Aniversario
Un d¨ªa de 2001, en una de esas ma?anas templadas de Vigo, me cruc¨¦ con Zvonimir Boban. Caminaba desgarbado y magn¨ªfico como un modelo callejero; en Nueva York ya le habr¨ªan echado el lazo para una campa?a de jerseys de lana. En Vigo, sin embargo, pasaba inadvertido entre la raza superior de las Islas del Hierro, todos de ojos marinos y llenos de sal. Se hab¨ªan cumplido ya dos d¨¦cadas de un gesto pol¨ªtico impactante, la patada voladora de Boban a un polic¨ªa yugoslavo en los disturbios de un Dinamo de Zagreb-Estrella Roja.
Boban iba a retirarse del f¨²tbol tras salir del Milan, pero el Celta le convenci¨® para seguir en activo. V¨ªctor Fern¨¢ndez ten¨ªa al equipo en Europa y en Vigo jugaban estrellas como Mostovoi y Karpin. Pero en diciembre, durante un viaje a Italia, Boban le dijo a La Gazzetta que dejaba el f¨²tbol. Horacio G¨®mez, suspicaz, se pregunt¨® si aquello significaba dejar tambi¨¦n el Celta.
Boban ya era por entonces una bandera. Al mediapunta le hab¨ªa sobrevivido el s¨ªmbolo pol¨ªtico como consecuencia de lo ocurrido en 1990 en Zagreb. All¨ª jugaba el Dinamo croata contra el Estrella Roja serbio en la Liga yugoslava. Una semana antes, la segunda vuelta de las elecciones en Croacia dio como ganadores a los nacionalistas; al campo del Dinamo, el estadio Maksimir, se dirigieron miles de aficionados radicales del Estrella Roja comandados por Zejko Raztanovic Arkan. Muchos de esos ultras estar¨ªan un a?o despu¨¦s formando en la guardia paramilitar consentida por el Ej¨¦rcito yugoslavo, Los Tigres de Arkan. En Zagreb esperaban los ultras croatas Bad Blue Boys. Al partido, normalmente de alto riesgo, le dieron un grado m¨¢s. Yugoslavia estaba al borde de la peor carnicer¨ªa europea desde la II Guerra Mundial.
Eran aficiones a un club diferente, a unas ideas pol¨ªticas distintas y a una forma de pa¨ªs violentamente enfrentada. Los serbios, nada m¨¢s llegar al estadio, lo destrozaron como perros rabiosos; los croatas, en medio de la primera parte, saltaron enfurecidos al c¨¦sped. Agentes de la polic¨ªa serbia cargaron contra ellos mientras los jugadores buscaban el t¨²nel de vestuarios. Menos Boban, que ten¨ªa 22 a?os.
Las c¨¢maras grabaron al jugador enfrent¨¢ndose a un polic¨ªa que golpeaba a un aficionado del Dinamo. Se ve c¨®mo lo separan y Boban vuelve a buscarlo para darle una patada y tirarlo al c¨¦sped. ¡°Ah¨ª estaba yo, una figura p¨²blica, preparada para arriesgar mi vida, mi carrera, todo lo que la fama puede comprar, por un ideal, por una causa: la causa croata¡±.
Una placa en el estadio del Dinamo de Zagreb dice: ¡°A los fans de este club, que iniciaron la guerra contra Serbia en este campo el 13 de mayo de 1990¡±.
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