Monterrey remonta contra el Am¨¦rica y se clasifica a la final

Monterrey se clasific¨® a la final de la Liga MX despu¨¦s de un partido abierto y trepidante que tuvo cambios bruscos durante los ¨²ltimos 15 minutos. Su victoria 4-2 (4-3 global) cancel¨® los goles de visitante de Am¨¦rica, que logr¨® reponerse dos veces de la eliminaci¨®n. Los rayados, que tambi¨¦n se levantaron del resultado negativo del partido de ida y de los goles de Mikel Arroyo (ambos de tiro libre), esperan a Le¨®n o Pachuca para disputar el t¨ªtulo de primera divisi¨®n.

El partido fue, con sus breves mesetas, de ritmo alto y de ida y vuelta. Los dos equipos justificaron su presencia en las instancias finales al mostrar su buen nivel. Los locales dominaron durante casi todos los pasajes y mostraron el coraje necesario para remontar. Las ¨¢guilas, que hab¨ªan logrado empatar el global, volvieron a perder la cabeza. Un pol¨¦mico penal marcado tras una dudosa mano del defensa americanista Samudio, a diez minutos del final del encuentro, desat¨® el temperamento bronco y agresivo de los azulcremas. Fueron expulsados Goltz y Mart¨ªnez, ambos por protestar. A partir de entonces fue cuesti¨®n de tiempo para que el conjunto norte?o se convirtiera en finalista.

Los ¨²ltimos 20 minutos fueron donde se condensaron las emociones m¨¢s fuertes de la serie. Despu¨¦s del primer gol de Arroyo, que ingres¨® de cambio, los locales se volcaron por la anotaci¨®n que necesitaban. S¨¢nchez, el uruguayo de los goles importantes, puso el 3-1 parcial. Unos minutos despu¨¦s, el ecuatoriano Arroyo volvi¨® a anotar de tiro libre con la complicidad del guardameta Orozco. Cuando parec¨ªa que Am¨¦rica?cerraba su pase, un penal pol¨¦mico fue marcado a favor de Monterrey. Cardona lo transform¨® en gol con un soberbio disparo. Las expulsiones, una constante entre los americanistas en partidos definitorios, impidieron al equipo de la capital mexicana avanzar en un encuentro de volteretas.

El Monterrey, dirigido por Mohamed, sali¨® al campo con una variante t¨¢ctica hecha para remontar la derrota del partido de ida. El central mexicano Mier ingres¨® por Ju¨¢rez y form¨® una l¨ªnea de tres defensas junto a Basanta y Montes. Las bandas fueron ocupadas por S¨¢nchez y Castillo. El Am¨¦rica, dirigido por Ambriz, tuvo que recomponer la defensa despu¨¦s de la lesi¨®n de Pablo Aguilar y el ingreso forzado de Pimentel. La buena noticia, a priori, fue el regreso a la titularidad de Rubens Sambueza, expulsado en el cl¨¢sico contra Chivas y que inici¨® el partido de ida en el banquillo.

Los roles estaban definidos con claridad. El primer tiempo fue para los locales, que controlaron el desarrollo del encuentro y llevaron la iniciativa, aunque Am¨¦rica acechaba al contragolpe y se notaba peligroso con el omnipresente Mart¨ªnez. El asedio local, con un poste de Funes Mori incluido, dio frutos con el primer gol de Cardona, que empataba el marcador parcial. Am¨¦rica respondi¨® con un despliegue veloz y convirti¨® el partido en un ida y vuelta constante.

Las llegadas fueron variadas para los rayados. Con el Am¨¦rica dejando espacios, Monterrey explot¨® las grietas que dejaban las ¨¢guilas. El tramo final dej¨® ver a un fr¨¢gil conjunto azulcrema, que se perdi¨® en la cancha despu¨¦s del gol en contra, sin dudas el peor momento de la serie para los visitantes.

Las figuras de los azulcremas, Sambueza y Peralta, no aparecieron. Entre Quintero, a veces t¨ªmido, y Mart¨ªnez, siempre preciso, se pusieron el equipo al hombro, pero no fue suficiente. Los visitantes atacaron con m¨¢s orgullo que f¨²tbol. Los norte?os, un poco confusos, sin saber si continuar atacando o defender la ventaja, cedieron el terreno ante los visitantes. El final del primer tiempo se dio con la crucial atajada de Orozco despu¨¦s de una jugada de Quintero cuando, derrumbado sobre el campo de juego, recuper¨® el bal¨®n con coraje.

La parte complementaria no tuvo variaci¨®n en los roles. Al minuto 3, una pared de Cardozo con S¨¢nchez que defini¨® Funes Mori solo frente al arco derrumb¨® al Am¨¦rica, que entr¨® sin ritmo al segundo tiempo. Los rayados aprovecharon la pasividad para ponerse arriba en el marcador global.

La respuesta de Ambriz fue cambiar a Arroyo por Guerrero, un mediocampista ofensivo por uno defensivo. Y Benedetto por Quintero, que hab¨ªa disminuido su participaci¨®n con respecto al primer tiempo. El primer cambio result¨® trascendental, aunque no definitivo. Fue el seleccionado ecuatoriano, de reciente ingreso al campo, el autor del gol del Am¨¦rica de tiro libre. Con ese gol de visitante la clasificaci¨®n era para las ¨¢guilas. Deambulando a partir del descuento de Am¨¦rica, Monterrey atac¨® sin precisi¨®n, cada vez con menos peligro. Las ¨¢guilas ya estaba c¨®modas en la cancha. A pesar de eso, dos jugadas, una de Cardona que se diluy¨® por su propio ego¨ªsmo y otra de Funes Mori, probaron a la defensiva americanista, que respondi¨® fortalecida an¨ªmicamente por el gol.

Fue a partir de entonces que el partido se rompi¨® y, en un intercambio de golpes que parec¨ªan noquear a unos y a otros, Monterrey y Am¨¦rica acabaron por entregarse al ataque y descuidar sus defensivas. El final, con el penal de Cardona, sentenci¨® un partido emotivo en favor del l¨ªder general de la competencia. Los de Mohamed eliminaron a uno de los serios candidatos al t¨ªtulo justo una semana despu¨¦s de liquidar tambi¨¦n a su rival de toda la vida y actual campe¨®n de liga, los Tigres. Llegan con el ¨¢nimo por las nubes a la final, instancia que no jugaban desde 2012.