Miguel Lozano desciende 123 metros en el mar con una bocanada de aire
El r¨¦cord del mundo del apne¨ªsta espa?ol no tiene valor porque sufri¨® un s¨ªncope en el ascenso en la isla de Bali
A Tulamben, un peque?o pueblo de pescadores en la isla de Bali, peregrinan centenares de submarinistas con botellas de ox¨ªgeno que buscan, cerca de la costa, casi rozando la superficie, el pecio del Liberty, un transporte de la armada de Estados Unidos hundido por torpedos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Desciende y hacen fotograf¨ªas espectaculares de los corales que se agarran al acero del barco, y de los molas molas y otros grandes peces que por all¨ª se mueven. No muy lejos de all¨ª, en las mismas aguas del mar de Java, Miguel Lozano se lanz¨® al mar m¨¢s profundo el 24 de marzo pasado no en busca de naturaleza y belleza, sino de un r¨¦cord en inmersi¨®n libre, la especialidad que combina todas las disciplinas de profundidad, y sus exigencias: tiempos de buceo largos, fuerte narcosis por estar expuesto durante mucho tiempo a mucha profundidad y elevada presi¨®n, flexibilidad tor¨¢cica y pulmonar, control mental y buena forma f¨ªsica.
El apne¨ªsta de Montgat (Barcelona) quer¨ªa convertirse en el ser humano capaz de descender m¨¢s bajo, hasta 123 metros (dos metros m¨¢s que el r¨¦cord vigente desde hace seis a?os), y regresar plenamente consciente a superficie armado solo de una bocanada de aire que llen¨® sus pulmones de ox¨ªgeno. Tard¨® 2m 5s en tocar fondo, bajando sin aletas ni m¨¢s ayuda que la de sus brazos a lo largo de una cuerda, y recoger el testigo depositado all¨ª para probar que hab¨ªa llegado; en volver al aire libre invirti¨® algo m¨¢s, 2m 35s, trepando por la cuerda, pero no acab¨® en buen estado. ¡°Sufr¨ª un s¨ªncope volviendo y, llegu¨¦ con unos niveles tan bajos de ox¨ªgeno que no pude darle el OK al juez cuando saqu¨¦ la cabeza del agua. El r¨¦cord qued¨® invalidado¡±, explica Lozano, dos veces subcampe¨®n del mundo y poseedor de 11 r¨¦cords de Espa?a. ¡°Pero no cejo, lo volver¨¦ a intentar en Honduras, en la isla de Roat¨¢n, a finales de mayo¡±.
Tras d¨ªas antes del intento, Lozano hab¨ªa enfermado del est¨®mago. Retras¨® 24 horas el intento programado para el d¨ªa 23, pero no estaba a¨²n plenamente recuperado. ¡°Tom¨¦ la decisi¨®n de intentarlo, pero pagu¨¦ la debilidad de los ¨²ltimos d¨ªas. Me encuentro bien, s¨®lo necesito unos d¨ªas para recuperarme f¨ªsica y mentalmente. Han sido unos meses de mucho desgaste a todos los niveles¡±, escribi¨® en su Facebook Lozano, quien se hab¨ªa entrenado a conciencia. ¡°Pas¨¦ los ¨²ltimos dos meses entrenando en Bali con Apnea Bali en una progresi¨®n muy buena, buceando por debajo de los 120 metros de forma muy c¨®moda, y ahora s¨¦ por qu¨¦ hace seis a?os que no se bate este r¨¦cord. Los r¨¦cords del mundo nunca fueron f¨¢ciles, ni f¨ªsica ni t¨¦cnicamente ni, sobre todo, psicol¨®gicamente¡±.
Para ganarse la vida, Miguel Lozano, dos veces subcampe¨®n del mundo, forma alumnos desde hace ocho a?os en sus escuelas de Tenerife y Lanzarote, junto con su socio y entrenador Santiago Jakas. All¨ª intenta organizar sus sue?os deportivos, que persigue siempre bajo el lema que repiti¨® en Bali: ¡°La siguiente, m¨¢s y mejor. ?Y m¨¢s profundo?¡±
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