Andy Murray: ¡°A¨²n tengo mucho que aprender¡±

Andy Murray (Dunblane, Escocia; 28 a?os) es un tipo que va de frente y habla a las claras. Para muestra, el mensaje que portaba ayer en su camiseta mientras peloteaba con Kei Nishikori a media ma?ana, ante la multitud de colegiales que invadi¨® la Caja M¨¢gica en la jornada festiva de Madrid: ¡°No excuses, No apologies¡± (No excusas, No disculpas). El brit¨¢nico no levanta la voz, pero es un deportista al que no le intimida un micr¨®fono. Como buen escoc¨¦s, apenas se altera su rictus mientras conversa, aunque sobre la pista ya es otra historia. Ah¨ª abajo, raqueta en mano, se enciende como un volc¨¢n de erupci¨®n controlada.

Recibe a EL PA?S en una sala destinada exclusivamente a los jugadores, de acabado fino. Un futbol¨ªn y un billar destacan entre un conjunto de butacones blancos. ?l, segundo mejor tenista del mundo en estos momentos, luce el pelo aclarado y la piel tostada por el sol de Mallorca, donde ha disfrutado de una semana de entrenamientos junto a Rafael Nadal y Milos Raonic (tutorizado por Carlos Moy¨¤) antes de desembarcar en la capital espa?ola. ¡°Iba a ir a Barcelona, pero surgi¨® la posibilidad y funcion¨® muy bien¡±, dice. Murray es un armario (1,91 y 84 kilos), aunque se mueve como un peso liviano. Disfruta de su profesi¨®n y tambi¨¦n de los peque?os placeres que le brinda. Por ejemplo, de los viajes.

¡°Me gusta Madrid. Me gusta venir aqu¨ª porque las condiciones son buenas para m¨ª. Las pistas de la Caja M¨¢gica son m¨¢s r¨¢pidas que las de otros torneos de tierra batida y eso me beneficia. Est¨¢ el factor de la altura, que obviamente condiciona, pero me siento c¨®modo aqu¨ª. Tambi¨¦n me gusta mucho la ciudad, porque los aficionados se vuelcan mucho y se respira ambiente de tenis. A la gente espa?ola le gusta el deporte y eso siempre es positivo¡±, se?ala.

?Y has probado ya las tapas? ¡°S¨ª, no est¨¢n mal, aunque todav¨ªa tengo que conocer m¨¢s la ciudad. Una vez estuve en el restaurante de Rafa [Nadal] y la otra noche fui a uno de parrilla. Cuando he venido tambi¨¦n he podido ver unos pocos partidos en el Bernab¨¦u y hace dos d¨ªas visit¨¦ el Thyssen¡±, agrega Murray, cuyo expediente ¡ª35 t¨ªtulos individuales, el US Open 2012, Wimbledon 2013 y el oro ol¨ªmpico en Londres, adem¨¢s de la Copa Davis conquistada el curso pasado con Gran Breta?a¡ª probablemente ser¨ªa hoy d¨ªa muy superior, de no haber sido contempor¨¢neo de los tres tenores: Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic.

El salto en la tierra batida

Hasta hace no mucho, el escoc¨¦s se desenvolv¨ªa a las mil maravillas sobre tapetes r¨¢pidos, fueran de cemento, pista sint¨¦tica o hierba. Sin embargo, el a?o pasado dio un salto. El primer indicio fue M¨²nich y despu¨¦s, el sello definitivo, Madrid. Sus dos primeros t¨ªtulos sobre arcilla, un territorio que requiere de unos c¨®digos que con el paso de los a?os ha aprendido a descifrar. ¡°Comenc¨¦ a comprender mejor c¨®mo se debe jugar en esta superficie: el bote, los deslizamientos, el control espacial. Ahora estoy entren¨¢ndome al m¨¢ximo para seguir creciendo. El a?o pasado solo perd¨ª un partido en tierra [en las semifinales de Roland Garros, ante Djokovic]. Creo que, definitivamente, estoy cerca de alcanzar mi mejor nivel en este sentido¡±, corrobora.

El pr¨®ximo d¨ªa 15, el escoc¨¦s cumplir¨¢ 29 a?os. Casado con su novia de toda la vida, estren¨® paternidad en febrero y saborea la madurez profesional. Pero, ?ha alcanzado ya Andy Murray la plenitud ten¨ªstica? ¡°Espero que no. Creo que a¨²n tengo mucho que aprender, todav¨ªa puedo mejorar, aunque ahora mi juego es m¨¢s estable. Llevo ya 10 u 11 a?os en el circuito, creo, y eso es mucho tiempo, ?no?¡±, recuerda, antes de fijar el nombre del favorito para este a?o, sin titubeo alguno: "Djokovic", afirma; "es el gran aspirante all¨ª donde juegue".

Esta edici¨®n, a priori, el cuadro le deparar¨ªa a Murray un cruce con Nadal en la pen¨²ltima estaci¨®n del torneo. Hace un a?o someti¨® al espa?ol en la final, aunque ahora la situaci¨®n ha virado por completo. ¡°Jugu¨¦ muy bien. Estaba muy nervioso antes del partido porque jugar contra Rafa en tierra siempre es algo realmente duro, pero me salieron bien las cosas. ?l no empez¨® como acostumbra y yo no le dej¨¦ pensar ni volver al partido. Es todo una cuesti¨®n de fases, lo importante es c¨®mo reaccionar y ¨¦l ha sabido hacerlo¡±, concluye, antes del fuerte apret¨®n de manos y la despedida.