Cuatro ¡®Simeones¡¯ para el infierno de M¨²nich

Cuando los jugadores del Atl¨¦tico abandonaron el Allianz Arena contemplaron desde el autob¨²s esa especie de flotador espacial al que se asemeja el coliseo del Bayern. Un rojo chill¨®n ilumina la futurista carcasa exterior del estadio, visible ya desde la periferia de la ciudad, pre¨¢mbulo crom¨¢tico del infierno que ser¨¢ esta noche su interior. Una caldera en la que las porter¨ªas est¨¢n pegadas a los fondos y donde la ac¨²stica generada en unas gradas verticales zumba en los o¨ªdos de los jugadores. La directiva del club b¨¢varo ha tratado de generar un clima en el que las duras cr¨ªticas a Guardiola y la divisi¨®n existente en torno a la figura del t¨¦cnico pase a un segundo plano.

Si el club ha preparado esa atm¨®sfera de gran noche europea, Guardiola tambi¨¦n ha dise?ado un partido de acoso y derribo sobre la porter¨ªa de Oblak. Los primeros 15 minutos del Bayern en Copa de Europa y en su casa acostumbran a ser un vendaval en el que la hierba esta vez estar¨¢ h¨²meda y corta para que las circulaciones alcancen el voltaje necesario que desarme el entramado defensivo del Atl¨¦tico.

El partido amanece en medio del debate futbol¨ªstico que ha generado la victoria del Atl¨¦tico en el Calder¨®n. El cruce de estilos est¨¢ a flor de piel: el juego de toque contra el f¨²tbol directo. La ret¨®rica contra lo concreci¨®n. Los altavoces surgen desde las dos trincheras desde que La Gazetta dello Sport entronizara a Simeone tras derrotar al Bayern con una caricatura en la que le asignaba el papel del Che Guevara del f¨²tbol.

Estos d¨ªas en Alemania ha llamado la atenci¨®n ese centro del campo compuesto por cuatro mediocentros multiusos que utiliza Simeone y que fueron capaces de incomodar al Bayern en la ida. ¡°Yo soy un enamorado de los centrocampistas. Los ha reconvertido, juegan mucho por dentro, y por eso son tan compactos¡±, dice Guardiola.

Los cuatro centrocampistas, Sa¨²l, Gabi, Augusto y Koke, est¨¢n unidos por un cord¨®n umbilical a la figura de su t¨¦cnico. Todos tienen algo del Simeone jugador. Los cuatro empujan en la presi¨®n, son verticales y les gusta pisar ¨¢rea, Koke y Sa¨²l con m¨¢s frecuencia. Este ¨²ltimo a¨²n quiz¨¢ sea el m¨¢s emparentado con su entrenador. Tienen el mismo car¨¢cter para ir de frente, aunque el t¨¦cnico haya tenido que domarle en sus declaraciones reivindicativas de m¨¢s minutos o posicionales. El propio Sa¨²l admite que tiene mucho de Simeone. El despliegue, la llegada de segunda l¨ªnea, el remate de cabeza y esos arrebatos como la conducci¨®n en el gol de la ida tienen reminiscencias de su entrenador vestido de corto.

Koke es una apuesta personal del Cholo desde su llegada. Le ha hecho crecer desde su despliegue f¨ªsico, entreg¨¢ndole responsabilidad en las jugadas a bal¨®n parado y concedi¨¦ndole tiempo para ocupar el centro de la cancha. La complicidad con Gabi se vio el pasado s¨¢bado cuando Simeone, a trav¨¦s de Pablo Vercellone, su entrenador de porteros, le transmit¨ªa sus instrucciones a trav¨¦s del pinganillo. Gabi es alma de su entrenador en el campo. ¡°No creo que sea un partido diferente al del Calder¨®n¡±, sospecha el capit¨¢n. El cuarto hombre de Simeone en la media es Augusto, el ¨²ltimo en llegar. Le ten¨ªa entre ceja y ceja y la lesi¨®n de Tiago precipit¨® su fichaje en el mercado invernal. De los cuatro, quiz¨¢ sea el m¨¢s t¨¢ctico, el que m¨¢s tenga en la cabeza la idea de juego de su jefe.

Esta cadena de centrocampistas es uno de los moldes m¨¢s marcados por Simeone ahora que ese debate estil¨ªstico est¨¢ en todos los rincones. Hace dos temporadas, en la sala de prensa de Stamford Bridge, tanto Diego Simeone como Jos¨¦ Mourinho elaboraron una homil¨ªa sobre el estilo de juego al que se sienten m¨¢s cercanos. Chelsea y Atl¨¦tico se jugaban las semifinales y ambos reivindicaron un f¨²tbol m¨¢s directo.

¡°Me ocupa ganar, no gustar¡±

Uno y otro fueron respetuosos con los estilos antag¨®nicos. El eterno debate se reabri¨® la semana pasada y ayer Simeone enton¨® un discurso que deja ver sus preferencias, pero no es excluyente. ¡°No me detengo ni un segundo en ese debate, lo que me importa es ganar. No me preocupo en gustar a la gente, soy empleado del Atl¨¦tico, que es qui¨¦n me paga, y me preparo para ganar¡±.

Simeone insisti¨® en su visi¨®n amplificadora de las diversas maneras de entender el juego. ¡°Somos respetuosos con todas las opiniones. El futbol nos permite opinar y todos tenemos raz¨®n. Desde que empec¨¦ a ser entrenador el mayor orgullo que tengo es el de potenciar a los futbolistas y no una idea de c¨®mo jugar¡±. Al poco Guardiola tambi¨¦n se distanci¨® del debate: ¡°Simeone o yo no somos mejores o peores, pero los dos sentimos y creemos en lo que hacemos¡±.