La dureza de los ¡®playoffs¡¯

Cuando jugaba me pasaba los veranos entren¨¢ndome para la siguiente temporada. Mi d¨ªa a d¨ªa empezaba en la sala de musculaci¨®n, despu¨¦s iba a la cancha y terminaba en la pista de atletismo, que era lo que menos me gustaba. En el gimnasio pod¨ªas hacer una parada si era necesario despu¨¦s de, por ejemplo, hacer unas sentadillas. En la cancha, ten¨ªas el refuerzo positivo del aro. Pero cuando tocaba correr no hab¨ªa descanso, despu¨¦s del desagradable primer sprintya no hab¨ªa pausas.

Algo parecido pasa con los playoffs de la NBA y no estoy muy seguro de que sea lo correcto.

A las claras, no deber¨ªan ser tan duros. De acuerdo, el campe¨®n necesitar¨¢, en el mejor de los casos, haber ganado 16 partidos, algo que puede parecer no demasiado complicado en una temporada en la que ya tenemos una franquicia con 73 victorias, pero eso no les resta dureza. Por un lado, calculo que habr¨¢n acabado, no s¨¦, ?en octubre? Por otro, hay demasiada programaci¨®n televisiva implicada (el equipo X no puede jugar hoy porque es el turno del equipo Y y eso quiere decir que el equipo Z debe esperar tres d¨ªas).

Pero, quiz¨¢, lo peor de todo es la sensaci¨®n de inevitabilidad. Las oportunidades de que un advenedizo arrebate el campeonato a los Warriors, los Spurs o los Cavaliers son pr¨¢cticamente nulas. De hecho los corredores de apuestas de Las Vegas dan al siguiente aspirante, los Thunder, un 5% de posibilidades de lograrlo.

Hay formas de corregirlo, claro. La primera que se me ocurre es que s¨®lo hubiese cuatro plazas para los playoffs por conferencia. Me gusta la idea porque si pienso en si es necesario que los Hornets, los Rockets o los Pistons est¨¦n en las eliminatorias, lo primero que tengo que hacer es el esfuerzo de recordar que esos equipos est¨¢n en los playoffs.

Pero hay m¨¢s opciones. ?Y si s¨®lo hubiese seis plazas por conferencia y los dos primeros de la temporada regular estuviesen exentos de la primera ronda? ?Y si esa primera ronda fuese al mejor de tres partidos, la segunda al mejor de cinco y as¨ª sucesivamente?

Estas propuestas tienen dos grandes peros. El primero es que los mejores equipos podr¨ªan caer eliminados demasiado pronto. Aunque esa reticencia se vence r¨¢pidamente: estamos hablando de baloncesto. O sea, un juego. O sea, nada demasiado importante. El sol no se apagar¨¢ si los Warriors no alcanzan la final.

El segundo tiene que ver con el dinero: a m¨¢s partidos, m¨¢s pasta, ?no?

Pues no. El principal problema de la Liga es el exceso de partidos en la temporada regular y en los playoffs.

Con menos encuentros, estos ganar¨ªan en importancia, como sucede en la NFL, en la Champions League o en la NCAA, por mencionar s¨®lo tres deportes en los que la fase decisiva genera mucho m¨¢s inter¨¦s.

Tres casos en los que muy poca gente, por no decir pr¨¢cticamente nadie, comparar¨ªa sus ¨²ltimas rondas con aquellos sprints veraniegos que hac¨ªan que se deseasen morir.