Federer, a lomos de la ¨¦pica

Roger Federer es un tipo al que dif¨ªcilmente se le escapa cualquier tipo de emoci¨®n sobre una pista. El suizo controla la proyecci¨®n exterior hasta el punto de que quien asiste a uno de sus partidos tiene la sensaci¨®n de que ese fin¨ªsimo estilista est¨¢ hecho de cart¨®n piedra, de que el hombre que golpea con raquetazos de seda ni siente ni padece, ni se cansa, ni suda ni pesta?ea. Pero no. Federer, de puertas afuera, ni transmite ni pretende hacerlo, porque en el fondo sabe que cualquier indicio de euforia o de sufrimiento puede volverse en su contra y beneficiar a su rival. Es, metaf¨®ricamente hablando, un gran jugador de p¨®quer: fr¨ªo y enigm¨¢tico por fuera, pero un volc¨¢n en su interior.

Ayer, en su portentoso triunfo contra Marin Cilic (6-7, 4-6, 6-3, 7-6 y 6-3, despu¨¦s de 3h 18m), el p¨²blico de la central asisti¨® a un hecho extraordinario. El suizo, citado ahora en las semifinales de Wimbledon con Milos Raonic (6-4, 7-5, 5-7 y 6-4 frente a Sam Querrey), sufri¨® y lo exterioriz¨®, y finalmente, tras voltear el marcador a lomos de la ¨¦pica, tambi¨¦n rompi¨® el cors¨¦ que suele moderar su alegr¨ªa y la expres¨® por todo lo alto, brazos en alto, en el centro de La Catedral. ¡°Me anim¨¦ cuando vi que mi nivel crec¨ªa conforme avanzaba el partido. Mis piernas y mi espalda segu¨ªan all¨ª, as¨ª que eso me dio fuerzas¡±, admiti¨® luego, despu¨¦s de escapar a un asedio tremebundo.

Si hasta ahora hab¨ªa tenido encuentros pl¨¢cidos, perfectos para ir adquiriendo rodaje y rehabilitando poco a poco su juego y su cuerpo, el de ayer fue un test de m¨¢xima exigencia para ¨¦l. Este a?o, a excepci¨®n del Abierto de Australia, donde firm¨® un torneo m¨¢s que notable, no se le hab¨ªa podido calibrar a Federer; una primera lesi¨®n en el menisco (mientras ba?aba a sus gemelas) y problemas de espalda despu¨¦s le han ido obligando a parar una y otra vez, y a redise?ar su calendario. Total, pocos partidos y escasa presencia en las pistas. Una inc¨®gnita. Y m¨¢s teniendo en cuenta el factor de la edad, porque a punto de cumplir 35 a?os la anatom¨ªa tiende a ralentizar la recuperaci¨®n.

67 tiros ganadores y 27 'aces'

Lo de ayer supuso un examen en toda regla, frente a un ca?onero que le condujo al l¨ªmite y le forz¨® a la heroica. Cilic, ganador del US Open 2014 despu¨¦s de dejar en la cuneta al suizo, lleg¨® a disponer de tres bolas de partido para liquidar a Federer y terminar con el relato m¨¢s rom¨¢ntico de este Wimbledon. El croata, tutelado por su compatriota Goran Ivanisevic (vencedor en Londres en 2001), dispuso de tres opciones de match point durante el cuarto parcial, con 4-5, 5-6 y 6-7 en el tie break. Emergi¨® entonces el mito, el coloso, el gigante; el inmenso Federer, y con ¨¦l ese poderoso intangible para salir de la encerrona, para encontrar la llave, quitarse las esposas y abrir la jaula, hundida ya en el fondo del mar.

Me anim¨¦. Vi que mis piernas y mi espalda segu¨ªan all¨ª, as¨ª que eso me dio fuerzas Roger Federer

A medida que avanz¨® la ma?ana y se inclin¨® el terreno, no muchos pensaban que Federer ser¨ªa capaz de remontar dos sets adversos ante Cilic y lograr una victoria a tan largo recorrido, de cinco sets. El calor azotaba y la derecha del croata todav¨ªa m¨¢s. Sin embargo, el genio (67 tiros ganadores y 27 aces, por 59 y 23 de su adversario) tambi¨¦n sabe sufrir, aunque no acostumbre a transmitirlo. Sabe apretar los dientes como nadie. Sabe resistir y eso le permiti¨® ayer firmar su 307? victoria en un partido del Grand Slam, por lo que ya supera a Martina Navratilova y le concede el r¨¦cord en exclusiva, e igualar la cifra (87) de Jimmy Connors sobre el tapete del All England Tennis Club.

Ahora, su 11? semifinal en el majorbrit¨¢nico, frente a Raonic. Y el sue?o de elevar su 18? trofeo del Grand Slam sigue muy vivo.?¡°Pele¨¦, lo intent¨¦, cre¨ª. Y, al final, lo consegu¨ª. Lo de hoy fue ¨¦pico. Probablemente, si echo la vista atr¨¢s es uno de los grandes partidos de mi carrera. No recuerdo haber remontado nunca dos sets aqu¨ª, en Wimbledon¡±, concluy¨® Federer en la sala de prensa. Porque los genios y los artistas, para vencer o crear, tambi¨¦n son conscientes de que el proceso requiere de penalidades. Bien lo sabe Federer, que hoy d¨ªa se aplica. Y todo el mundo a sus pies. Otra vez.