Brasil se olvid¨® del juego

En los peque?os detalles, en una conversaci¨®n en un bar, en la elecci¨®n de un directivo o en la decisi¨®n de un entrenador, percibes c¨®mo el f¨²tbol se interpreta en una sociedad. Hace tiempo que Brasil se ha comenzado a descapitalizar de algo tr¨¢gico para su cultura. Hace ya un tiempo que en la sociedad brasile?a se ha dejado de hablar de f¨²tbol y se ha empezado a darle la espalda a su historia, a su esencia; en definitiva, a su manera de sentir. La playa, la m¨²sica y la pelota forman (o formaban) parte de un patrimonio cultural. Brasil quiso ir a buscar la verdad a Europa y comenzaron a importar una serie de conceptos, ligados a un f¨²tbol de par¨¢metros cient¨ªficos y musculares, y emprendieron un camino hac¨ªa el valor f¨ªsico del jugador, hac¨ªa la capacidad t¨¢ctica, y se olvidaron de la t¨¦cnica y de las nociones del juego.

El jugador siente si no se habla de f¨²tbol en una sociedad

A partir de entonces hubo una distorsi¨®n de lo que siente Brasil por su f¨²tbol y, lo m¨¢s preocupante, es que esa distorsi¨®n se va heredando y puede interferir en la gen¨¦tica de los jugadores. Siempre va a existir un Neymar o un Ganso (es incompresible que no haya disfrutado de minutos en la Copa Am¨¦rica), pero en alg¨²n punto el jugador siente cu¨¢ndo no se habla de f¨²tbol en una sociedad. ?Por qu¨¦? Porque cuando el futbolista entra a la cancha lleva consigo una carga social, no es algo ret¨®rico. Hoy se apilan jugadores fuertes y veloces. ?Y el talento? El talento se utiliza como algo complementario y es justamente a partir del talento que se puede armar un equipo ordenado. Nunca a partir de un equipo ordenado va a aparecer la inspiraci¨®n. El talento se puede ordenar, pero al orden no se le puede dar talento.

En Argentina hay una especie de mandato social muy fuerte de ganar

La idea de un directivo puede ser: ¡°Voy a contratar a Dunga porque tiene cara de serio y va a convertir a Brasil en un equipo ganador¡±. Para la Canarinha, en cualquier caso, no era una prioridad esta Copa Am¨¦rica, su objetivo son los Juegos Ol¨ªmpicos, pero el da?o ya est¨¢ hecho. Pero pegarle a Dunga no tiene sentido, podr¨ªan haber estado Neymar y Douglas Costa, peo cuando se utiliza el doble pivote y se sospecha del talento¡­ Frente a Per¨² el equipo estaba agonizando y Ganso en el banquillo. El ¨²nico tipo que pod¨ªa aportar una ocurrencia en los ¨²ltimos metros miraba el partido desde fuera. En esas circunstancias es cuando te das cuenta de qu¨¦ material est¨¢ hecho un entrenador, en ese momento es cuando las m¨¢scaras se caen.

En Argentina la situaci¨®n no es muy diferente, aqu¨ª hay como una especie de mandato social muy fuerte de ganar, que no s¨¦ si los jugadores lo viven o no, creo que s¨ª por la veces que la selecci¨®n se ha quedado sin el premio mayor. Da la sensaci¨®n de que los jugadores cargan con esa mochila. Ahora, sin Brasil ni Uruguay, las circunstancias parecen favorables. El resto de los equipos parecen estar al alcance de Argentina, pero existe el escollo de la competencia. El f¨²tbol tiene una ley propia por la que uno m¨¢s uno no siempre es dos, sobre todo en las competiciones cortas en las que no hay revancha y el azar es una componente inevitable.

En M¨¦xico la salida de la pelota desde atr¨¢s es innegociable

Colombia es un equipo fuerte, tiene dos o tres jugadores muy interesantes, sumado a una estructura de juego consolidada. Es un equipo dentro de todo confiable, con todo lo que significa la palabra confiable. Estados Unidos ha dado un paso adelante. Es un conjunto que juega con mucha frescura, hasta con insolencia. Construido a imagen de su entrenador. Klinsmann es un aventurero. Todav¨ªa tengo la imagen de la selecci¨®n alemana del Mundial del 2006, un equipo que ya le estaba avisando al mundo de que algo hab¨ªa cambiado. En Estados Unidos el f¨²tbol es un deporte marginal, no se pasa de los potreros al f¨²tbol profesional, est¨¢ la universidad de por medio. Eso quiere decir que todav¨ªa sigue faltando la picard¨ªa, la travesura, componentes intangibles, que se encuentran en el f¨²tbol de la calle. Sin embargo, creo que con Klinsmann, Estados Unidos, a su manera, ese paso lo han dado.

EE.UU juega con frescura, es un equipo a imagen de Klinsmann

La llave m¨¢s interesante es la de Chile y M¨¦xico. La selecci¨®n chilena es una caja de sorpresas que todav¨ªa se est¨¢ adecuando a su nuevo entrenador despu¨¦s del grand¨ªsimo trabajo de Sampaoli. Ya no est¨¢ Valdivia y su ausencia se nota. Por momentos se convierte en un equipo desbocado y ya no manejan bien la pausa, un par¨¢metro que, sin perder el v¨¦rtigo, dominaba muy bien el equipo anterior. M¨¦xico juega a una velocidad impresionante. Jes¨²s Corona y Chicharito son dos grandes delanteros y tiene volantes con recorrido internacional. Osorio ha construido un equipo que, sin caer en el apresuramiento, tiene v¨¦rtigo y es vers¨¢til t¨¢cticamente. Juegan desde atr¨¢s, la salida desde abajo es un hecho cultural desde Lavolpe, un hecho innegociable, jam¨¢s se revolea la pelota. Y M¨¦xico tiene a Rafa M¨¢rquez, el tipo que se acopla al equipo. Rafa es un estratega, el jugador que marca el pulso. Dice mucho que a sus 37 a?os est¨¦ en la selecci¨®n. Es el l¨ªder del equipo.