Croacia muestra credenciales de equipo importante
Modric se exhibe y decide contra los turcos con una imponente volea en un partido por el que Arda Turan pas¨® de puntillas
El canon del f¨²tbol moderno estipula que para evolucionar como mediocentro por delante de la zaga deben alinearse futbolistas de tallaje, tipos fornidos con un punto rob¨®tico. Hay en ese rol excelentes int¨¦rpretes de esas caracter¨ªsticas, tambi¨¦n abundan los matracas, bastos percusionistas enojados con la pelota a los que se encomienda una misi¨®n en aras de un supuesto equilibro colectivo, cuando en realidad lo que propician es el tambaleo. Por eso hay que saludar con alborozo la presencia de futbolistas del pelaje de Luka Modric, que con un escueto f¨ªsico dominan los partidos desde el ecuador del campo. Hay un encanto especial en conseguir el mando con el bal¨®n en el piso justo en esa ubicaci¨®n, en que un peque?o pincel adorne entre tanta brocha gorda como abunda.
Modric decidi¨® un partido de trazo fino con una volea sideral a la que no respondi¨® de manera adecuada el meta Babacan, pero adem¨¢s dict¨® el juego con la partitura precisa para que Croacia desactivase a Turqu¨ªa y mostrase credenciales de equipo importante, bien acabado, maduro porque a la vera de Modric llegan futbolistas en su mejor momento y versi¨®n: excelente Rakitic, que jug¨® liberado en la mediapunta; punzante Perisic hasta que tuvo que dejar el c¨¦sped agotado y acalambrado; trabajador Badelj, el mediocentro de la Fiorentina, en auxilio de todos. Un equipo, en fin, bien asentado con dos centrales r¨¢pidos, Vida y Corluka, ambos con pasado como laterales, posici¨®n en la que Srna y Strinic no dejaron de ofrecer salidas. Quiz¨¢s todo ese andamiaje ech¨® en falta encontrar con mayor nitidez a un est¨¢tico Mandzukic, que en esta puesta de largo del grupo de Espa?a se hizo acreedor al puesto m¨¢s por la jeraqu¨ªa del que fue algo que por lo que es ahora.
Croacia debi¨® ganar con suficiencia, marc¨® justo antes del descanso y pudo sentenciar en el inicio de la segunda parte, pero lleg¨® al ep¨ªlogo con una incertidumbre que tuvo m¨¢s que ver con lo ajustado del marcador que con el despliegue de su oponente. Turqu¨ªa fue un equipo tibio, nada sobrado de recursos, afortunado porque no le cerraron el partido. Pudo hacerlo Srna con un libre directo que se fue al larguero o Perisic con un testarazo que tambi¨¦n se fue al travesa?o, pero nunca pareci¨® que los turcos estuviesen en condiciones de hacerles ni siquiera cosquillas al combo balc¨¢nico.
Turqu¨ªa fue un equipo tibio, nada sobrado de recursos. Apenas hizo cosquillas a su rival
Con el paso de los minutos Croacia se guard¨®, trat¨® de hacerlo con la pelota, pero cuando no lo consigui¨® supo juntarse y convertirse en indescifrable para un rival sin luces entregado a que un chico de apenas 18 a?os, Emre Mor, las prendiese. A ese punto lleg¨® Turqu¨ªa porque Arda Turan pas¨® de puntillas por el Parque de los Pr¨ªncipes y apenas pasada la hora de partido el t¨¦cnico Fatih Terim decidi¨® que ya era suficiente y lo envi¨® a la ducha. Fue el primer cambio, justo cuando Turqu¨ªa deb¨ªa exponer para entrar de una vez en el partido. Arda ni siquiera hab¨ªa comparecido en ataque, esforzado como estuvo en tratar de contener sin ¨¦xito a Srna, que fue un torrente por la banda que deb¨ªa tapar el futbolista del Barcelona.
Sin la aportaci¨®n del que se supone su mejor futbolista, los turcos se abonaron al milagro o a que una falta cerca del ¨¢rea diera pie a su excelente pegador Hakan ?alhanogu. Pero incluso ah¨ª demostro Croacia calidad, en ese caso defensiva, para taparse sin conceder opciones. La resignaci¨®n lleg¨® al mayoritario sector turco del grader¨ªo parisino. Ahora su equipo deber¨¢ puntuar el viernes ante Espa?a, o al menos no ceder una dura derrota, para no quedarse con el agua al cuello.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.