El revelador apag¨®n del Barcelona en Rusia
La eliminaci¨®n europea ante el Lokomotiv acent¨²a el desconcierto reinante en el equipo de Xavi Pascual
La desaz¨®n que desprende un equipo de ¨¦lite como el Barcelona reducido a la nada en un pasaje trascendental de la temporada, es directamente proporcional al min¨²sculo saldo de su ¨²ltimo cuarto en Krasnodar. Pasar¨¢ a la vitrina de los m¨¢s funestos pasajes de su historia: cinco puntos, con una canasta de Abrines y tres tiros libres de Oleson. Una birria que deja al Barcelona en evidencia, que dejar¨ªa en evidencia a cualquiera, impropia de un equipo de ¨¦lite, incluso de un equipo, digamos, que del mont¨®n. Con el agravante de que ning¨²n espectador asiduo a los partidos disputados por el Barcelona esta temporada se refugiar¨¢ razonablemente en la teor¨ªa de una desconexi¨®n puntual, de un accidente.
La sintomatolog¨ªa se ha repetido a lo largo de la temporada. El equipo de Xavi Pascual pierde pie en momentos cr¨ªticos, en especial en los ¨²ltimos cuartos. Esos cinco puntos en los diez ¨²ltimos minutos en Krasnodar abundan en sus funestos finales ante el propio Lokomotiv en la pr¨®rroga del cuarto partido (4-16) y ante el Real Madrid, el domingo, en la Liga Endesa (15-28).
La eliminaci¨®n del Barcelona se ha producido frente a un equipo emergente pero novel, con algunos jugadores de buen nivel como Anthony o Delaney, pero en ning¨²n caso, sobre el papel, equiparable en calidad neta a la plantilla azulgrana. Por m¨¢s ventaja de campo que tuviera el Lokomotiv, se antoja un equipo m¨¢s limitado en recursos y en profundidad de banquillo. Y m¨¢s a¨²n en una eliminatoria a cinco partidos. De ah¨ª que sea tanto m¨¢s admirable la solvencia y la administraci¨®n de los recursos que ten¨ªa entre manos su entrenador griego, Georgios Bartzokas.
Llueve sobre mojado en el Barcelona. En febrero, perdi¨® en los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Bilbao. Concluy¨® entonces su racha de 20 finales consecutivas en las competiciones espa?olas. Ahora, por segundo a?o consecutivo, se estampa en los cuartos de final de la Euroliga. Es l¨ªder en la Liga Endesa. Pero los s¨ªntomas no son buenos. El tridente del equipo de f¨²tbol no tiene parang¨®n en el de baloncesto. No se trata solo de comparar nombres, sino de los papeles que desempe?an. Mientras que los de Messi, Neymar y Luis Su¨¢rez son di¨¢fanos en el Camp Nou, los de Navarro, Satoransky y Tomic ¨Csi es que ese es el tridente baloncest¨ªstico- es mucho m¨¢s difuso en el Palau.
Hay quien apunta que Abrines deber¨ªa asumir ya los galones y quien considera que Doellman fue fichado con la pompa propia de un l¨ªder. Abrines y Doellman han resuelto algunos partidos importantes esta temporada, de la misma manera que han desaparecido en combate en otros tambi¨¦n trascendentes, igual que Navarro, Satoransky y Tomic. Ninguno de ellos acaba de coger la batuta de una vez por todas. La gesti¨®n de Xavi Pascual, con sus pros y sus contras, reparte los minutos y diluye las responsabilidades. Utiliza muchos jugadores y, muy diferentes, ya que por una u otra cuesti¨®n, la plantilla cambia cinco, seis y hasta siete piezas anualmente.
Esta temporada lleg¨® Carlos Arroyo, un base de 36 a?os, que se supon¨ªa que deb¨ªa ejercer un papel relevante en momentos comprometidos como el de Krasnodar. Jug¨® mal y estuvo poco m¨¢s ocho minutos en la cancha. El desfile de p¨ªvots no sirvi¨® de nada. Lawal sal¨ªa de una larga lesi¨®n, Dorsey se recuperaba de la que sufri¨® en el primer partido, y Samuels ha perdido fuelle y confianza a medida que avanzaba la temporada. Total: 16 minutos, siete puntos y cuatro rebotes entre los tres p¨ªvots. Ni Oleson, ni Pau Ribas, ni Doellman estuvieron a la altura de lo exigible en un partido trascendental, aunque los dos ¨²ltimos dispusieron de muy pocos minutos. Vezenkov ni siquiera encontr¨® acomodo en el largu¨ªsimo contingente de Pascual.
El mejunje de la coctelera del entrenador azulgrana es cada vez m¨¢s insondable, pero la f¨®rmula ganadora se ha ido diluyendo, con una Liga y una Supercopa desde 2014. Ahora, queda por ventilarse una Liga cuya clasificaci¨®n comanda el Barcelona, pero m¨¢s en n¨²meros puros y duros, que en sensaciones. Xavi Pascual vuelve a transitar en la cornisa. No es nuevo, ya est¨¢ curtido. Pero en esta ocasi¨®n el riesgo, m¨¢s all¨¢ de que tenga otro a?o de contrato, parece el mayor al que ha hecho frente desde que asumi¨® el mando cuando relev¨® a Dusko Ivanovic en febrero de 2008. Se trata de peritar si es una cuesti¨®n coyuntural o estructural o de si el proyecto se ha desgastado o torcido. Ah¨ª es donde entran en juego el m¨¢nager de la secci¨®n, Joan Creus, y el secretario t¨¦cnico, Rodrigo De la Fuente. En juego est¨¢ la Liga, pero tambi¨¦n las bases sobre las deber¨ªa acelerar una secci¨®n que aspira a recuperar la ilusi¨®n de su afici¨®n y a llenar los m¨¢s de 10.000 espectadores que tendr¨¢ el Nou Palau Blaugrana.
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