Un dietista para Pep
Begiristain lidera la construcci¨®n del Manchester City con Guardiola, como antes hizo con el Bar?a de Rijkaard o del propio Pep y con el City de Pellegrini
Algunas ma?anas, a Txiki Begiristain, (Olaberria, 51 a?os) le viene a la cabeza la frase de su madre: ¡°Sois vosotros los que os fuisteis¡±, suele decirle a sus hijos cuando llevan demasiado tiempo sin ir a visitarla. Ella, ya mayor, no se mueve del pueblo. Y el director deportivo del Manchester City, enfrascado en construir un equipo a partir de la piedra angular de Guardiola, hace d¨ªas que le debe una visita. A ella y a su padre. A menudo, piensa en ellos.
Y en la suerte que ha tenido, de San Sebasti¨¢n a Barcelona y de ah¨ª Manchester, pasando por La Coru?a y Yokohama. Y entonces, cuando deja a su hija en el colegio, el mismo al que asistir¨¢n los hijos de Guardiola, llega a su despacho y cruza los dedos deseando que le llame su jefe, Ferr¨¢n Soriano, el CEO del club, y le confirme que s¨ª, que al fin, han encontrado un dietista para Pep. Y le entra la risa porque mientras busca un extremo, necesita a alguien que haga caso a Pep y ense?e a comer a sus futbolistas: ¡°Los quiere finos, finos¡±, sostienen en el cuerpo t¨¦cnico.
Begiristain est¨¢ construyendo su cuarto proyecto deportivo con las mismas directrices de siempre. No est¨¢ Cruyff y no puede pedirle consejo para terminar haciendo lo que quiere o puede, pero no duda, porque la verdad se la ense?¨® Johan. Y tiene de asesor a Joan Patsy, lo cual siempre ayuda. Si construy¨® dos Bar?as, el de Rijkaard y el de Guardiola, y cuando desde Nueva York Pep le llam¨® para decirle que se iba al Bayern, arm¨® el City de Pellegrini, podr¨¢ con esto. Aunque, dice, le est¨¢ costando: ¡°Es el m¨¢s dif¨ªcil de todos, por las circunstancias, por el momento¡±, se le ha escuchado.
Con Guardiola han llegado Lorenzo Buenaventura como preparador f¨ªsico desde M¨²nich, Dom¨¦nech, Planchar y, desde Londres, Mikel Arteta para cerrar el cuerpo t¨¦cnico, que completa un mito, Brian Kiddy, y el vasco Xabier Mancisidor para trabajar con los porteros; Manel Estiarte y David Quintana, como asesores personales; ha fichado a Gundogan y a Nolito; est¨¢ a punto de cerrar un extremo (Leroy San¨¦, del Schalke) y a un central, (seguramente, John Stones, del Everton, tras la espantada de Laporte); ha contratado dos nuevos fisios ¡ªya son diez¡ª, a un recuperador, a otro m¨¦dico, pero le falta un dietista. Y Txiki, que no para.
Los pasillos de las oficinas deportivas del club son un hervidero de sudaderas azul celeste. Las puertas se abren como en una obra de situaci¨®n, y Begiristain aparece por unas y desaparece por otras; se le ve servirse un caf¨¦ mientras habla por tel¨¦fono y beb¨¦rselo casi de un trago antes de entrar en su despacho. Y al poco, sale y le pide a su secretaria, Amaya, una chica de car¨¢cter, vasca, la eficiencia hecha apoyo, que le organice un viaje. ¡°Ma?ana me voy de shopping¡±, se r¨ªe.
As¨ª, de viaje en viaje, de consulta en consulta con Pep Guardiola, est¨¢ construyendo un nuevo proyecto deportivo. Con todos gan¨®. No ser¨¢ por dinero que este salga mal. No hay presupuesto que le condicione: ¡°Hemos hecho las cosas bien, el a?o pasado ganamos 18 millones de euros y este vamos a presentar un super¨¢vit de casi 30¡±, advierten en los m¨¢s altos despachos del Etihad. All¨ª, los que conocen bien a Txiki, dicen que su manera de trabajar no ha cambiado nada desde los tiempos del Barcelona. ¡°Aqu¨ª trabaja m¨¢s tranquilo, porque la presi¨®n del entorno no tiene nada que ver. Es m¨¢s feliz¡±, dan por hecho quienes han compartido esta aventura desde el principio.
Las paredes del d¨²plex donde vive con Mara, su compa?era desde siempre, y sus dos hijos, hablan de que en Manchester ha empeorado en h¨¢bitos alimenticios y deportivos. ¡°Tonto no soy, cuando puedo ceno bien¡±, regatea r¨¢pido, como siempre. Pero comer, no come. ¡°Es que aqu¨ª comen muy pronto y no le he pillado el punto¡±, se r¨ªe. A las doce y media no tiene hambre y a las dos tiene reuni¨®n. Para ¨¦l, lo de Manchester es un proyecto deportivo y de vida.
¡°Es muy f¨¢cil trabajar con Txiki. Te entiende r¨¢pido y sobre todo, te respeta¡±, aseguraba Pellegrini en sus ¨²ltimas semanas como entrenador. ¡°Esquiva los problemas pero suele llegar a donde quiere¡±, dicen sus m¨¢s directos colaboradores. ¡°Sabes que tirado no te dejar¨¢¡±, sostienen miembros del cuerpo t¨¦cnico. ¡°Txiki es de fiar. Es mi amigo. No necesitamos ni esto para entendernos¡±, dice, acercando el pulgar al ¨ªndice, Guardiola, que fue presentado este domingo en el Etihad ante unos 11.000 aficionados. Hablan el mismo idioma desde que les junt¨® Cruyff.
Desconectar desconecta poco, ni siquiera en su hora diaria de bicicleta est¨¢tica, porque esto no es Premi¨¤ y salir a la carretera se hace duro. No puede jugar a p¨¢del con Sergi Barju¨¢n, as¨ª que si quiere hacer deporte, es de sal¨®n. No hay mal que por bien no venga, se ha hecho adicto las series, las ha visto todas y m¨¢s. Y camino de Dean Street, donde vive, hay d¨ªas que se acuerda de Olaberria, donde en verano, dicen, la luna es blanca y azul. Y de que le debe un ramo de flores a Mara, su compa?era de viaje. Ella tampoco sabe de d¨®nde sacar¨¢ un nutricionista para Pep.
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