Negredo hace feliz al Valencia

Cuando un equipo quiere ganar y otro no se desarrollan partidos como los de Mestalla. El Valencia, que se jugaba la vida, le dio un soberano repaso al Sevilla, m¨¢s pendiente de meterse en las semifinales de la Liga Europa que de disputar los tres puntos en un territorio tan hostil como el campo del Valencia. El desprecio del equipo andaluz por el choque, un grano en medio de la eliminatoria europea ante el Athletic, fue may¨²sculo. Emery aline¨® a muchos suplentes, se invent¨® un sistema que sus jugadores no entend¨ªan, y, sobre todo, fue incapaz de transmitir a los suyos la necesidad de actuar con intensidad. El Sevilla, en un partido infame, fue un cad¨¢ver, un juguete roto en manos del Valencia, que supo aprovechar tanta bondad.

Los de Emery cayeron, adem¨¢s, de la forma m¨¢s dolorosa posible, con un gol a bal¨®n parado de Negredo en el alargue despu¨¦s del en¨¦simo regalo de la zaga andaluza. El Sevilla mejor¨® algo en la segunda mitad, gracias a una brillante acci¨®n de Gameiro, con un sistema m¨¢s l¨®gico y Vitolo y el franc¨¦s cambiando algo la alica¨ªda imagen de su equipo. Muy poco, casi nada, para imponerse a un Valencia tan necesitado, que fue feliz con el gol de Negredo despu¨¦s de un rebote. El tanto dispar¨® la felicidad de Mestalla, que se hab¨ªa conjurado para lograr tres puntos vitales. La temporada se hab¨ªa puesto tan complicada para el Valencia que se celebra una permanencia virtual. En la batalla, uno fue de verdad y el otro no. Al Sevilla le pas¨® factura su fijaci¨®n europea.

Desde el primer minuto, la superioridad local fue patente, con Santi Mina volviendo loco a Coke. El Valencia acumul¨® llegada tras llegada, ocasi¨®n tras ocasi¨®n, sin encontrar fruto a su espl¨¦ndido dominio por la gran actuaci¨®n de Sergio Rico. El meta sac¨® un tiro de Alc¨¢cer, otro de Parejo, y todav¨ªa otro m¨¢s del centrocampista, que espant¨® muchos de sus fantasmas con un buen lanzamiento de falta al que no lleg¨® el portero internacional del Sevilla.

Sin la m¨ªnima actitud para competir en la elite, el conjunto andaluz, entregado a su aventura europea, se dej¨® rematar en 18 ocasiones por el Valencia en una primera mitad para olvidar. El Sevilla no lanz¨® ni una vez a la meta de Alves. Estuvo de paseo en Mestalla, con jugadores desconectados. Alguno de ellos, como Fazio, sin capacidad para competir con garant¨ªas.

Mejor¨® algo el Sevilla en la segunda mitad. En cinco minutos, por ejemplo, Llorente fue objeto de un penalti y Alves estuvo fino ante Escudero. El Valencia repleg¨® m¨¢s de la cuenta, con los nervios aflorando a medida que Emery mov¨ªa las piezas. Entraron Vitolo y Gameiro y el Sevilla, mejor posicionado, con un poco m¨¢s de empuje, fue creando alguna que otra ocasi¨®n de peligro. Krohn-Dheli, en su ¨²nica acci¨®n potable de todo el partido, le dio un pase adelantado a Gameiro, que hizo el empate como lo que es, un delantero de categor¨ªa, a a?os luz de Llorente y Juan Mu?oz, los dos puntas que salieron de inicio ante el Valencia.

El Sevilla fue incapaz de conservar el empate. Todos los defectos que le acompa?an en su p¨¦sima campa?a fuera de casa afloraron en la jugada que le conden¨®. Rami hizo una innecesaria falta sobre Parejo. El centrocampista la puso en el ¨¢rea de manera horrible, pero cruji¨® la defensa del Sevilla para que Negredo desatara la alegr¨ªa en Mestalla. Un gol que significa mucho para el Valencia, celebrado como si fuera un t¨ªtulo. Una lluvia de alegr¨ªa en medio de una temporada para olvidar. El Sevilla fue el invitado id¨®neo para el festejo.