Riazor le paga una deuda a Arsenio

¡°Estaba tan tranquili?o¡­¡±. A Arsenio Iglesias le apuraron durante la ¨²ltima semana. ¡°Pero estoy muy agradecido¡±, aclaraba el veterano zorro de Arteixo, camino de los 85 a?os y que al inicio de la semana supo que Riazor le iba a abonar una deuda. Cuando en junio de 1995 dej¨® el club, campe¨®n de Copa del Rey, se march¨® del estadio mientras el equipo brindaba a la afici¨®n el primer trofeo de su historia. Moncho Vi?a, un reportero de Racio Nacional, maestro periodista y amigo de tantas pasant¨ªas por los campos de Espa?a, sali¨® tras ¨¦l para recabar una explicaci¨®n. Arsenio, enojado con el club, no quer¨ªa hablar, pero el periodista insisti¨® para que pudiesen enterarse todos los oyentes en riguroso directo de lo que le pasaba por la cabeza para esa despedida a la francesa. La respuesta, que mezcl¨® gallego y castellano, fue meridianamente clara: ¡°Moncho, vai rascar os huevos¡±.

Tras aquella estrepitosa salida, Arsenio estuvo casi veinte a?os sin pisar el estadio, su casa durante tantos a?os. Y Riazor le deb¨ªa una ovaci¨®n. Se la dio 21 a?os despu¨¦s y el presidente Tino Fern¨¢ndez le impuso la insigna de oro y brillantes, la m¨¢xima condecoraci¨®n del club. Jug¨® casi 300 partidos como profesional, se sent¨® en los banquillos en 728 partidos de Liga, los ¨²ltimos 19 en el Real Madrid, donde cerr¨® su carrera poco despu¨¦s de aquel abrupto ep¨ªlogo en Riazor. Para entonces ya hab¨ªa dado la vuelta a muchas opiniones, la ¡°c¨¢tedra¡± del coliseo blanquiazul, los socios de Tribuna, siempre hab¨ªan sido especialmente cr¨ªticos con ¨¦l. Pero desde mediados de los ochenta surgi¨® un juvenil movimiento de reivindicaci¨®n del ya veterano t¨¦cnico desde el ¨²nico fondo que entonces ten¨ªa el estadio, la misma ubicaci¨®n que 21 a?os despu¨¦s le recibi¨® cuando salt¨® al campo en el descanso del partido con una pancarta que recorr¨ªa el grader¨ªo: ¡°Arsenio, para nosotros siempre ser¨¢s el mejor¡±.

¡°Creo que me voy a emocionar y a pasar hasta un poco de verg¨¹enza¡±, tem¨ªa el homenajeado durante la semana. Imposible que no brotase el sentimiento. Por los videomarcadores del estadio se sucedieron impresiones de varios de los futbolistas a los que dirigi¨®. Todos lanzaron una breve semblanza de las cualidades m¨¢s destacadas de Arsenio. ¡°Un maestro en lo profesional, lo deportivo y lo humano¡±, resumi¨® Vicente Celeiro, el autor del tanto que en 1988 evit¨® en el minuto 94 de otro final de Liga que el Deportivo se fuera a Segunda B. Arsenio estaba en aquel banquillo, tambi¨¦n en el ascenso de tres a?os despu¨¦s, en el penalti de Djukic, en la Copa, en tantas vivencias. ¡°Aprendimos a sufrir y a superarnos¡±, glos¨® Mart¨ªn Lasarte, al que se abraz¨® emocionado tras salvar una ag¨®nica promoci¨®n apenas unos meses antes de que eclosionara el Super D¨¦por, con Mauro Silva y Bebeto, ovacionados nada m¨¢s aparecer en las pantallas del estadio, como estandartes. ¡°Sab¨ªa llevar a los futbolistas¡±, resumi¨® Manolete, el actual presidente de los veteranos del Deportivo.

Esa mano izquierda, esa retranca para manejarse entre egos y extraer de ellos lo mejor cobra valor con el paso del tiempo, en tiempos donde en el vestuario del Deportivo salen t¨¦cnico y jugadores a dejar las bolsas de basura en la puerta del vecino. ¡°La guerra p¨²blica que se ha armado desde el vestuario no se la merecen nuestros aficionados¡±, zanj¨® Manuel Pablo, que no quiso confirmar si seguir¨¢ o no en activo. Lo que sigue vigente es el estilo de Arsenio.