Iniesta, el generador del Barcelona

Su f¨²tbol es el de siempre, pero su juego no. Acostumbrado a tener la posesi¨®n y a repartir el bal¨®n porque estaba m¨¢s que instalada la idea de Pep Guardiola en el Barcelona, Andr¨¦s Iniesta (Fuentealbilla; 31 a?os) resultaba capital tambi¨¦n por hacer buena esa teor¨ªa de que en el ¨¢rea se aparece pero no se est¨¢. As¨ª lo indicaban sus n¨²meros tanto con el ahora t¨¦cnico del Bayern, como con Tito Vilanova despu¨¦s y tambi¨¦n con el Tata Martino. Pero con Luis Enrique, que prolonga el m¨¦todo pero se siente m¨¢s c¨®modo con las transiciones el¨¦ctricas ¡ªpara restar previsibilidad¡ª que con posesiones largas por definici¨®n, el centrocampista debi¨® remodelar su versi¨®n, adaptarse a las circunstancias. Y, aplicado como es, no brilla tanto en lo individual pero s¨ª que engrasa lo colectivo como en su d¨ªa hac¨ªa Xavi. ¡°Existen muy pocos jugadores con su inteligencia futbol¨ªstica para encontrar espacios y generar ocasiones favorables en ataque y en defensa¡±, explica el preparador azulgrana. Entre otras cosas, porque es el quarterback azulgranana, el trampol¨ªn del tridente.

El trampol¨ªn azulgrana

El Barcelona suele atacar de dos maneras. Con un ataque posicional y relativamente en est¨¢tico donde la proyecci¨®n de los laterales resulta decisiva; o mediante una transici¨®n defensa-ataque vertiginosa en la que se entrega el bal¨®n directo a los delanteros para que se busquen las habichuelas. En ambos casos, Iniesta es trascendental porque es quien le entrega a Jordi Alba el bal¨®n cuando se desdobla por la izquierda ¡ªen la derecha Messi y Alves dejan menos espacio a la creatividad de Rakitic¡ª, y porque es el lazo de uni¨®n y conexi¨®n con el tridente cuando el encuentro est¨¢ atascado. As¨ª se explica con sus pases en la Liga, donde sus m¨¢ximos receptores son Neymar (263), Alba (251) y Messi (157). ¡°Es un jugador clave, nuestro capit¨¢n, determinante dentro y fuera del campo¡±, resuelve Luis Enrique; ¡°mentalidad total. Y si adem¨¢s si se le a?ade que es capaz de desbordar, pues sale un jugador ¨²nico¡±. Aunque no brille tanto en los metros concluyentes.

En la ¨²ltima temporada de Guardiola en el Barcelona, Iniesta hizo dos tantos y reparti¨® nueve asistencias en la Liga. Con Vilanova, asentada la idea de que el f¨²tbol es de los medios, festej¨® tres dianas y se revel¨® como un pasador estupendo con 16 caramelos de gol. Con Martino tambi¨¦n hizo tres tantos y siete pases definitivos. Pero con Luis Enrique baj¨® dr¨¢sticamente sus registros en esa suerte, pero mantiene su esencia, su f¨²tbol. Por lo que en la Liga anterior no celebr¨® red alguna y se qued¨® en una asistencia. Y lo mismo le ocurre en esta, con uno y una, ambos ¨¦xitos en la jornada 12 ante el Real Madrid. ¡°Est¨¢ a un nivel incre¨ªble como en la temporada anterior¡±, defiende Luis Enrique. Y a?ade: ¡°Est¨¢ bien desde que naci¨®¡±. Lo mismo piensan desde el vestuario. ¡°Quiz¨¢ no haga tantos goles, pero es necesario porque hace jugar a los dem¨¢s y porque cada vez que tiene el bal¨®n sabemos que puede originar superioridades o crear peligro¡±, se?ala una voz veterana del equipo; ¡°y todo el a?o se le ha visto con mucha confianza¡±. Recoge la palabra el capit¨¢n: ¡°Es de las temporadas que m¨¢s estoy disfrutando cuando juego, tanto a nivel individual como colectivo¡±.

¡°Est¨¢ bien desde que naci¨®¡±

Luis Enrique y su equipo de preparadores f¨ªsicos le han oxigenado a conciencia, hasta el punto de que solo en una ocasi¨®n durante toda la temporada le han dado cinco partidos completos y seguidos. Fue al inicio del curso, cuando encaden¨® la vuelta de la Supercopa de Espa?a, los tres primeros partidos de la Liga y la apertura de la Champions ante la Roma. Desde entonces, se le cronometran los minutos. ¡°Lo tenemos estudiado todo, como las cargas de trabajo¡±, recuerda Luis Enrique. ¡°Uno juega cuando dice el t¨¦cnico¡±, asume el 8; ¡°es ¨¦l quien manda y decide si juegas o no, pero es cierto que, en l¨ªneas generales, me he encontrado muy bien. Quiero jugar siempre, pero no siempre se puede¡±.

En una temporada que se ha torcido al final, apeado el Barcelona de la Champions por el Atl¨¦tico y despilfarrada una ventaja de ocho puntos sobre los colchoneros, que son col¨ªderes, el equipo tambi¨¦n nota el aliento en el cogote del Real Madrid, tan solo un paso por detr¨¢s. Les queda el ¨²ltimo sprint de cuatro duelos ligueros (adem¨¢s de la final copera), que empieza con el Sporting en el Camp Nou. Y Luis Enrique lo tiene claro: ¡°A Iniesta lo necesitamos siempre¡±. M¨¢s que nada porque el f¨²tbol de Bar?a, que no el remate, pasa por sus botas.