Bale, Griezmann, gente que gana partidos

Una de las mejores selecciones de la Eurocopa ya se fue a su casa, a Croacia concretamente. Una de las m¨¢s pobres, de juego que no de esp¨ªritu, sigue en el torneo. F¨²tbol, se llama esto tan absurdo. Portugal tiene en el horizonte las semifinales, si elimina en cuartos a una Polonia que avanza de tumbo en tumbo sin que Lewandovski d¨¦ las buenas tardes, y cuando las d¨¦ igual ya es de noche. Vamos, que est¨¢ Portugal donde se la pod¨ªa esperar, dado qui¨¦n es el due?o de su n¨²mero siete, pero donde no ha merecido estar. Salv¨® la primera fase de milagro, gracias a un sublime taconazo y un brutal cabezazo de Cristiano, que sali¨® ante Hungr¨ªa al rescate de un equipo que est¨¢ cogido con papel de fumar. Pero el problema de Cristiano, o la virtud, es que le resulta sencillo dejar a uno en mal lugar. Se puede decir de ¨¦l que tiene reacciones de cretino, como tirar el micro de un periodista a un lago o criticar a la min¨²scula y extraordinaria Islandia por jugar a la defensiva. Y se puede argumentar, en lo futbol¨ªstico, que su regate ha desaparecido, su velocidad menguado y su acierto a bal¨®n parado es irrisorio. Y una vez se ha dicho eso, puede ocurrir, y ocurre, que el chico aparezca en el sitio adecuado en el momento justo y se saque un golazo de no se sabe d¨®nde. Pero siempre habr¨¢ quien diga que eso es lo ¨²nico que se puede esperar de un jugador que ya solo es el mejor rematador del planeta, un asunto menor, quiz¨¢.

Pero no est¨¢ siendo Cristiano protagonista de esta Eurocopa. Lo est¨¢ siendo de una Portugal que no se ha marchado a¨²n a Lisboa porque Croacia le perdon¨® la vida. Los focos del torneo se dirigen a esta hora, adem¨¢s de a Islandia en pleno, a dos jugadores que han cogido la sana rutina de ganar partidos. Uno es Bale, ese chico que lleva sobre los hombros un pa¨ªs entero, que por peque?o que sea debe pesar lo suyo. Hubo d¨ªas en los que Bale cog¨ªa la pelota y exist¨ªa la sensaci¨®n de que iba a pasar algo. Hoy coge la pelota y existe la seguridad de que algo va a pasar. Y pensar que de este t¨ªo se ha dicho que era un caballo desbocado, que no entend¨ªa el f¨²tbol, que no era din¨¢mico, que era un verso suelto, sin capacidad de improvisaci¨®n, un corredor de fondo, 100 millones tirados a la basura por esos caprichos de Florentino, para qu¨¦ le necesitaba el Madrid, habrase visto¡­ Bale ha cogido la elogiable costumbre de ganar partidos no solo marcando goles sino convirtiendo centros en goles. Tiene a Gales en cuartos porque as¨ª se le ha puesto a ¨¦l en el deplorable quiqui que adorna su cabeza. La posibilidad de acceder a semifinales, previo duelo con B¨¦lgica, convertir¨ªa a Gales en la selecci¨®n peque?a m¨¢s grande del f¨²tbol europeo.

Pero la Eurocopa, de momento, deja otro nombre propio, otro de esos futbolistas al que sus compa?eros limpian las botas en se?al de pleites¨ªa. Es Griezmann, un chico capaz de rescatar a Francia del desastre con todo el pa¨ªs detr¨¢s en estado de p¨¢nico total. El crecimiento de Griezmann como futbolista es avasallador. Ya durante la temporada, la falta de gol del Atl¨¦tico le oblig¨® a asumir el liderazgo en ataque casi a empujones. Lo mismo le sucede con Francia, que transita por el torneo de susto en susto pero sin descomponer el gesto. Y no lo descompone gracias a este futbolista de rostro ani?ado al que le ha dado por ganar partidos, eso que solo hacen los elegidos, que visto lo visto no son muchos.