Las aguas bravas de Maialen Chourraut
La pirag¨¹ista, que quiere el oro en R¨ªo, dice que ni ser madre ha cambiado la angustia y los temores con los que se acerca a la competici¨®n
¡°Tiene una cabeza que funciona diferente. Es muy miedosa e insegura, pero ese miedo y esa inseguridad la hacen tirar adelante con una determinaci¨®n fuera de la com¨²n¡±, dice Xabi Etxaniz, entrenador de Maialen Chourraut, bronce en los Juegos de Londres y primera medalla ol¨ªmpica del pirag¨¹ismo espa?ol en aguas bravas. A Maialen ese bronce le escoci¨® mucho. Quer¨ªa el oro. Cre¨ªa que estaba para ganarlo. A sus 33 a?os sigue queri¨¦ndolo. Y luchar¨¢ por ¨¦l en R¨ªo, sus terceros Juegos. Con sus miedos e inseguridades. Cuando la escuchas hablar parece mentira que las tenga.
¡°Incluso a m¨ª me sorprende lo segura que se convierte luego dentro de sus miedos. Le vienen esos temores que pueden m¨¢s que sus capacidades, pero desaparecen en la salida. Ah¨ª es cuando ella se pone c¨®moda. Hay deportistas que se crecen antes y se vuelven inseguros cuando llega la salida, Maialen es al rev¨¦s¡±, explica Xabi que es tambi¨¦n su pareja y el padre de la hija, Ane, que tuvieron en junio de 2013.
¡°La semana antes de la competici¨®n no puedo dormir bien, estoy tensa, desagradable, irascible, insoportable y hay que tratarme con pinzas. Me encantar¨ªa que no fuera as¨ª, pero no lo consigo. Noto la tensi¨®n, me agobio y voy luchando y luchando. Es una forma bastante destructiva de acercarse al d¨ªa de la competici¨®n¡ Cuando bajo me despejo, no me da tiempo de comerme el coco¡±, explica Maialen. Su deporte consiste en bajar por un canal de aguas bravas de entre 250 y 400 metros con puertas de paso obligado. Cualquier m¨ªnimo fallo manda al traste la preparaci¨®n de cuatro a?os.
Es entretenido escuchar el ¨¦nfasis con el que Maialen describe la competici¨®n, el descontrol que genera depender de factores externos y la incertidumbre que esconde cada maniobra. La pirag¨¹ista vasca habla de miedos y tensiones pero tambi¨¦n de medalla de oro. Muchos deportistas prefieren no pronunciar ni la palabra medalla ni mucho menos oro, por superstici¨®n o por no comprometerse. A ella le da igual.
¡°Claro que voy a por el oro, es que si no, no me meter¨ªa en este berenjenal. ?Por qu¨¦ no decirlo! Es la ilusi¨®n de ganar unos Juegos Ol¨ªmpicos la que me mueve, es una obsesi¨®n para m¨ª. Quiero ganar el oro, no tengo ni idea de lo que pasar¨¢, pero quiero ganarlo. S¨¦ que soy r¨¢pida, que estoy bien y preparada. ?Por qu¨¦ escaparse de esa realidad?¡±, cuenta sentada en la terraza del bar del Canal de la Seu despu¨¦s del entrenamiento. Pide una mesa cerca del agua, quiere verla desde cerca. El panorama es de postal en este d¨ªa soleado de mayo. Hay ni?os jugando por el c¨¦sped, margaritas y al fondo las monta?as del Cadi con algo de nieve todav¨ªa.
Quer¨ªa ser madre y deportista. No ha cambiado mi forma de competir, quiero seguir siendo pirag¨¹ista y rendir, pero tambi¨¦n disfrutar de la infancia de mi hija"
¡°En enero aqu¨ª hace tanto fr¨ªo que una capa de hielo recubre el canal. Hay que romperla para poder entrenar¡±, a?ade Maialen que est¨¢ con las maletas para arriba y para abajo. Acaba de llegar de R¨ªo (donde ha estado conociendo el canal y las instalaciones), no se ha recuperado a¨²n del jet lag pero le ha dado tiempo para hacer lavadoras, colgar la ropa, y meterla de nuevo en la maleta para partir rumbo a Eslovaquia al campeonato europeo [donde ha terminado sexta]. De ah¨ª a volver¨¢ de nuevo a R¨ªo y aprovechar¨¢ las semanas de junio y julio para terminar la puesta a punto en la Seu.
No para. La peque?a Ane la sigue a todas partes y a todas las competiciones con Raquel, una cuidadora que contrataron cuando la ni?a ten¨ªa 3 meses. Hoy va y viene con un patinete por el canal mientras espera que su mam¨¢ termine el entrenamiento. ¡°Quer¨ªa ser madre y deportista. No ha cambiado mi forma de competir, quiero seguir siendo pirag¨¹ista y rendir, pero tambi¨¦n quiero disfrutar de la infancia de mi hija. Antes no quer¨ªa parar ni un d¨ªa ni una tarde, ahora los domingos me cojo fiesta¡±, explica.
A los Juegos tambi¨¦n ir¨¢ con Ane. Maialen estuvo remando hasta dos d¨ªas antes de dar a luz e intent¨® volver a la piragua dos semanas despu¨¦s de la ces¨¢rea. ¡°Demasiado pronto¡ esper¨¦ dos semanas m¨¢s. Y fui poco a poco. Escuchaba mucho mi cuerpo¡±, relata. Dio pecho a la peque?a durante a?o y medio y luego decidi¨® parar. ¡°Empezaba a comerme el periodo importante de cara a R¨ªo. F¨ªsicamente estaba bien, pero no lo suficiente como para ganar unos Juegos y prepararlos. El cuerpo me mandaba alertas, le estaba exigiendo demasiado, se me ca¨ªa el pelo, estaba teniendo problemas en las articulaciones. Cuando destet¨¦ a Ane en un mes me puse fuerte como antes y empec¨¦ a tener las mismas sensaciones que en 2012¡±, recuerda ahora. Tercera del ranking mundial, fue oro en el Europeo de Alemania de 2015.
Se entrena de lunes a s¨¢bado desde las 10 hasta las 12.30 y desde las 15 hasta las 17.30. Recoge a su hija al mediod¨ªa, hace la compra y prepara la comida. Xabi graba casi todos los entrenamientos. Da indicaciones al borde del canal a todo el equipo y sigue a Maialen y a sus compa?eros con una peque?a c¨¢mara de v¨ªdeos. ¡°Este es un deporte de sensaciones y a veces te crees que las has tenido malas y luego te vuelves a mirar en v¨ªdeo y ves que no ha sido para tanto. No eres muy consciente a veces ah¨ª en la piragua de lo que est¨¢s haciendo, para eso lo grabamos todos. Para mirar luego las trayectorias, las maniobras. A Maialen le gusta mucho verse en v¨ªdeo para corregirse¡±, explica Xabi. ¡°Me gusta mejorarme, siempre quiero buscar m¨¢s porque no quiero estancarme¡±, a?ade ella.
Ha ido dos veces a R¨ªo en los ¨²ltimos meses y dice que la emoci¨®n m¨¢s fuerte la sinti¨® viendo las tiendas con las mascotas de los Juegos en el aeropuerto. ¡°Ah¨ª es cuando empec¨¦ a visualizar los Juegos. Me imagin¨¦ de repente en el canal, viendo el ambiente en las gradas y me vino un escalofr¨ªo. ?Ya est¨¢! me dije, me entr¨® una emoci¨®n y una angustia muy fuertes¡±. Las mismas que la acompa?ar¨¢n en agosto en la lucha por el oro.
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