Francia saca m¨²sculo ante Suiza y nada m¨¢s
El equipo de Deschamps firma tablas con Suiza en un duelo f¨ªsico. Ambas selecciones pasan a octavos
A Francia no le interesa la posesi¨®n como presumi¨® Didier Deschamps antes de arrancar el torneo. Ni le va ni le viene, como tampoco le seduce la pausa ni el control sino que vive del f¨ªsico hasta las ¨²ltimas consecuencias. Tanto da que el t¨¦cnico se queje del c¨¦sped ¡ªel de Lille, como el de Marsella, est¨¢ terriblemente mal¡ª si de lo que se trata es de sacar m¨²sculo como hizo frente a Suiza, en un partido de lo m¨¢s amable porque su clasificaci¨®n para octavos ya estaba cerrada. Pero fue un aut¨¦ntico correcalles que record¨® a un duelo de la NBA, donde se agota el tiempo para pasar al campo rival. Y de tanto correr, a unos y otros se les olvid¨® el gol. Aunque no el salvoconducto para la siguiente ronda; Francia como primera y Suiza por detr¨¢s.
El manual helv¨¦tico, como tantos otros en esta generosa Eurocopa de 24 selecciones, es el de un equipo menor: defensa en campo propio con las l¨ªneas bien apretujadas para salir con urgencias a la contra. La t¨¢ctica quedaba validada por los sprints de Shaqiri por la derecha y por los el¨¦ctricos movimientos de arrastre, apoyo y sobre todo al hueco de Embolo, un delantero que de tener un quarterback por detr¨¢s se hubiese puesto las botas frente a Rami, exclusivamente c¨®modo con el cuerpo a cuerpo y de lo m¨¢s torpe cuando le sacaban de sitio. Pero tras Embolo rodaban balas de paja como en el antiguo Oeste, acaso alg¨²n que otro centro del incombustible Lichtsteiner. No hubo noticias de Xhaka ni de otros medios suizos, m¨¢s pendientes del retrovisor que de colonizar la porter¨ªa rival.
Recobr¨® anoche Deschamps el 4-3-3 en vez del 4-2-3-1 que a punto le hace fracasar ante Albania. Descansaron Kant¨¦ y Giroud, apercibidos, y tambi¨¦n el h¨¦roe nacional: Payet. Pero casi es lo mismo que jueguen unos u otros porque m¨¢s que una idea, Francia tiene una receta de juego: centrales rudos, laterales veloces que corrigen ¡ªpero apenas suben¡ª, centrocampistas box to box (de ¨¢rea a ¨¢rea), extremos de rapidez supers¨®nica y un delantero boya. Y con eso se trata de ganar las diferentes batallas f¨ªsicas (de fuerza o velocidad) en todo el campo.
De ida y vuelta
Aunque frente a Suiza se esmer¨®, sobre todo, en correr m¨¢s, en jugar un duelo de ida y vuelta donde Griezmann y Coman se lo pasaban pipa con las galopadas en profundidad. Al tiempo, Pogba se hac¨ªa el rey del M¨¦tropole de Lille porque con sus zancadas llegaba donde la imaginaci¨®n de los dem¨¢s. En una de esas, se la cedi¨® Gignac y el bal¨®n, caprichoso, bes¨® el larguero despu¨¦s de que a Sommer se le escurriera de las manos. Lo volvi¨® a probar Pogba tras una asistencia de Coman, pero en esta ocasi¨®n el meta puso firme la manopla. Y disfrut¨® de una m¨¢s el 15 de Francia, que en una contra chut¨® con el empeine zurdo y de nuevo el travesa?o, casi la cruceta, se interpuso en su camino. ¡°?Pogba, Pogba!¡±, gritaba la grada.
Le faltaba el gol a Francia, que tambi¨¦n tuvo un par de ocasiones de Gignac y alg¨²n chut tibio de Griezmann. Y no parec¨ªa echarlo de menos Suiza, que cuando llegaba a la zona de tres cuartos se agitaba para probar fortuna con los disparos lejanos. Ni Xhaka ni Ricardo Rodr¨ªguez enfocaron bien. El foco estaba en el otro lado, donde Griezmann, que ya dio con sus huesos en el segundo partido como castigo por un estreno desbravado, se resisti¨® a su suerte y lo prob¨® en un par de ocasiones m¨¢s. Pero Sommer, que le cuesta atrapar el bal¨®n, es fenomenal en el despeje y silenci¨® a Lille.
Hasta que sali¨® Payet cuando quedaba un cuarto de hora. Un futbolista que conduce con la cabeza alta, que quiere el bal¨®n para jugar a partir de ¨¦l y que encima tiene llegada. Aunque su remate, despu¨¦s de una cabalgada de Sagna, lo repeli¨® el larguero. Payet no es excesivamente r¨¢pido, no va al choque y no le sobra m¨²sculo. Pero, casualidades de la vida, tiene sitio en Francia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.