Berizzo renueva con el Celta tras conducirlo hasta Europa
El t¨¦cnico argentino apunta a la ambici¨®n de alzar el primer t¨ªtulo para el club gallego
Las im¨¢genes que difundi¨® el Celta son una alegor¨ªa. Cinco entrenadores uniformados con el mono de trabajo futbol¨ªstico, el ch¨¢ndal, sentados en torno a una mesa de un noble sal¨®n. Junto a ellos est¨¢ Carlos Mouri?o, el presidente del Celta y por todos lados una serie de papeles, los contratos que les vincula durante un a?o m¨¢s con el equipo gallego. Eduardo Berizzo y su equipo de colaboradores, entre los que se encuentra Roberto Bonano, ex guardameta de River Plate, Barcelona y Alav¨¦s, han renovado su v¨ªnculo tras culminar dos brillantes y esforzadas campa?as. En la primera consolidaron el legado que les hab¨ªa dejado Luis Enrique con el equipo lejos de los puestos de descenso, en la segunda han dado un paso m¨¢s y no s¨®lo lo han clasificado para jugar la Europa League sino que a tres jornadas del final lo mantienen con opciones de llegar a la eliminatoria previa de la Liga de Campeones.
El movimiento del Celta es relevante porque no s¨®lo le da continuidad al proyecto que lidera Berizzo sino que ata a un t¨¦cnico que ha aumentado su cotizaci¨®n tras llegar de puntillas a la liga espa?ola, sin m¨¢s bagaje como primer entrenador que quince partidos en Estudiantes de La Plata y dos a?os en el O¡¯Higgins chileno, al que encumbr¨® al t¨ªtulo del pais andino. Antes hab¨ªa operado como auxiliar de Marcelo Bielsa en la selecci¨®n de Chile, con la que cumpli¨® un magn¨ªfico ciclo hasta el Mundial de Sud¨¢frica.
La pegada de Berizzo como m¨¢ximo responsable en una competici¨®n al m¨¢s alto nivel estaba por ver. Y sus credenciales a estas alturas son magn¨ªficas, las de un t¨¦cnico capaz de dar una identidad ofensiva y protagonista a un equipo de recursos econ¨®micos limitados. El Celta combina y ataca en bloque con conceptos tomados del juego de posici¨®n, sin entregarse al pelotazo. En la fase defensiva aprieta al rival para recuperar bien arriba. Imprime siempre un elevado ritmo a sus partidos y en ocasiones sufre por ello, incapaz de mantenerse constante en el ida y vuelta, pero ha aprendido a golpear en sus mejores minutos y a sacrificarse en los peores. Aporta adem¨¢s una soluci¨®n poco empleada en Europa para gestionar los marcajes, una suerte de asignaci¨®n individual que parece tomada del baloncesto porque en realidad establece cambios autom¨¢ticos. ¡°Marcamos en la zona al hombre, pero no perseguimos por todo el campo. Si nuestro lateral derecho aparece en el izquierdo con un par es que algo estamos haciendo mal¡±, explica.
Con esa idea el Celta ha crecido hasta ser capaz de desafiar a cualquiera. Esta temporada apenas en dos jornadas baj¨® hasta el octavo puesto de la tabla. Y sin perder la perspectiva porque directivos, t¨¦cnicos y jugadores tienen muy interiorizada cual ha sido la trayectoria de la entidad. ¡°Hace cuatro a?os est¨¢bamos en Segunda, hace tres nos salvamos en la ¨²ltima jornada¡±, recuerda Iago Aspas, autor de catorce goles, delantero y emblema del club para el que juega desde edad alev¨ªn. En junio de 2009 dos goles suyos al Alav¨¦s libraron al equipo de la posibilidad de un descenso a Segunda B apenas veinte d¨ªas antes de salir de un proceso concursal. De una deuda de 69 millones de euros pas¨® a una de 30 y la certeza de que aguardaba un duro camino para retornar a la ¨¦lite. El equipo que se hab¨ªa entregado hasta 2010 a incorporar futbolistas como Okkas, Quincy, Manchev, Zanev, Roberto de Souza, Renan, Fabiano Lima, Danilo, Papadopoulos, Saulo, Cellerino o Arthuro acab¨® por mirar hacia su magn¨ªfico vivero para confeccionar con la aportaci¨®n primero de Eusebio Sacrist¨¢n y luego de Paco Herrera un proyecto que desterrase la mediocridad y pudiese ascender a Primera Divisi¨®n. Esa prol¨ªfica cantera le dio adem¨¢s aliento econ¨®mico a la entidad, que supo entender que deb¨ªa vender a algunas de sus piezas (Rodrigo, Joselu, Denis Su¨¢rez, Yoel, Jota Peleteiro, Santi Mina, Iago Aspas) para poder crecer. Hoy el club no tiene deuda.
En ese camino la dirigencia gan¨® madurez en la toma de decisiones. ¡°En mis primeros a?os en el club me equivoqu¨¦ much¨ªsimo¡±, reconoce Mouri?o. Ayer envi¨® un mensaje a los aficionados a trav¨¦s de los canales oficiales del club: ¡°Vivimos un momento ¨²nico. Fuimos capaces de superar las adversidades, aprendimos a sufrir, pero tambi¨¦n a creer y a so?ar. Disfrutemos sin olvidar de donde venimos. Apela Mouri?o a conceptos como la humildad o la sencillez para gestionar el ¨¦xito actual. Pero tambi¨¦n hay un poso de ambici¨®n. Berizzo apunta a la ilusi¨®n del celtismo, casi la necesidad, de ganar un t¨ªtulo. E invoca a la Copa del Rey, de cuya final este a?o se qued¨® a un paso. ¡°Volveremos a intentarlo el a?o que viene¡±, garantiza Berizzo, que en la hora de la continuidad apunta cual es el mayor tesoro que guarda tras dos a?os como entrenador en el club: ¡°Cuando llegu¨¦ me preguntaron cual era mi objetivo y contest¨¦ que quer¨ªa conseguir que la gente se sintiese orgullosa de su equipo. Creo que ahora es as¨ª¡±.
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