El ¨²ltimo h¨¦roe de las 24 horas de Le Mans
Fr¨¦d¨¦ric Sausset es el primer amputado de las cuatro extremidades que participa en la m¨ªtica prueba de resistencia
A Fr¨¦d¨¦ric Sausset (Blois, Francia, 1969) nadie le habr¨ªa hecho creer que un d¨ªa cruzar¨ªa la meta de las 24 horas de Le Mans cuando su padre le contaba las haza?as de Jacky Ickx, Henri Pescarolo o Derek Bell a pie de pista. Y menos a¨²n que lo iba a hacer sin brazos ni piernas por culpa de una septicemia necrosante.
Fue en julio de 2012 cuando, en plenas vacaciones, a Sausset le cambi¨® la vida. En la regi¨®n costera de Landes, un simple rasgu?o en un dedo de su mano par¨® el tiempo. Una bacteria se adentr¨® en su cuerpo y le oblig¨® durante meses a luchar contra la muerte. Los m¨¦dicos optaron por cortarle las dos piernas, un brazo y una mano para detener la expansi¨®n de la septicemia. Este empresario franc¨¦s se prometi¨® que correr¨ªa las 24 horas de Le Mans, fuera como fuera. Este domingo, llor¨® al cruzar la bandera a cuadros.
En la m¨¢s legendaria carrera de resistencia, que se disputa desde 1923 en el circuito de La Sarthe (13,6 kil¨®metros) y que pone a prueba ps¨ªquica y f¨ªsicamente a los pilotos, ¨¦l es uno m¨¢s. Pero ni sus manos ni sus piernas le ayudan como al resto. Desaparecieron en el oto?o de 2012 para salvar su vida. Apasionado del automovilismo desde peque?o, nunca antes hab¨ªa competido, hasta que en marzo de 2015 comenz¨® a prepararse para su mayor reto.
¡°Cuando era ni?o, era un apasionado de las carreras de coches. Iba al colegio con un cochecito peque?o de carreras y a las 24 horas de Le Mans con mi padre¡±, cuenta por tel¨¦fono desde el box del equipo SRT41 ¡ªcreado por ¨¦l mismo en 2013¡ª en Le Mans. El pasado fin de semana, el franc¨¦s pilot¨® a m¨¢s de 300 kil¨®metros por hora en un trazado exigente y junto a otros 59 coches. De noche, a ritmo constante, super¨¢ndose a s¨ª mismo, recibiendo los aplausos del resto, sin fallar en ning¨²n momento.
Coche de carreras adaptado
El prototipo LMP2 ¡ªsegunda categor¨ªa de la prueba¡ª, de chasis Morgan y motor Nissan, ha sido adaptado para que pueda pilotarlo. El acelerador y el freno est¨¢n conectados a un artilugio que permite accionarlos con el cu¨¢driceps de cada pierna. En vez de volante, una pr¨®tesis sujeta a su brazo derecho se engancha en la direcci¨®n del coche. Las marchas son autom¨¢ticas, especialmente preparadas para este circuito. Cuando sus otros dos compa?eros toman el relevo, el volante y los pedales habituales sustituyen el peculiar sistema.
Para entrar en el estrecho habit¨¢culo, una p¨¦rtiga movida por los mec¨¢nicos del equipo permite a Sausset introducirse y un bot¨®n eyecta su asiento ¡ªcomo en los aviones de combate¡ª en caso de accidente. Durante estos tres a?os, ha contado con la ayuda y la experiencia del piloto Christophe Tinseau, que ha participado 12 veces en la carrera. Ambos han compartido equipo con Jean-Bernard Bouvet, que este domingo complet¨® su novena cita con Le Mans, para acabar 38?.
Sausset reconoce que la aventura en la que se embarc¨® tras pasar 10 meses entre el hospital de Bayona y el de Tours ¡°es una venganza por lo que me pas¨®¡±. ¡°Hab¨ªa dos opciones: o vivir o dejarte morir¡±, dice. ¡°Ten¨ªa que encontrar algo grande que me inspirara y me exigiera mucho esfuerzo. Era la ¨²nica manera de seguir viviendo¡±. Lo encontr¨® entre pistones, gasolina y competici¨®n.
Este empresario, que tiene varias tiendas de ropa en la regi¨®n de Loir-et-Cher, todas las ma?anas acude a la oficina en su coche adaptado. Se desplaza en silla de ruedas y cuenta con una pr¨®tesis m¨¦dica en uno de sus brazos. Ante el ordenador, no necesita ayudas: es capaz de teclear y manejarlo con agilidad. Por la tarde, hace nataci¨®n, bicicleta y fortalece sus m¨²sculos en el gimnasio. En casa no puede cortar la carne o lavarse por s¨ª mismo, pero es capaz de rodar a m¨¢s de 300 kil¨®metros por hora.
Ha demostrado poder marcar tiempos notables para un piloto amateur, pero recuerda lo preocupado que estaba la noche antes de rodar por primera vez con el prototipo en el circuito de Montmel¨® (Barcelona): ¡°Me preguntaba: ¡®?Ser¨¦ capaz de pilotarlo o no estar¨¦ preparado todav¨ªa?¡¯, porque era un gran paso y hab¨ªa mucha expectaci¨®n alrededor¡±. Sensaciones similares a las de este s¨¢bado antes de su primer relevo. ¡°La presi¨®n era muy grande¡±, aseguraba este domingo Sausset.
Las 24 horas de Le Mans poseen un aura especial por su duraci¨®n, por los cambios de l¨ªderes, por las historias personales de quienes las corren y porque todo puede pasar antes de cruzar la l¨ªnea de meta, un d¨ªa despu¨¦s de haber encendido el motor. Habiendo superado las seis horas m¨ªnimas que el reglamento obliga a disputar a cada piloto, sin cometer ni un solo error y con el reconocimiento del mundo del automovilismo, Sausset es el ¨²ltimo gran h¨¦roe de Le Mans. ¡°Cruzar la meta ha sido el comienzo de mi segunda vida¡±.
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