Adams y James, dos locos bajitos de m¨¢s de 1,80
Los bases del Laboral Kutxa mantienen una qu¨ªmica especial a pesar de discutir por el mismo puesto
A los jugadores de baloncesto les ocurre que no te das cuenta de lo altos que son hasta que est¨¢s a su lado. Un base entre p¨ªvots es un chaval¨ªn entre adultos, ya crecidos, hasta que atisbas tu hombro a la altura de su cuello o m¨¢s. El Baskonia tiene dos de esos bajitos que adem¨¢s parecen estar locos. A veces estar loco significa disfrutar con lo que haces. ¡°Adams y yo -dice Mike James- siempre estamos haciendo bromas y jugar con ¨¦l me quita presi¨®n. Es como mi hermano¡±. La frase, dicha en el tono coloquial estadounidense, va m¨¢s all¨¢ de las palabras. ¡°Mi hermano nos dej¨® en el segundo a?o de carrera -refer¨ªa en un v¨ªdeo oficial del Baskonia-. ?l siempre ten¨ªa fe en m¨ª. T¨² vas a hacerlo muy bien en el baloncesto, t¨ªo, me dec¨ªa, y jugar¨¢s en la NBA. Y lo perd¨ª en mi segundo a?o de carrera. Ahora es una motivaci¨®n diaria¡±. Un lugar que nuca podr¨¢ ocupar Mike James (Portland, 26 a?os), aunque en la cancha mantengan una qu¨ªmica especial frente a la competencia que a priori supone discutir por el puesto de base. James siempre ser¨¢ su brother y la qu¨ªmica es tal que se contagian la fiebre por resolver las situaciones complicadas, por arriesgar en los momentos dif¨ªciles. No son iguales sino parecidos.
Adams es el primer lanzador de triples de la competici¨®n: 180 ha intentado y 60 ha conseguido?
Incluso en su trayectoria, muy alejada de su Estados Unidos natal. Ambos han circulado por ligas menores antes de recalar en el Baskonia sin pisar las canchas profesionales de su pa¨ªs. Darius Adams (Illinois, 27 a?os) ha jugado en Venezuela, Rep¨²blica Dominicana, Alemania y Francia. Del Nancy lleg¨® a Vitoria por su promedio anotador y su fortaleza f¨ªsica que le da un plus defensivo. Mike James ha vagado por Croacia, Israel, Italia y Grecia sin rozar la ¨¦lite de esos pa¨ªses. Y sin embargo, ninguno de los dos ha perdido la autoestima del l¨ªder. ¡°Antes de iniciar la temporada quer¨ªa intentar ser un l¨ªder¡±, declaraba Adams, tras reconocer que ¡°el viaje ha sido duro. Siempre estaba por debajo de mis aspiraciones¡±. Hasta que lleg¨® a Vitoria a sustituir a Heurtel, que se hab¨ªa ido al Anadolu. Quiz¨¢s en la capital de Euskadi pudo agradecerle a su madre los sacrificios hechos. A su madre la lleva en el coraz¨®n, a su hermano, tatuado en la mano para que le gu¨ªe en los lanzamientos.
Porque James y Adams son dos ametralladoras. Las estad¨ªsticas de la Euroliga demuestran que Adams es el primer lanzador de triples de la competici¨®n. 180 ha intentado desde comenz¨® el campeonato y ha conseguido 60. Teodosic, del CSKA le persigue con 170 y muy lejos quedan Delaney (159) y Dixon (146). Su porcentaje es el m¨¢s bajo de los cuatro. Es lo que tiene ser una ametralladora: no todos los disparos hacen blanco y cuanto m¨¢s disparas m¨¢s crecen las posibilidades de errar el tiro. James es m¨¢s comedido y se queda exactamente en la mitad de lanzamientos (91), pero entre ambos pueden convertir el partido en una guerra de trincheras.
Quiz¨¢s por eso se divierten tanto. Porque nadie les ha regalado nada y porque nunca se han sentido derrotados ni por su juego ni por las circunstancias. Cuenta Adams que despu¨¦s de todo lo sufrido, jugar, para ¨¦l ¡°es algo terap¨¦utico¡±. Y la terapia funciona. A ninguno de los dos les tiembla la mu?eca. Son dos locos bajitos que trastean la cancha como si la vida hubiese empezado ayer y no hubiera un ma?ana.
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