Emilio Butrague?o tiene su propio estadio en M¨¦xico
El Club Celaya homenajea al exjugador del Real Madrid al renombrar su campo
La euforia que dej¨® el Buitre a su paso por M¨¦xico vuelve dos d¨¦cadas despu¨¦s. Tras alcanzar la gloria en el club de su vida, el Real Madrid ¡ªcon el que conquist¨® seis ligas, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas de Espa?a¡ª, el internacional espa?ol decidi¨® pasar sus ¨²ltimos a?os como futbolista en un equipo modesto, el Atl¨¦tico Celaya de M¨¦xico, donde coincidi¨® con dos amigos y mitos madridistas: Hugo S¨¢nchez y Jos¨¦ Miguel Gonz¨¢lez M¨ªchel. 18 a?os despu¨¦s de colgar las botas, la directiva del club celayense ha decidido rebautizar el estadio Miguel Alem¨¢n Vald¨¦s, llamado as¨ª en honor al expresidente mexicano entre 1946 y 1952, como Estadio Monumental Emilio Butrague?o Santos.
La ¨²ltima temporada que Butrague?o disput¨® con su Real Madrid fue la 94-95. En aquella campa?a escasearon los goles, quiz¨¢ su mayor especialidad, y sus apariciones en el once comenzaron a ser cada vez m¨¢s espor¨¢dicas. En ocho partidos s¨®lo hizo un gol, al Racing de Santander. Al verse relegado a un papel meramente secundario en el conjunto merengue, al que tantas alegr¨ªas dio, en agosto de 1995, reci¨¦n concluida la temporada, acept¨® la oferta del Celaya, un reci¨¦n ascendido a la primera divisi¨®n mexicana. Mut¨® entonces de Buitre a toro, apelativo con el que se conoce a los hinchas del club. En aquel momento, la plana mayor del club era de nacionalidad espa?ola o, al menos, descendientes de espa?oles y lograron establecer un contrato de un mill¨®n de d¨®lares por cada temporada que el Buitre jugase en el equipo. En un principio, el m¨ªtico 7 blanco firm¨® por dos a?os, pero su estancia en Celaya finalmente se prolong¨® uno m¨¢s.
En s¨®lo tres temporadas, el madrile?o hizo m¨¢s que muchos en m¨¢s tiempo: se convirti¨® en el tercer m¨¢ximo goleador de la historia del club, se gan¨® el afecto de los 494.304 habitantes de Celaya. ¡°No me imaginaba a Emilio y¨¦ndose para all¨¢ con toda la familia a cuestas, pero parece que sigue con el gusanillo del f¨²tbol¡±, afirm¨® M¨ªchel despu¨¦s de conocer el fichaje de su amigo por el Atl¨¦tico Celaya. Dos temporadas despu¨¦s se unir¨ªan al Buitre el propio M¨ªchel, fino extremo derecho, y su m¨¢s fiel compa?ero de batallas en el ataque merengue y leyenda del f¨²tbol mexicano Hugo S¨¢nchez. Tres estandartes de la Quinta del Buitre, la generaci¨®n de futbolistas que m¨¢s ha marcado a los aficionados del Real Madrid moderno se retiraba con la camiseta blanca y los pantalones azules del Celaya.
Ahora, Butrague?o tendr¨¢ el privilegio de tener un estadio con su nombre, algo que s¨®lo Hugo S¨¢nchez ha conseguido. En 2003, el pentapichichi inaugur¨® un coliseo en el Estado de M¨¦xico, que hoy no alberga ning¨²n equipo de f¨²tbol profesional.
¡°M¨¦xico es parte de mi coraz¨®n, cada vez que vengo estoy en casa. En el tema personal fueron tres de los mejores a?os de nuestra vida como familia¡±, afirm¨® en una entrevista con la cadena de televisi¨®n estadounidense ESPN. No exager¨®. De hecho, su idilio con el pa¨ªs norteamericano data de mucho antes. En el Mundial de 1986, disputado en territorio mexicano, anot¨® hasta cinco goles con la camiseta de la selecci¨®n espa?ola: uno contra Irlanda del Norte en la fase de grupos y un p¨®ker contra Dinamarca en octavos de final.
Ya con la casaca del Atl¨¦tico Celaya, el espigado Butrague?o jug¨® 91 encuentros y marc¨® 29 tantos. En su primera temporada en M¨¦xico lleg¨® a la final de la liga contra el Club Necaxa del DF ¡ªdesde 2003 con sede en Aguascalientes¡ª y solo un remate de cabeza desviado a pocos minutos del final priv¨® al delantero del trofeo en un partido disputado en el estadio Azteca, cuna del f¨²tbol mexicano. Un fallo que a¨²n se recuerda en las calles de Celaya (270 kil¨®metros al noroeste de la capital). Ese mismo partido, con los mismos jugadores, se repiti¨® el jueves en honor al Buitre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.