Guardiola necesita ser Guardiola

A Guardiola, uno de los s¨ªmbolos de la Catalunya del proc¨¦s, miembro de la candidatura Junts pel S¨ª, le gusta Madrid, m¨¢s el Bernab¨¦u que el Calder¨®n, aunque en el Atl¨¦tico tenga amigos como David Trueba. Nunca fue un catal¨¢n excluyente y, como irreductible seguidor de Cruyff, admira a quienes se expresan de manera desacomplejada, consecuentes con su manera de ser, como los madrile?os que chulean con su Madrid.

No fue casual que hace justamente cinco a?os desafiara a Mourinho en la sala de prensa del Bernab¨¦u en v¨ªsperas de una de las semifinales de la Champions. Aquella tarde se?al¨® al ¡°puto amo¡±, identific¨® a la ¡°Central Lechera¡± y explic¨® que no hay nada mejor que subirse a los campanarios para divisar Catalu?a. Algunos interpretaron su intervenci¨®n como una provocaci¨®n, nada que ver con la tradicional sumisi¨®n catalana, todos a pies de Madrid.

El entonces entrenador del Bar?a argument¨® que los t¨ªtulos se ganaban en Madrid y se defend¨ªan en el Camp Nou, y no al rev¨¦s, sobre todo despu¨¦s del 5-0 con el que recibi¨® a Mourinho, el ant¨ªdoto elegido por Florentino para acabar con el ciclo del Bar?a. Nada mejor para subir la autoestima, combatir el miedo y ganar la batalla de la propaganda que vencer al Madrid en Madrid. El madridismo, ganador en el Camp Nou, pretende que Zidane se convierta en su Guardiola mientras la manera de ser y hacer del t¨¦cnico portugu¨¦s est¨¢ representada ahora por Simeone en el Calder¨®n.

Guardiola aspira a eliminar al equipo del Cholo en un duelo que evocar¨¢ seguramente sus reyertas futbol¨ªsticas con el Inter y el Chelsea

Guardiola aspira a eliminar al equipo del Cholo en un duelo que evocar¨¢ seguramente sus reyertas futbol¨ªsticas con el Inter y el Chelsea. El t¨¦cnico catal¨¢n contin¨²a empe?ado en demostrar que frente a los rivales mejor armados se sigue imponiendo la posesi¨®n y el passing-game, el mediocentro y los extremos, la paciencia y el control al v¨¦rtigo y la improvisaci¨®n, el ataque al contraataque, un estilo que ha perdido fuerza incluso en el Bar?a.

Nunca fue espectador sino protagonista, un t¨¦cnico intervencionista que firm¨® el finiquito de Ronaldinho y despidi¨® a Ibrahimovic; tambi¨¦n el que vertebr¨® al equipo a partir de Busquets y de la posici¨®n de falso 9 de Messi; y quien ensanch¨® el campo con Pedro, extremo que no pudo repetir con Tello y Cuenca. Ha sido igualmente el que ha aceptado a Vidal, asumido a Lewandowski y capitulado ante M¨¹ller en el Bayern, para despu¨¦s duplicar las bandas con delanteros veloces y profundos como Douglas Costa y Coman.

A Guardiola le interesa el f¨²tbol e incidir en el juego, sentirse suyo al equipo, cosa que no siempre supone ganar, por m¨¢s que haya logrado cinco de seis ligas y sea semifinalista en las siete ediciones que ha disputado de la Champions con equipos como el Bar?a de Messi y el poderoso Bayern. El a?o pasado no pudo precisamente con el Barcelona y el anterior fue batido por el Madrid en un partido de vuelta en que dej¨® de ser Guardiola sin respetar tampoco la idiosincrasia del Bayern.

A Guardiola se le recordar¨¢ sobre todo en Alemania por su impacto en los t¨¦cnicos de la Bundesliga, de la misma manera que en Madrid se le tiene presente por su arenga de hace cinco a?os en el Bernab¨¦u. Guardiola necesita ser m¨¢s Guardiola que nunca en Madrid.