Federer-Willis: ¡®Football¡¯ en La Catedral

Seguro que Roger Federer, futbolero de pro, no se lo tendr¨¢ en cuenta al p¨²blico de Wimbledon, que tiene un respeto reverencial por el suizo y siente devoci¨®n por ¨¦l, que por algo ha ganado en La Catedral m¨¢s t¨ªtulos (7) que nadie. Ocurre que esta vez, Federer ten¨ªa enfrente a Marcus Willis, ingl¨¦s, monitor de tenis, 772 del mundo; ganador de un solo partido en un Grand Slam, zurdo, bonach¨®n y fondoncete. El protagonista de una rocambolesca historia que concluy¨® este mi¨¦rcoles, cuando Federer (6-0, 6-3 y 6-4, en 1 h 25m) puso el broche a su aventura, que tuvo un tinte futbolero por el tremendo ambiente que se vivi¨® en la pista central, convertida esta vez en un estadio de la Premier League, con los aficionados cantando y mene¨¢ndose constantemente.

Obviamente, el resultado era previsible. Sin pisar el acelerador, Federer cerr¨® el primer set en solo 24 minutos, aunque por eso de congraciarse con la grada y seguir el guion de la fiesta dej¨® hacer un poco m¨¢s a Willis en las dos siguientes, resueltas en 28' y 33'. Tambi¨¦n era predecible el respaldo absoluto del respetable hacia Willis, que, como suele ocurrir en estos casos, lo hizo lo mejor que pudo y disfrut¨® como un enano de la experiencia de jugar frente a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos y, por si fuera poco, en casa, en toda una Catedral.

Cada punto del ingl¨¦s se festej¨® como un gol, con el gent¨ªo en pie, a plena voz. Nada que ver con la atm¨®sfera silenciosa que habitualmente se respira en esta pista. Esta vez, el hecho de que la lluvia obligase a emplear la cubierta retr¨¢ctil aument¨® todav¨ªa m¨¢s los decibelios y aliment¨® el show. Willis, un tipo bromista y de risa f¨¢cil, en Wimbledon despu¨¦s de ganar un torneo local y otros tres partidos en la previa clasificatoria, tambi¨¦n contribuy¨® lo suyo. Le ara?¨® siete juegos al heptacampe¨®n del grande brit¨¢nico y actu¨® en sincron¨ªa con la gente, que ped¨ªa fiesta.

Fue una sensaci¨®n incre¨ªble. Ya puedo decir que le hice un globo a Roger Federer... Marcus Willis

Y la hubo, aunque m¨¢s que tenis, lo que aconteci¨® fue football. Y al terminar el partido, con un rev¨¦s largo de Willis que Federer dej¨® pasar, todo el mundo se puso en pie. La liturgia dice que el ganador debe acudir al centro de la pista para el saludo de rigor, pero el suizo, elegante hasta en pijama, cedi¨® el paso a su rival. Este se fue hacia el centro y devolvi¨® el arrope con aplausos. La Catedral rugi¨®. Ya lo dec¨ªa Federer hace unos d¨ªas: este es el tipo de peque?as-grandes historias que necesita su deporte. Un brindis a la raqueta.

Cerveza, una toalla y un recuerdo imborrable

"Fue incre¨ªble. Quiero decir: pista central, Federer... Creo que jugu¨¦ bien", explic¨® Willis, que se llev¨® bebi¨® una cerveza en el vestuario y se llev¨® una toalla de recuerdo a su casa. "Hubo muchos momentos. Jugu¨¦ un buen punto cuando le hice un globo; ya puedo decir que le hice un globo a Roger Federer... [risas]. ?l fue un caballero hoy, como lo es siempre", manifest¨® Marcus, que en su camiseta (de la marca que luce el suizo) llevaba las iniciales de su adversario ("la compr¨¦ hace un tiempo...") y que desconoce si ahora podr¨¢ ganar m¨¢s de 30 libras por hora como profesor. "No s¨¦, eso tienes que pregunt¨¢rselo a mi jefe. No estoy aqu¨ª por dinero, aunque un extra no viene mal para saldar mis deudas... [risas]".

Previamente hab¨ªa hablado Federer. "Disfrut¨¦", dijo el de Basilea, que sum¨® su 81? triunfo en Wimbledon y, por tanto, m¨¢s que en ning¨²n otro torneo (80 en Australia); "pienso que ¨¦l jug¨® muy bien. Tuve mi porcentaje de apoyo, pero ¨¦l merec¨ªa m¨¢s, sobre todo en los momentos importantes. Hizo algunos puntos fant¨¢sticos y pele¨® duro. ?l tambi¨¦n ten¨ªa mucha presi¨®n hoy y supo manejarla muy bien. Siempre recordar¨¦ este partido".