El Real Madrid se gana una vida extra en la Euroliga tras derrotar al Khimki

El Madrid de Laso jugar¨¢ los cuartos de final de la Euroliga, ante el Fenerbah?e de Obradovic y con el factor cancha en contra, en busca de la que ser¨ªa su cuarta Final Four consecutiva. El campe¨®n de Europa se gan¨® una vida extra para estirar su defensa del t¨ªtulo tras derrotar al Khimki con orgullo y punter¨ªa. Despu¨¦s de un periplo irregular y tortuoso en la competici¨®n (12 victorias y 12 derrotas), los blancos, con un bagaje de 11 t¨ªtulos en cuatro temporadas y media, respondieron de nuevo en otro d¨ªa D. Carroll, Felipe, Sergio Rodr¨ªguez y Llull rindieron a la tropa de Rice recuperando el ideario ganador de un equipo que aprendi¨® la temporada pasada a agarrarse al ¨¦xito como pocos.

Adem¨¢s de la victoria propia, el Madrid necesitaba completar la combinaci¨®n de resultados para lograr la clasificaci¨®n con un triunfo del Bar?a, el Brose o el CSKA y, antes de comenzar su duelo ante el Khimki, los azulgrana ya hab¨ªan rematado esa parte de la carambola con su triunfo en Kaunas (59-66) -tambi¨¦n ganaron los alemanes al Baskonia (89-69)-. A los de Laso, que salvaron el match point en la primera fase con tres victorias consecutivas sin margen de error ante Fenerbah?e, Bayern y Estrasburgo, les volvieron a cuadrar todas las cuentas. Excelsos en ataque en la primera mitad (54 puntos a favor) y en defensa en la segunda (tan solo 21 puntos en contra), los blancos superaron la fatiga f¨ªsica y mental que les acompa?a durante todo el curso para seguir peleando por la gloria despu¨¦s de acreditar su colmillo. Con los cl¨¢sicos al frente; sin fichajes; con Rivers, Taylor y Lima fuera de foco y Ndour y Thompkins fuera de la convocatoria.

Llull fue el primero en desenfundar con ochos puntos en los primeros tres minutos para marcar territorio en una noche clave, pero m¨¢s vigoroso a¨²n fue el relevo que le dio Felipe Reyes. El capit¨¢n comenz¨® a escribir su en¨¦sima oda a la profesi¨®n con 11 puntos sin fallo, dos de dos en triples incluido, adem¨¢s de un rebote y tres faltas recibidas en siete minutos de pasi¨®n que, junto con los primeros bingos de Rudy, sirvieron a los blancos para dar el primer estir¨®n del partido (25-18, m. 7). Resisti¨® la embestida el Khimki gracias a uno de los demonios de la enciclopedia madridista: Tyrese Rice. Con 11 puntos del base estadounidense, verdugo en la final de Mil¨¢n 2014, y otros tantos de la pareja Davis-Augustine el conjunto ruso cape¨® el temporal ante un Madrid iluminado. El notable 8 de 10 en triples del campe¨®n de Europa en el primer acto qued¨® minimizado por un sobresaliente 12 de 13 del conjunto de Ivanovic en tiros de dos para un vibrante 33-28 en el asalto inicial.

Los contendientes afrontaron la final anticipada sin cadenas, esquivando el cuerpo a cuerpo en favor de un intercambio de golpes que alcanz¨® cotas excelsas cuando Rice y Carroll la emprendieron a tiros. Bajo la batuta de Sergio Rodr¨ªguez (cinco asistencias al comienzo del segundo cuarto), el Madrid lanz¨® su ventaja por encima de la barrera psicol¨®gica de los 10 puntos (39-28, m. 13), pero la punter¨ªa febril de Rice, con tres triples consecutivos (otros 11 puntos en el segundo acto), ataj¨® la escapada de los blancos con un parcial de 2-11 (41-39, m. 15). Carroll se encarg¨® entonces de mantener las constantes madridistas con 12 puntos en ocho minutos para recuperar parte de la ventaja blanca y mantener el mando de las operaciones (52-44, m. 18).

El Khimki dominaba el rebote y segu¨ªa infalible en la zona, pero el Madrid ten¨ªa la fluidez de sus mejores d¨ªas y la punter¨ªa que le permit¨ªa avanzar mientras fraguaba el hormig¨®n atr¨¢s. Ay¨®n y Nocioni pagaban los achaques acumulados, pero los de Laso tiraban de la memoria del campe¨®n para pasar el rubic¨®n. La aparici¨®n epis¨®dica de secundarios como Maciulis sirvi¨® para comenzar a alicatar la misi¨®n (61-50, m. 24, tras un triple del lituano y dos puntos de Felipe). Rice, sin alternativa, relevo, ni resuello, baj¨® a 0 sus prestaciones en la reanudaci¨®n (dos puntos en toda la segunda mitad) al tiempo que Llull retomaba la faena para sellar el demarraje con su tercer triple (66-52, m. 27). El Khimki, que hab¨ªa anotado 28 y 21 puntos en los dos primeros parciales, se qued¨® en 9 puntos en el tercer asalto. Apenas rechist¨® Koponen y no hubo rastro de Shved. Aparecieron las defensas y los nervios, la espesura y la responsabilidad. Pero sigui¨® mandando el Madrid y anotando Carroll (78-64, m. 35, tras su quinto triple). El campe¨®n pelear¨¢ desde la semana que viene ante el Fenerbah?e (en un playoff al mejor de cinco partidos con formato 2-2-1 y factor cancha en contra) para intentar defender su corona en Berl¨ªn.