Contador, en su nudo de v¨ªboras
El pinte?o, que perdi¨® 33 segundos respecto a los favoritos, cruz¨® la meta solo, ni un rival ni un compa?ero de equipo a su lado, y herido
"?Judas! ?Son todos unos Judas!". Ya que el sol que quemaba llegaba rebotado del Averno y de sus volcanes que rodean la meta del Lioran, en el Cantal, Alberto Contador podr¨ªa haber pedido prestadas sus palabras venenosas contra Anquetil y Bobet que no le ayudaron a Rapha?l Geminiani, traicionado el Tour del 58, que vive ah¨ª al lado, pegado al Puy de D?me, y encarna como ninguno el esp¨ªritu volc¨¢nico y el car¨¢cter del ciclismo de su ¨¦poca. Y le habr¨ªa dado apoyo esc¨¦nico Poulidor, que acaba de cumplir 80 a?os y lo celebr¨® viendo pasar al Tour por su pueblo, Saint Leonard de Noblat, con una camiseta amarilla y una gorra Mercier pocholamente en equilibrio sobre su cabeza blanca, la visera debidamente levantada, y cuando le preguntan por Bahamontes, mercurial y mesetario, siempre dice "?Ah, Fede, el picador!"
Contador perdi¨® 33 segundos ante Froome y Nairo en la meta del Lioran, que cruz¨® el 30?, solo, ni un rival ni un compa?ero de equipo a su lado, y herido. Unos segundos delante de ¨¦l entr¨® su compa?ero Rafal Majka, que hab¨ªa estado en fuga todo el d¨ªa; y tambi¨¦n, delante, por un suspiro, otro corredor del Tinkoff, Roman Kreuziger, el checo al que vocearon sus directores por el pinganillo cien veces que se quedara con su l¨ªder y que no lo hizo alegando no haber o¨ªdo nada, y ya marcha 18? en la general, 1 minuto y 10 segundos mejor que su jefe. Esos son los hombres de confianza que deb¨ªan haber ayudado al espa?ol a ganar su Tour.
"S¨ª, en el ¨²ltimo kil¨®metro hubo un poco de desorganizaci¨®n en el equipo, pero no hay que darle m¨¢s vueltas", dijo simplemente Contador, quien despu¨¦s de dos ca¨ªdas, con una pierna renqueante e hinchado por el cambio metab¨®lico producido en su organismo por los golpes, se encuentra a 1 minuto y 21 segundos de los otros favoritos para la victoria final. "La pierna izquierda es la que no funciona, y ese es el problema. Quiz¨¢s hay que pensar en qu¨¦ otras posibilidades tengo en vez de luchar por la general. Estoy para luchar, pero mi cuerpo necesita tiempo de recuperaci¨®n. El Tour se ha puesto m¨¢s dif¨ªcil".
En el siglo XXI, en su ciclismo tan as¨¦ptico de declaraciones que todo se expresa con sobreentendidos, siguen cabiendo las traiciones, pero Geminiani incendiario no tiene sitio, ni quiz¨¢s tampoco otra inspiraci¨®n de la tierra, despertada en los subconscientes cuando el pelot¨®n disput¨® en Mauriac una meta volante. Mauriac, como Fran?ois, el autor bordel¨¦s de Nudo de v¨ªboras, la memoria de un desamado que se siente culpable por no haber podido despertar amor en su familia. As¨ª, precisamente, es como se siente Contador en su equipo, malamado?y solitario, en medio de una banda en la que cada uno busca su propio provecho, no solo incapaces de darle amor a quien con ellos comparte m¨¢s tiempo que con su gente, sino, a veces y salvando a Tosatto, la profesionalidad obediente que se exige a todos.
"Quiz¨¢s hay que pensar en qu¨¦ otras posibilidades tengo en vez de luchar por la general"
El resto del equipo son Peter Sagan, un genio individual, y Oleg Tinkov, un due?o ruso caprichoso al que en el ciclismo solo parece divertirle su eslovaco de cabecera.
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