El d¨ªa que Pepu Hern¨¢ndez salt¨® al banquillo para dirigir a un equipo infantil
El exseleccionador dirige al conjunto donde juegan sus hijas durante tres cuartos y la historia se hace viral
Pepu Hern¨¢ndez se quit¨® la americana, se arremang¨® la camisa y comenz¨® a dar indicaciones desde el banquillo. Pero el entrenador que condujo a la selecci¨®n espa?ola en su mayor logro ¡ªcampeona del mundo en 2006 y plata en el Europeo de 2007¡ª?no se dirig¨ªa a jugadores de ¨¦lite y en las gradas el aforo apenas superaba las 40 personas. En la cancha, dos equipos de infantil femenino (13 a?os) de los juegos municipales y un ¨¢rbitro, Roberto Calero, madrile?o de 46 a?os, que ha difundido una sorprendente historia de cuyo ¨¦xito es el ¨²nico responsable.
El ins¨®lito episodio ocurri¨® en el Centro Deportivo Municipal de Hortaleza, Madrid, donde el Din¨¢mica, equipo del Colegio Ram¨®n y Cajal, se enfrentaba al Pumas de Chamart¨ªn, del Pintor Rosales. La entrenadora del Din¨¢mica, club en el que juegan las hijas mellizas del exseleccionador, no pudo acudir al encuentro por enfermedad, y como con ella se quedaron las licencias de las ni?as, el ¨¢rbitro tuvo que darle por perdido el duelo. ¡°?No se va a poder jugar? Si no est¨¢ la entrenadora, no podremos, ?no?¡±, interrog¨® al colegiado una de las ni?as. ¡°T¨² no te sabes el reglamento¡±, le contest¨® Calero, que ya hab¨ªa perpetrado un plan para que, por lo menos, no se fueran del polideportivo sin jugar al baloncesto: no desvelar que el enfrentamiento ya lo hab¨ªan perdido y, en vez de ahorrarse uno de los siete partidos que ten¨ªa por delante, arbitrar un simulacro.
La historia no hubiera salido a la luz si, acabado el primer cuarto, el entrenador sustituto del Din¨¢mico no hubiera tenido que marcharse a otro partido. ¡°Alguien del colegio subi¨® y los padres me miraron¡±, recuerda Pepu Hern¨¢ndez. ¡°Preguntaron: ?alguien puede entrenarlas?, y todo el mundo le mir¨®. Es como si gritas ¡®?hay un m¨¦dico en la sala? y aparece un cirujano", completa el ¨¢rbitro.
Pepu baj¨® y dirigi¨® al Din¨¢mico durante tres cuartos. En ese momento, ni siquiera sab¨ªa que el encuentro ya estaba perdido. ¡°No quer¨ªa que se perdiera el tiempo y quer¨ªa darles alguna indicaci¨®n para que defendieran un poco mejor, que lo hicimos, o que jugaran mejor contraataque, que tambi¨¦n lo hicimos. Trat¨¦ de adecuarme, porque yo no sab¨ªa si ellas me pod¨ªan entender. Lo l¨®gico es que comprendan a su entrenadora con el lenguaje que ya tienen pactado, que es lo que admiro yo de estos entrenadores", explica el t¨¦cnico, que cuenta entre risas c¨®mo una de sus hijas avis¨® a sus compa?eras: "haced caso a mi padre que si no se l¨ªa una buena".
Cuenta Calero que el t¨¦cnico actu¨® al m¨¢s puro estilo Pepu y que intent¨® hacer llegar a sus jugadoras dos conceptos b¨¢sicos: "Jugadora entre bal¨®n y canasta para defender y actividad defensiva; y en ataque, pasar, pasar y movimiento". Y que lo hizo gritando, manteniendo lo que en baloncesto llaman "un rumor positivo".
Y Pepu, que echa de menos el baloncesto, se tom¨® muy en serio su cometido. ¡°Todos los partidos son iguales, independientemente de que sea una final con cualquier equipo o con unas chicas de 13 a?os. Para m¨ª es la misma seriedad y tiene la misma importancia. El no dar ni un segundo por perdido en todo momento, dentro y fuera de la cancha. Y si les puede dejar algo, no solo para las cuestiones t¨¦cnicas, t¨¢cticas y estrat¨¦gicas, sino para si educaci¨®n en general, mejor¡±, asegura.
Pepu no entrena desde 2012, cuando cerr¨® su segunda etapa con el Estudiantes. Ahora dice que no tiene pensado nada en concreto para su futuro, que lo que tenga que venir vendr¨¢, pero asegura que le encantar¨ªa entrenar a un equipo cadete de primer a?o.
Tras el partido, Roberto Calero escribi¨® la historia en su Facebook. ¡°Hoy la vida me devuelve un poco, que para m¨ª es un much¨ªsimo, de lo que le has entregado, despu¨¦s de m¨¢s de 30 a?os como ¨¢rbitro¡±, empez¨® a redactar el s¨¢bado. Este lunes la historia se hab¨ªa compartido ya m¨¢s de 500 veces. ¡°Estoy desbordado. Soy un tipo normalito y esto me supera¡±, cuenta por tel¨¦fono el sorprendido Calero, contento porque est¨¢ convencido de que esta historia ayuda al deporte base y plantea el debate sobre si en categor¨ªas inferiores el reglamento debe ser tan estricto que impida a unas ni?as competir por no haber aportado las licencias. ¡°Para m¨ª fue una situaci¨®n normal. No vino la entrenadora. Me sent¨¦ en la grada como cada s¨¢bado. Hab¨ªa un chaval, pero se ten¨ªa que ir. Alguien del colegio subi¨®, los padres me miraron y baj¨¦ a dirigir el encuentro¡±, relata el tambi¨¦n sorprendido Hern¨¢ndez, que aplaude la actitud del ¨¢rbitro. ¡°Podr¨ªa decir que no se juega y punto. Es un ¨¢rbitro con muy buen criterio, un verdadero educador¡±.
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