La polic¨ªa paraguaya detiene a unos 240 ultras de Boca por vandalismo

La polic¨ªa paraguaya detuvo en Asunci¨®n a los l¨ªderes de la barra brava de Boca Juniors Rafael Di Zeo y Mauro Mart¨ªn y a otros 235 hinchas violentos tras el partido que el equipo xeneize gan¨® a Cerro Porte?o por los octavos de final de la Copa Libertadores. La polic¨ªa acusa a los ultras de robos, vandalismo callejero y posesi¨®n de drogas.

Seg¨²n inform¨® a medios paraguayos el comisario Tom¨¢s Cristaldo, titular de la Fuerza Operativa de la Polic¨ªa Especializada (FOPE), un grupo de barras se baj¨® de los colectivos que se dirig¨ªan al estadio Defensores del Chacho y rob¨® negocios. A su paso, los ultras destrozaron veh¨ªculos, asaltaron a transeuntes y se enfrentaron con simpatizantes de Cerro Porte?o. Los hinchas ingresaron al estadio para ver el partido, que su equipo gan¨® por 2 a 1, pero a su salida quedaron detenidos. En los cuatro autobuses en los que se movilizaban la polic¨ªa incaut¨® coca¨ªna, marihuana y armas blancas.

Di Zeo y Mart¨ªn son los l¨ªderes del grupo reconocido como ¡°La 12¡±, la barra brava de Boca Juniors. Han estado enfrentados durante a?os en la disputa por ese lugar de peculiar privilegio; al punto que se ubicaban, cada uno con sus lugartenientes, en bandejas enfrentadas de La Bombonera y se juraban ataques y venganzas mientras el equipo jugaba en el campo. Sin embargo, y a pesar de que se han disparado en tiroteos, hace poco tiempo sellaron la paz.

Tanto Rafael como su hermano Fernando est¨¢n relacionados con la barra de Boca desde antes que nacieran. La fundaci¨®n ¡°jugador n¨²mero 12¡±, la estructura legal debajo de la cual se tejen negocios de todo tipo, se fund¨® en 1990 con domicilio constituido en la casa natal de los Di Zeo. A?os despu¨¦s, los hermanos ser¨ªan quienes comandasen a los ultras y llegaron a firmar aut¨®grafos y visitar ni?os en hospitales como muestra de su popularidad.

Por el delito de coacci¨®n agravada, Rafael Di Zeo cumpli¨® una pena de 4 a?os en una de las c¨¢rceles de Ezeiza. Antes, fue empleado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en tiempos en los que Mauricio Macri era alcalde, viaj¨® a mundiales de f¨²tbol y es due?o de un negocio muy particular: cobrar unos cuantos d¨®lares a los turistas para llevarlos a La Bombonera y ver un partido con ellos.