Al Real Madrid le falt¨® la puntilla ante el Manchester City
Sin Cristiano, el equipo de Zidane primero controla y luego desbarata a un City decepcionante
Sin mucho, el Madrid fue bastante m¨¢s que el City, al que tuvo cogido por la pechera en el segundo tiempo. De tanteo durante casi una hora, el equipo espa?ol advirti¨® la flojera f¨ªsica y t¨¢ctica de su adversario y se fue a por el partido con decisi¨®n, sin grandes miramientos. Lo hizo con Cristiano en la grada y con Benzema sin vuelta del descanso, a los pies de gente como Carvajal, Casemiro, Lucas y Jes¨¦, todos ellos forjados en ¡°La F¨¢brica¡± blanca y en Manchester guiados por un Pepe colosal. Un futbolista, el central, al que le falta reconocimiento en esa segunda juventud. ?l solo despej¨® a todo el City, que defraud¨® con Ag¨¹ero a la cabeza. De Keylor solo hubo noticias en la ¨²ltima jugada, una falta ejecutada por De Bruyne. En la otra orilla, de no ser por Hart, el meta local, y un larguero, el equipo de Zidane estar¨ªa a¨²n m¨¢s cerca de la final de Mil¨¢n.
En el Etihad se jugaron dos partidos y en ambos el Madrid puso el guion, un relato que se le debi¨® torcer a Zidane, que salvo vacile para el contrario, hab¨ªa asegurado la v¨ªspera que CR y Benzema estaban listos. Uno, el portugu¨¦s, ni baj¨® al banquillo; el galo se qued¨® a la sombra en el descanso. As¨ª, arranc¨® un Madrid contenido, con ganas de calibrar a su rival; luego, m¨¢s decidido, solt¨® amarras e hizo padecer a un City que ped¨ªa la hora, martirizado sobre todo en las jugadas a bal¨®n parado, sin dep¨®sito para sostener el tendal en medio campo, donde perdi¨® a Silva por lesi¨®n en el primer tiempo. Una losa para el grupo de Pellegrini. El relevo del canario, el joven nigeriano Iheanacho, a¨²n est¨¢ por perfilarse. Ante el Madrid ni tuvo pujanza ofensiva ni sum¨® el medio campo, por donde comenz¨® a agrietarse el cuadro ingl¨¦s. Hasta entonces, uno y otro se bloquearon mutuamente durante casi una hora.
¡°Que nada sucede, lo dejamos para Madrid¡±, pareci¨® el discurso inicial de ambos, m¨¢s pendientes de negar al contrario que de ser expansivos. El conjunto espa?ol se despleg¨® con un 4-1-4-1, equilibrado por Casemiro y bien armonizado por Bale y Lucas en las bandas. El partido discurri¨® en el sector medio de cada cual, alejado de las zonas calientes, para bostezo de los porteros: ni una pizca de ocasi¨®n en toda la primera mitad. Encriptado el duelo, se sucedieron las imprecisiones, nada result¨® fluido, y mucho menos tras la baja de Silva. Casemiro y Fernandinho, bien forrados de m¨²sculo, marcaban territorio en los diques respectivos y por las ¨¢reas solo se vislumbraban p¨¢ramos.
Pepe tuvo el gol
Costaba contabilizar una jugada por las periferias de las porter¨ªas en la que hubiera m¨¢s de un atacante en la sala de espera del gol: como mucho, Ag¨¹ero y Benzema, te¨®ricos arietes que prefieren circular por sectores menos selv¨¢ticos, m¨¢s tropicales. En especial el Kun, que pas¨® la noche con la estufa, sin complicarse la vida. Partidos de este calado son en los que se espera un paso a la c¨²spide de gente con la reputaci¨®n del argentino. No compareci¨® en la gran pasarela, m¨¢s ocupado de especular con el fallo del adversario que de echar pulsos con los zagueros visitantes. Y no es la primera vez que decepciona en las grandes faenas.
La ausencia de Cristiano dej¨® el consecuente boquete ofensivo en el Madrid, agravado por la capacidad de ambos conjuntos para neutralizarse a la hora de correr, lo que rebaja a Bale, que acelera como pocos. El Real percibi¨® que tampoco era cuesti¨®n de esprintar, que le bastaba con otra marcha, con ser m¨¢s vivaz con la pelota. Lo interpretaron bien los laterales, y Jes¨¦ y Bale, que reclamaron juego como infiltrados entre las l¨ªneas del City, sin ser previsibles. Con el partido gobernado, el Madrid encaden¨® oportunidad tras oportunidad, sobre todo por v¨ªa a¨¦rea, con cabezazos de Ramos, Jes¨¦ ¨Cal larguero-, Casemiro¡ Por la ruta terrestre casi emboca Bale con un remate combado y ante Pepe se interpuso Hart, en una de las mejores paradas de waterpolo vistas en el f¨²tbol. Al central madridista le cay¨® la pelota llovida de un c¨®rner y remat¨® en el flequillo del meta ingl¨¦s, que casi de cuclillas abri¨® los brazos como aspas y desvi¨® el tiro. Ah¨ª estuvo m¨¢s de media eliminatoria para el Madrid, para un Madrid que mereci¨® m¨¢s. Y ah¨ª estuvo la vidilla para un City que, sin juego y sin pegada, mereci¨® menos, por lo que se le vio resoplar con el resultado final. Chamart¨ªn dictar¨¢ sentencia.
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