¡°Menos esteladas y m¨¢s Cruzcampo helada¡±

Sigue la Final de la Copa del Rey, Barcelona-Sevilla en directo

Nadie sabe qu¨¦ habr¨ªa sucedido si Concepci¨®n Dancausa, la delegada del Gobierno de Madrid, no hubiese planteado prohibir las esteladas en la final de la Copa del Rey que se disputa este domingo en el estadio Vicente Calder¨®n. Pero es seguro que el revuelo y la controversia causados por tal determinaci¨®n, a la postre anulada por mandato judicial, acrecent¨® la tensi¨®n en los momentos previos al encuentro y le otorg¨® tintes pol¨ªticos a un acontecimiento deportivo. Ya no se enfrentaban solo el Barcelona y el Sevilla, sino independentistas y espa?olistas.

Los de la asociaci¨®n de ultraderecha Espa?a Generosa, ven¨ªan dispuestos a repartir 10.000 banderas espa?olas para contrarrestar la marea de esteladas que previsiblemente lucir¨ªan muchos de los catalanes que asistieran al encuentro.

"M¨¦tele un gol al independentismo", rezaba el eslogan de la citada asociaci¨®n, en cuyo manifiesto explica que naci¨® el 9 de noviembre de 2014 --d¨ªa de la consulta catalanista--, "el d¨ªa que intentaron dividirnos a los espa?oles".

Los de la asociaci¨®n de ultraderecha Espa?a Generosa iba a repartir 10.000 banderas espa?olas

"No pens¨¢bamos traer la bandera pero como pretend¨ªan prohibirlas las traemos como acto de reivindicaci¨®n", aseguraba una pareja de aficionados cul¨¦s en la Fan Zone del Bar?a, ubicada en el antiguo Matadero de Madrid, en el paseo de la Chopera. A escasos dos kil¨®metros de la hinchada sevillista, en el parque de San Isidro.

"Nosotros traemos la bandera de Espa?a que es la de todos, aparte de la del Sevilla, que es la muestra", se?alaba un grupo de aficionados embutidos en camisetas rojas de su equipo. Y otro resolv¨ªa la pol¨¦mica con humor coreando: "Menos esteladas y m¨¢s Cruzcampo helada".

Aficionados

Madrid amanec¨ªa soleada y te?ida de blaugrana y rojiblanco. Barcelonistas y sevillistas recorr¨ªan pl¨¢cidamente el centro de la capital paseando sus insignias y sus bufandas pero apenas se vieron banderas. Tampoco en las zonas destinadas a ambas aficiones. Lo que si corr¨ªa en uno y otro lado era la cerveza a grifos.

Barcelonistas y sevillistas recorr¨ªan la capital con sus insignias y bufandas pero apenas se vieron banderas

Detr¨¢s de ese ambiente festivo, se armaba todo un dispositivo policial y de seguridad dispuesto a prevenir enfrentamientos entre ultras de ambos equipos, previsiblemente enaltecidos por la bronca pol¨ªtica de las banderas de los ¨²ltimos d¨ªas. Se esperaban 25.000 seguidores de cada equipo, entre los que se contaban dos centenares de Biris, los ultras del Sevilla de extrema izquierda --muchos de los cuales fueron interceptados y registrados por la polic¨ªa en autobuses a su llegada a la capital-- , y un centenar de Boixos Nois, los radicales del Bar?a. Los primeros se entonaban en la plaza de Santa Ana, y los segundos en la Plaza Mayor, amos grupos controlados por la polic¨ªa.

Un total de 1.500 polic¨ªas nacionales, los mismos que se dispusieron para los ¨²ltimos encuentros con alto riesgo de atentado terrorista, se desplegaron por toda la ciudad, adem¨¢s de agentes de la Polic¨ªa Municipal y de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, as¨ª como miembros de los servicios asistenciales de Samur, Protecci¨®n Civil y Cruz Roja. Ese fue el dispositivo acordado en la misma junta de seguridad en la que, supuestamente, Dancausa decidi¨® prohibir las esteladas.

Responsabilidades?

Ante el foll¨®n causado por la medida, nadie parec¨ªa querer esta semana aparecer como el ¨²ltimo responsable de la decisi¨®n. La delegada se amparaba en la Ley del Deporte (art¨ªculo 2.1 que proh¨ªbe "la exhibici¨®n en los recintos deportivos, en sus aleda?os o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos de pancartas, s¨ªmbolos, emblemas o leyendas que, por su contenido o por las circunstancias en las que se exhiban o se utilicen de alguna forma inciten, fomenten o ayuden a la realizaci¨®n de comportamientos violentos o terroristas, o constituyan un acto de manifiesto desprecio a las personas participantes en el espect¨¢culo deportivo"), que no parec¨ªa conocer muy bien a la luz de sus torpes primeras explicaciones al respecto: "Es ilegal", dijo. Y agreg¨®: "Cualquier elemento que puede alterar el orden p¨²blico debe ser prohibido". El ministro del Interior en funciones, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, preguntado por un indignado y ofendido presidente de la Generalitat, se pon¨ªa de perfil y aseguraba no haber sido consultado, mientras el propio l¨ªder de su partido en Catalu?a, Xavier Garc¨ªa- Albiol (PP), se desmarcaba de tal medida y llamaba la atenci¨®n a los suyos con una llamada a Madrid para que no le pusieran a¨²n m¨¢s dif¨ªcil reba?ar los pocos votos que le quedan en su comunidad ante las pr¨®ximas elecciones generales del 26 de junio.

Aunque fue el juzgado numero 11 de Madrid el que termin¨® de resolver la cuesti¨®n permitiendo las esteladas en el partido por considerar que "no incitan ni a la violencia, ni al racismo ni a la xenofobia", de una r¨¢pida consulta entre algunos de los que pudieron acudir a la reuni¨®n habitual de la junta de seguridad --previa a cualquier encuentro deportivo--, se desprende una conclusi¨®n: "Aunque parece ser que todo parti¨® de una sugerencia previa de alg¨²n miembro de la comisi¨®n antiviolencia del Deporte o de la Federaci¨®n de f¨²tbol que recogi¨® Dancausa y que plante¨® motu proprio en la reuni¨®n, esta mujer no da un paso sin consultar...", aseguran varios de los asistentes sin querer entrar en detalles de a qui¨¦n pudo consultar y asegurando que "el sentir general en esa reuni¨®n era proclive a la prohibici¨®n".

Hacia las 19.00 estaba previsto que ambas aficiones emprendieran el camino hacia el estadio Vicente Calder¨®n. A esa misma hora estaba prevista la llegada de Carles Puigdemont a la estaci¨®n del AVE de Atocha, que durante todo el d¨ªa fue punto de encuentro de aficionados de ambos equipos sin que se produjesen incidentes rese?ables. Sin embargo, los Boixos Nois abandonaban la plaza mayor lanzando bengalas y un altercado sin consecuencias se produc¨ªa en la zona del Manzanares entre seguidores del Bar?a con esteladas y sevillistas.