado en la terraza de un bar del club n¨¢utico en Santa Pola.
Es una ma?ana soleada de marzo, sin viento para salir al mar. Apenas hay gente en el club, los que est¨¢n le saludan cari?osamente. Iv¨¢n desayuna por segunda vez antes de ir a comer a casa de su madre y pasar por el gimnasio. Ha cambiado la preparaci¨®n para estos Juegos. F¨ªsica, pero sobre todo mental. Es el aspecto en el que m¨¢s se ha centrado desde que regres¨® de Londres.
¡°Soy consciente del problema que ten¨ªa y lo he trabajado con un psic¨®logo para solucionarlo, he le¨ªdo libros de psicolog¨ªa deportiva y he intentando aprender de otros deportistas. Adem¨¢s, ahora puedo tirar de experiencia. En cada competici¨®n intento analizar lo que siento, qu¨¦ pasa, por qu¨¦ un d¨ªa me despierto de puta madre y ya s¨¦ que voy a ganar¡ He trabajado para saber c¨®mo conocerme y actuar, c¨®mo regularme, c¨®mo bajar la ansiedad si estoy muy nervioso o c¨®mo activarme si estoy demasiado relajado¡±, se sincera.
Preocupado por transmitir una imagen de ¨¦l que no se ajusta a la realidad, reflexiona antes de contestar a las preguntas y a veces dice que no encuentra las palabras. Educado y disponible, habla pausado y suelta alguna que otra carcajada cuando algo le hace gracia. En el maletero del coche guarda dos ruedas de bicicleta.
Yoga y pilates
¡°Me encanta entrenarme¡±, dice cuando se le pregunta qu¨¦ m¨¢s le cuesta del windsurf. ¡°En este ciclo ol¨ªmpico he cambiado la preparaci¨®n f¨ªsica, he hecho m¨¢s deporte al aire libre y en compa?¨ªa. Hago bici en carretera y monta?a, nado en el mar, voy a correr por la sierra. Estoy m¨¢s en contacto con la naturaleza y con los amigos¡±, cuenta. El gimnasio no se lo quita nadie, tampoco el yoga ¨Cantes de desayunar- y el pilates. ¡°El yoga sirve para estirar y relajar el cuerpo, fortaleces las articulaciones¡±, explica mientras apura los ¨²ltimos d¨ªas en casa (vive solo en el centro). Le toca Nueva Zelanda donde se quedar¨¢ un mes para entrenarse junto a los holandeses y a los chinos. ¡°Son de los m¨¢s potentes¡±, asegura.
Iv¨¢n ha adelantado de su bolsillo el dinero del viaje y del material (unos 18.000 euros). ¡°Lo tengo que adelantar porque necesito ir probando el material para los Juegos. Hay dinero que luego la Federaci¨®n me devuelve¡±, explica asegurando que los presupuestos se han ajustado mucho en este ciclo ol¨ªmpico. ¡°Gracias a Dios tengo patrocinadores privados como Movistar y Mapfre y cuento con la ayuda del Ayuntamiento de Santa Pola. Sin patrocinadores privados ser¨ªa imposible¡±, explica.
Se r¨ªe cuando recuerda c¨®mo le iniciaron al windsurf su padre Salvador y su t¨ªo Mariano. ¡°Fueron de los primeros que empezaron con el windsurf aqu¨ª en Santa Pola. Mi padre intent¨® ense?arme cuando ten¨ªa 6 a?os pero por aquel entonces la vela pesaba much¨ªsimo y no era capaz de levantarla¡ esperamos dos a?os m¨¢s y me enganch¨¦¡±, recuerda. Se emociona cuando recuerda las ceremonias de apertura de Atenas y de clausura de Pek¨ªn y las medallas que cosech¨® la vela en los Juegos de Londres. ¡°Fueron unos juegos de mierda para m¨ª, pero al menos las chicas ganaron. Todav¨ªa se me ponen los pelos de punta¡±, dice recordando los triunfos de Marina Alabau y Tamara Echegoyen con Sof¨ªa Toro y ?ngela Pumariega. ?l, que estaba en Londres para ver otras competiciones, regres¨® a Weymouth (unas tres horas) para ver la final de Tamara y compa?¨ªa.
?Opciones para R¨ªo? ¡°Hay tres favoritos, el holand¨¦s que fue campe¨®n ol¨ªmpico en Londres, el franc¨¦s que gan¨® el mundial el a?o pasado y que siempre ha hecho podio en las regatas en R¨ªo, y un chino que gan¨® el preol¨ªmpico y que es subcampe¨®n del mundo. Luego hay un mont¨®n, entre ellos Espa?a, con opci¨®n de medalla¡±, asegura. Para ello ha trabajado el aspecto mental.
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