Benzema mantiene la llama del Real Madrid en la Liga

Reenganchado a la Liga por el desplome del Barcelona, el Real Madrid se present¨® en Getafe con la obligaci¨®n de mantener en la persecuci¨®n al l¨ªder. Cumpli¨® de largo su objetivo con una goleada contundente ante un equipo que huele a Segunda. Agarrado de nuevo a Benzema, el Madrid se ha situado a un punto de la cabeza a la espera de lo que suceda en el Camp Nou.

En el momento crucial del curso, resulta que el jugador m¨¢s hier¨¢tico e inexpresivo, el m¨¢s fr¨ªo de cabeza, es el que mantiene la llama de los madridistas en su intento por conquistar la Liga y la Liga de Campeones. Si frente al Wolfsburgo, Cristiano concret¨® la remontada con sus tres goles, Benzema la cre¨® con su dinamismo y su capacidad para asociarse. En el Coliseum volvi¨® a ejercer de nueve y medio, abri¨® el marcador para y le regal¨® sus goles a Isco y Bale. Fue delantero y mediapunta. Cerr¨® ese c¨ªrculo que le se?ala como el atacante del Madrid que mejor entiende e interpreta el juego.

Cerca ya de la treintena de edad, el delantero franc¨¦s luce la madurez en el campo que no ha tenido fuera. Descartado para la Eurocopa por esos motivos extradeportivos que tanto da?o le han causado a su imagen, el f¨²tbol parece haberse convertido en su refugio y en su v¨ªa de escape.

Obligado a la victoria para seguir creyendo en el t¨ªtulo, el Madrid protagoniz¨® un inicio vertiginoso. Con Casemiro de d¨ªa libre por decisi¨®n t¨¦cnica y sin Modric de inicio, Zidane le entreg¨® el tri¨¢ngulo del centro del campo a Kroos, Isco y James, tres jugadores a los que el t¨¦cnico franc¨¦s mantiene en su div¨¢n a la b¨²squeda de sus mejores versiones. El Getafe del debutante Esnaider no dio ocasi¨®n para comprobar c¨®mo pod¨ªa manejarse el tr¨ªo de volantes ante un equipo al que se intu¨ªa m¨¢s guerrero por la delicada posici¨®n que ocupa en la tabla.

Los espacios a su espalda que dejaba el Getafe cuando perd¨ªa la pelota propiciaron el paisaje en el que mejor se maneja el Madrid. Si fue cuesti¨®n de su entrenador que sus delanteros y centrocampistas m¨¢s ofensivos se quedaran descolgados, su pizarra le indujo a un suicidio prematuro. Si fue decisi¨®n de sus jugadores quedarse arriba para propiciar un intercambio de golpes, mal empieza Esn¨¢ider en t¨¦rminos de autoridad.

A campo abierto, el Madrid gener¨® un chorro de llegadas y centros al ¨¢rea que tard¨® en fructificar por falta de precisi¨®n en el remate o en el ¨²ltimo pase y porque en el limbo qued¨® alg¨²n empuj¨® a Cristiano cuando se dispon¨ªa a rematar.

El saco lo abri¨® Benzema a la media hora. Agazapado a la espalda tras los centrales del Getafe, se adelant¨® el interior de su bota derecha para recoger un centro lateral medido de James. El tiempo que tuvo el colombiano para controlar, levantar la cabeza y poner el centro diagnostica parte de los males que tuvo el equipo de Esn¨¢ider y que arrastra desde hace meses. Muerde poco y sin la intensidad que demanda la ag¨®nica situaci¨®n que vive. En un equipo tan necesitado de puntos, su alejamiento del brocal del pozo de la Segunda Divisi¨®n se antoja muy complicado con esa laxitud defensiva.

El tanto ratific¨® el gobierno del juego y del partido de Benzema, que diez minutos m¨¢s tarde le construy¨® una pared a Isco en la frontal del ¨¢rea para que este superara la salida de Guaita con un remate delicado y raso con el exterior. El f¨²tbol que contiene Benzema no solo le da para rehabilitarse a ¨¦l, tambi¨¦n a sus compa?eros. Porque andaba perdido Bale, sin apenas incidencia, y a este tambi¨¦n le dispar¨® la autoestima. Le adivin¨® el desmarque a la carrera sobre el inocente adelantamiento de la defensa del Getafe y le puso ante Guaita con un globo de 30 metros El f¨²tbol que tiene Benzema en su cabeza le da para realizarse ¨¦l y para rehabilitar a los dem¨¢s. Sustituido a la hora de juego, vio desde el banquillo el gol de Sarabia y tambi¨¦n los James y Cristiano. El del colombiano tuvo el arte de la calle. Un recorte en ¨¢rea cosido a un toquecito suave y ajustado. El de Cristiano, que andaba tan empe?ado como frustrado por no engordar sus n¨²meros en un partido que se prestaba a ello, fue un regalo de Jes¨¦.