Joan Creus deja la direcci¨®n deportiva de un Bar?a en plena crisis

Joan Creus no seguir¨¢ como director deportivo del Barcelona tras haberse consumado la segunda temporada sin t¨ªtulos del equipo azulgrana. Creus relev¨® en el cargo a Zoran Savic en el verano de 2008. Su trayectoria en el club azulgrana ha transcurrido siempre junto a Xavi Pascual como entrenador del primer equipo.

¡°Es el momento de dejarlo¡±, argument¨® Creus en Bar?a TV. ¡°Y eso es independiente de haber perdido la Liga. Yo ya hab¨ªa decidido en mayo. Pero, adem¨¢s, si no consigues los objetivos marcados por el club, debes dar paso a otros proyectos y a otras ideas. Es agradecido trabajar aqu¨ª, pero se acaba una etapa, y lo tengo claro¡±.

Creus, que tras la llegada al organigrama de Rodrigo De La Fuente en octubre, pas¨® a ostentar el cargo de manager, est¨¢ ya al margen de la toma de decisiones. La m¨¢s candente es la que afecta a la continuidad de Xavi Pascual, que tiene un a?o m¨¢s de contrato, pero que probablemente no siga en el cargo. ¡°Si el club busca un sustituto para m¨ª, ser¨¢ ¨¦l quien tome las decisiones¡±, dijo Creus.

El manager de la secci¨®n de baloncesto considera que la pasada temporada se introdujeron muchos cambios en la plantilla y que ahora no son necesarios demasiados retoques. ¡°Cambiando pocas cosas, este equipo est¨¢ en el buen camino¡±, asegur¨®. Explic¨® que, hasta ahora, exist¨ªa una norma escrita seg¨²n la cual uno de los objetivos es ganar uno de los tres grandes t¨ªtulos de cada temporada (Copa, Liga o Euroliga). ¡°Ahora en el plan estrat¨¦gico del club est¨¢ escrito ganar uno de esos tres t¨ªtulos. Y no hemos logrado el objetivo¡±.

El equipo azulgrana no gan¨® nada en la temporada 2014-2015 y en la que acaba de concluir no ha conseguido estabilizarse ni ganar una fiabilidad suprema, a pesar de que victorias de much¨ªsimo m¨¦rito contra el Madrid, el Olympiacos, el CSKA o el Baskonia, y de haber concluido la fase regular de la Liga en la primera posici¨®n. Pese a ello siempre dej¨® ver costuras, sembr¨® sospechas sobre su empaque. Las lesiones, especialmente las de Lawal, Dorsey, Ribas y Abrines, han pesado. Pero se supon¨ªa que una plantilla con 14 jugadores y un club con el potencial para fichar en casos de emergencia ¨Ccomo as¨ª fue cuando contrat¨® a Dorsey para suplir a Lawal- deb¨ªa estar preparado para ese tipo de contingencias.

Aument¨® la discontinuidad en su juego en paralelo a una serie de cuestiones capitales: la gesti¨®n de los minutos y el papel de Navarro, un l¨ªder que acaba de cumplir 36 a?os, y la de su hipot¨¦tico sucesor Abrines, la p¨¦rdida de confianza en una pieza que deb¨ªa ser importante como Arroyo, las limitaciones evidentes de Samuels y Lawal, la tibieza en las apuestas por Vezenkov y Eriksson, sin dejar de lado la discontinuidad en el rendimiento de jugadores fundamentales en el equipo como Satoransky, Doellman y Tomic.

Los tropiezos se sucedieron. El de la Copa del Rey, ante el Bilbao, encendi¨® las alarmas. La reacci¨®n de Pascual, entonces, transparent¨® que no se sent¨ªa arropado. La desesperaci¨®n le llev¨® a proclamarse en p¨²blico el m¨¢rtir de la situaci¨®n. ¡°Lo hice todo mal¡±, afirm¨®. ¡°Todo el mundo sabe, todo el mundo ha dado en la clave de la realidad. El partido lo perd¨ª yo. Sabemos que perder la Copa hace mucho da?o. Llev¨¢bamos 20 finales ACB seguidas. Pero no s¨¦ si a la 21, por una a la que no se llega, toca ¡®matar¡¯ al entrenador o no¡±.

La temporada continu¨® con un segundo rev¨¦s trascendente en la Euroliga. El Barcelona afront¨® los cuartos de final con fundadas esperanzas. Su potencial parec¨ªa superior al del Lokomotiv Kuban, por m¨¢s que le equipo ruso tuviera el factor cancha a su favor. La sensaci¨®n se acrecent¨® cuando el Bar?a fue capaz de ganar un partido en Rusia. Pero su derrota en el cuarto, en el Palau y tras una pr¨®rroga, le conden¨® sin remisi¨®n. Y as¨ª hasta una final de Liga en la que recibi¨® m¨¢s de 90 puntos en cada uno de los cuatro partidos.

Tras la derrota del mi¨¦rcoles, Pascual asumi¨® su responsabilidad e insinu¨® su sospecha de que su suerte como entrenador del Barcelona est¨¢ echada: ¡°El balance no es satisfactorio. Estamos para ganar t¨ªtulos. Pero para ello se necesita una combinaci¨®n de cosas y todos deben trabajar y hacerlo muy bien. El entrenador es la cabeza visible y entiendo c¨®mo funciona este mundo. Estamos en primera l¨ªnea, pero nos hemos encontrado con un Madrid muy fuerte¡±.