¡®Better call¡¯ ?¨ªguez Escl¨¢pez
El gol de Sa¨²l al Bayern fue maradoniano en su creatividad, pero tambi¨¦n un contrapeso simb¨®lico al gol de Schwarzenbeck
![Saúl celebra con Koke su gol al Bayern.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QVAASUV565ZOBLK667KHULVZHQ.jpg?auth=1e165dfb4c156728d7913200ff9c2777259b4a75971045eafebba2e4fdeac501&width=414)
Contar¨¢ la reina Leonor a sus nietos ¨Che aqu¨ª una profec¨ªa- que estuvo en el gol de Sa¨²l un remoto 2016. Un gol maradoniano en su creatividad, pero tambi¨¦n una categor¨ªa, un contrapeso simb¨®lico al gol de Schwarzenbeck, un exorcismo a la leyenda del Pupas, cuyo fat¨ªdico origen proviene de una ocurrencia de Calder¨®n aqu¨¦lla tarde de San Isidro.
No debi¨® valorar entonces el presidente rojiblanco el alcance del maleficio. Ni que iban a transcurrir 42 a?os hasta poderse malograr el maleficio de Heysel. Lo narra Wagner en un pasaje Parsifal: s¨®lo la lanza que te provoc¨® la herida podr¨¢ sanarte.
Y s¨®lo el Bayern pod¨ªa asumir la soluci¨®n a la maldici¨®n del Bayern. Aunque s¨®lo hubiera dos alemanes en el equipo inicial. Y aunque no hubiera futbolistas tan dif¨ªciles de pronunciar como Schwarzenbeck en las Naciones Unidas que dirige Guardiola con su casco azul.
Lo que s¨ª hubo fue ganas de emular el pelotazo inmisericorde de aquel central germano. Incapaces de pisar el b¨²nker del ¨¢rea rojiblanca, los atletas del Bayern remediaron la impotencia desde posiciones remotas. Y Alaba estuvo muy cerca de conseguir la igualada, pero ocurre que Simeone ha logrado estimular la buena suerte como si tuviera entre sus manos el b¨¢culo de Gandalf.
Parec¨ªa que nuestra meta ten¨ªa las puertas cerradas. Y predominaba la impresi¨®n de que tanto asedio territorial no iba a prosperar en el resultado. Cuesti¨®n de orden, de coreografia, de mentalidad y hasta de fe, pues no se explica la revoluci¨®n cholista sin las connotaciones intangibles. Llam¨¦moslo magia, brujer¨ªa, chamanismo. Llam¨¦moslo Sa¨²l.
No ya por evocar la precuela de Breaking Bad (Better call Saul), sino porque el prodigio rojiblanco y el en¨¦simo Pigmali¨®n de Simeone simboliza el modelo evolutivo del proyecto de Simeone, reuniendo, como re¨²ne, la calidad y el estajanovismo, la clase y la intensidad, la personalidad y el talento. Tanto talento que su slalom de f¨²tbol sala levant¨® del asiento a la infanta Leonor, estimulando el origen del relato premonitorio a los nietos: yo estuve en el gol de Sa¨²l.
Estar significa mucho m¨¢s de haberlo visto. Y de haberlo memorizado. Y de haberlo teatralizado en el pasillo de un bar. Implica haber asistido a una catarsis balomp¨¦dica. El gol de Sa¨²l representa un hallazgo de la memoria colectiva, sobreentiende un pasaje de iniciaci¨®n que aspira a sepultar en San Siro la leyenda del Pupas.
No es dif¨ªcil imaginar la dramaturgia del partido de vuelta. Y entran ganas de llevarse el bal¨®n al c¨®rner desde el primer minuto. Instalarse junto al bander¨ªn como si fuera un estandarte de la resistencia, pero este mismo planteamiento mojigato y cobard¨®n pertenece a la aprensi¨®n y al victimismo que ha logrado exorcizar Simeone.
El m¨ªster ha conseguido que el Atl¨¦tico de Madrid sea un equipo temible. Temible e imbatible, asumiendo que la modulaci¨®n de la idiosincrasia al orgullo de la victoria s¨®lo pod¨ªa concebirse partiendo por la mitad la lanza de Schawarzenbeck. Nos ha costado mucho trabajo aprender a pronunciar ese maldito apellido, ahora corresponde a los alemanes deletrear el de ?¨ªguez Escl¨¢pez.
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