La nueva Inglaterra merece m¨¢s
Un Rusia muy plana rasca un empate en el ¨²ltimo suspiro ante un adversario superior y m¨¢s refinado de lo habitual
Inglaterra, sacudidos sus peores h¨¢bitos, puso el f¨²tbol. Rusia, un equipo raso, solo el empate, lo que ya fue mucho. Un azote inmerecido para esta refrescada selecci¨®n inglesa que le ha cogido m¨¢s gusto a la pelota que al juego de caballer¨ªa, al choque, el balonazo y dem¨¢s viejos c¨®digos brit¨¢nicos. Ahora busca otro camino. Ante los rusos dej¨® huellas interesantes y se gan¨® con creces la victoria hasta que el capit¨¢n adversario, Vasili Berezutski le hizo la ¡°pirula¡± en el ¨²ltimo parpadeo. Un empate accidental que en absoluto fue hijo del juego. Eso fue asunto ingl¨¦s. No es que los ¡°pross¡± sellaran un partido para enmarcar, pero exhibieron mucho m¨¢s que su rival. No le alcanz¨® por infortunio, o quiz¨¢ porque con su nuevo estilo domina peor las ¨¢reas, la propia incluida.
Hay otra Inglaterra a la vista, al menos en apariencia. La selecci¨®n m¨¢s joven de la Eurocopa, con 25,3 a?os de media, ya no es refractaria a las influencias externas. No le queda otro remedio, la Premier hace tiempo que abri¨® las ventanas de par en par y la escuela inglesa ha sido laminada, pura arqueolog¨ªa. Basta comprobar el once de Hodgson, marcado por jugadores tutelados esta temporada por un chileno (Pellegrini), un argentino (Pochettino), un alem¨¢n (Kl?pp) y dos holandeses (Hiddink y Van Gaal). La nueva generaci¨®n, la de chicos como Lallana, Delle Alli, Rose o Dier, interpreta el juego de otra manera, con m¨¢s agudeza y finura. La ¨²nica tiza genuina es la de Hodgson y sus ayudantes, Gary Neville entre ellos. Los que m¨¢s dudas despiertan.
Esta Inglaterra poco tiene que ver con los tiempos en los que desfilaba por los campeonatos con un mixto de marines y aviadores para las dos ¨¢reas. Algo ha prendido en la Premier, tan contracultural que hoy alguien como Rooney juega de arquitecto en el medio centro. M¨¢s simb¨®lico a¨²n: el ariete, Harry Kane, tiene la pinta del tanque ingl¨¦s de toda la vida, pero resulta que es quien ejecuta los saques de esquina. Hay otra vocaci¨®n, la pelota ya no es solo un artefacto que dinamitar por v¨ªa terrestre o a¨¦rea. Ya hay quien la mima un poco.
Rusia result¨® un equipo plano y sosaina, sostenido ¨²nicamente por el tendal de sus centrales, dos centuriones de guardia permanente como Vasili Berezutski (34 a?os) e Ignashevich (37). Sin ingenio, solo incordi¨® algo a bal¨®n parado y as¨ª rasc¨® el empate en el ¨²ltimo segundo, un azote inmerecido para su rival. Al contrario que Inglaterra, Rusia vuelve a ser muy rusa porque tras sonados fracasos ha dejado de exportar y pr¨¢cticamente todos sus alistados para este torneo militan en casa. Poco dice de una selecci¨®n que ser¨¢ anfitriona en el pr¨®ximo Mundial que sus tipos m¨¢s fiables, los centrales mencionados, sumen 214 partidos internacionales. Para una renovaci¨®n, Rusia tiene m¨¢s trecho que tiempo, su f¨²tbol parece momificado, sin gracia, por m¨¢s que rescatara un punto de la nada.
Rusia result¨® un equipo plano y sosaina, sostenido ¨²nicamente por sus centrales
No es que los brit¨¢nicos deslumbraran, pero siempre tuvieron mucha mejor intenci¨®n, con Rooney como punto de partido, en el ancla. El capit¨¢n no es ni una secuela del delantero que fue. Ha reculado y ahora articula el juego con sentido, con solvencia, marca las horas. Y no parece que pretenda enmascarar su treintena. Los a?os le han templado y ahora circula con m¨¢s cabeza que piernas. A su lado, Delle Alli y Lallana tienen buen manejo del bal¨®n y no se han prohibido el pelotazo. Lo mismo que los laterales, dos ventiladores sin freno como Walker y Rose. Una estupenda trenza entre el primero, Delle Alli y Lallana, con remate final de este ¨²ltimo que se alej¨® del gol por poco fue el reflejo de esta nueva Inglaterra. No fueron pocas las veces que hizo trabajar al meta ruso, Akinfeev, y casi siempre con jugadas y toques a ras de suelo.
A los ingleses el gol se les demor¨® m¨¢s de la cuenta, en parte porque les cuesta hacer el acorde¨®n. Al disponer de gente m¨¢s bien huesuda en el medio campo, futbolistas de poco hormig¨®n, el equipo se repliega con un 4-5-1, lo requiere movimientos en bloque. Fue Dier, el medio centro tap¨®n, quien abri¨® la lata. Otra se?al. El tradicional machote ingl¨¦s de medio campo tiene tacto para el lanzamiento de las faltas. En una de ellas bati¨® a Akinfeev, que bien pudo hacer algo m¨¢s. Poco antes, Rooney hab¨ªa disparado al poste derecho del guardameta del CSKA. Inglaterra estaba en alza, ganaba y gustaba. Pero el destino le hizo un quiebro con el tanto de Vasili Berezutski pasado el minuto noventa. Un cabezazo en globo al que Hart, portero ingl¨¦s, se limit¨® a echar un vistazo. Un patinazo imprevisto para quien m¨¢s mereci¨®. Inglaterra ha cambiado el molde, pero no su mal fario en las Eurocopas. Jam¨¢s ha ganado en sus diez partidos inaugurales. Ni esta atractiva nueva prole lo ha conseguido. Inglaterra, el menos campe¨®n con m¨¢s ruido de la historia (un t¨ªtulo es todo su bot¨ªn), tiene ante s¨ª un recorrido m¨¢s que interesante. Llegue donde llegue, la mutaci¨®n merece la pena seguirse con detenimiento.
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