La Liga brilla en la sombra
Lo reconocieron Michael Owen y Steve McManaman, exjugadores ambos del Madrid y de la selecci¨®n inglesa: la Liga espa?ola es, con diferencia, la m¨¢s fuerte del mundo
¡°Nada es tan contagioso como el entusiasmo.¡±
Samuel Taylor Coleridge, poeta ingl¨¦s.
Lo reconocieron el otro d¨ªa Michael Owen y Steve McManaman, exjugadores ambos del Madrid y de la selecci¨®n inglesa, despu¨¦s de la victoria del Sevilla contra el Liverpool en la final de la Europa League: la Liga espa?ola es, con diferencia, la m¨¢s fuerte del mundo. Nadie ya lo duda. Es una verdad tan absoluta como que la suma de ocho y ocho son 16.
De las 32 veces que se han disputado las dos competiciones principales de la UEFA, la Champions y la Europa League, desde el a?o 2000, los equipos espa?oles las habr¨¢n ganado, dentro de una semana, en 16 ocasiones. Tomando en cuenta que la UEFA tiene 55 pa¨ªses miembros y que el segundo pa¨ªs con m¨¢s victorias es Inglaterra, con cinco, el dominio espa?ol es arrollador.
Entonces, ?por qu¨¦ chocamos siempre contra el mismo muro? ?Por qu¨¦, pese a la relativa pobreza de su materia prima, la Premier League inglesa arrolla a la Liga espa?ola en cuanto a dinero y a afici¨®n mundial?
En el f¨²tbol, como en el trabajo y en la pol¨ªtica y en casi todo, el ¨¦xito proviene de una combinaci¨®n de habilidad y de energ¨ªa. Hay m¨¢s habilidad, y tambi¨¦n m¨¢s inteligencia, en el juego espa?ol que en el ingl¨¦s. Se debe a que en Espa?a el f¨²tbol base est¨¢ infinitamente mejor organizado y a que, a todo nivel, los entrenadores est¨¢n m¨¢s preparados. En cuanto a energ¨ªa, no hay visible diferencia sobre el campo pero, fuera de ¨¦l, hay mucha m¨¢s en el f¨²tbol ingl¨¦s. ?Por qu¨¦? Porque los ingleses aman m¨¢s el f¨²tbol que los espa?oles.
Se demuestra en el mayor n¨²mero de personas que paga por ver partidos en televisi¨®n o que a acude a ver partidos en los estadios. No solo se trata de que los estadios de la Premier siempre est¨¢n llenos, a diferencia ¡ªmuchas veces bochornosamente¡ª de los de la Liga espa?ola. La media de espectadores en la Segunda Divisi¨®n inglesa es m¨¢s del doble de la de la Segunda Divisi¨®n espa?ola; la media de espectadores en Tercera en Inglaterra es igual que en Segunda en Espa?a. Si se agrega el hecho de que much¨ªsimos m¨¢s aficionados ingleses viajan a ver a sus equipos fuera de casa, est¨¢ claro que el f¨²tbol es m¨¢s central en las vidas de los ingleses.
La pasi¨®n inglesa por el f¨²tbol es contagiosa. Se palpa en todo el mundo, pero principalmente por televisi¨®n donde el espect¨¢culo servido es m¨¢s vibrante. Se debe, por un lado, a que los estadios ingleses rebosan ardor; por otro, a que la empresa catalana que controla la se?al televisiva de la Liga espa?ola es tan inepta, o tan ro?osa, que un ni?o con un iPhone ser¨ªa capaz de realizar producciones de superior calidad. La suma de los dos factores hace que la experiencia de ver un partido de la Premier por televisi¨®n sea m¨¢s atrayente que la de ver un partido espa?ol para los telespectadores en China, Nigeria o Estados Unidos, independientemente de la inferior calidad intr¨ªnseca del f¨²tbol ingl¨¦s.
Los que mandan en la Liga espa?ola se han dado cuenta de la importancia comercial de que los estadios se vean llenos, y por eso esta semana han amenazado a los clubes con multas si la imagen que muestra la c¨¢mara principal delata que hay huecos en las gradas. Dar¨ªa igual, en tal caso, que el resto del estadio estuviese vac¨ªo, con lo cual de lo que se trata es una trampa rid¨ªcula que deja en evidencia a los jefes de la Liga, en quienes los factores habilidad e inteligencia est¨¢n bastante menos presentes que en los admirables equipos.
?Pero qu¨¦ se iba a esperar de un organismo cuyo presidente se declar¨® esta semana a favor de la est¨²pida e irresponsable decisi¨®n tomada por alguien del gobierno de Madrid, felizmente rechazada por un juez, de prohibir las banderas independentistas catalanas ¡ªlas esteladas¡ª en la final de la Copa del Rey?
No. No hay nada que hacer. Por m¨¢s que brille la Liga espa?ola de f¨²tbol, por m¨¢s trofeos europeos que conquiste, est¨¢ condenada a permanecer, para la mayor parte de la humanidad, en la sombra de la ruidosa Premier.
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