Froome se cae, pierde 35s pero mantiene el liderato
El franc¨¦s Romain Bardet gana la etapa y se coloca segundo en la general por delante de Quintana, que se queda tercero
Una gota de lluvia. Un ataque en un descenso. Una mancha de sangre en el maillot amarillo. En un segundo, el Tour cambia de siglo. Regresa a la ¨¦poca que los j¨®venes a?oran de cr¨®nicas fant¨¢sticas en las que los ataques eran a muerte y la resistencia siempre heroica. Bajo el nublado Mont Blanc al que dan vueltas sin cesar en pelot¨®n, la lluvia ensucia los pulcros Alpes de Saboya, tan suizos, tan ordenaditos, y mancha de barro las caras de los corredores, que se quitan las gafas para poder ver, y ya se puede ver c¨®mo miran, ya se ve el miedo y el dolor, la rabia, en sus ojos oscurecidos. Los ciclistas, y Froome tambi¨¦n, su amarillo sucio de salpicaduras, son humanos de nuevo y el Tour es el viejo ciclismo de los franceses, con Bardet en fuga, Froome, ca¨ªdo y herido y sereno a¨²n, y Nairo enfermo.
La clasificaci¨®n no cambia apenas, si no es porque el franc¨¦s, ganador de la etapa, ya es segundo y el colombiano, tercero por el empuje de Valverde, que le lleva de la mano al podio. Mollema ha dicho basta. Yates empieza a ceder, y Porte. Froome es intocable aun en su desgracia. El resultado es el mismo, pero la pel¨ªcula es otra, los estereotipos son otros, m¨¢s cercanos a la vida, a la incertidumbre, que a la ciencia exacta.
Tom Dumoulin se rompe la mu?eca y llora en la cuneta agarr¨¢ndose la mano izquierda. Abandona y se perder¨¢ los Juegos. Dani Navarro se da un gran porrazo y se retira con el hombro da?ado y el esp¨ªritu despu¨¦s de haber estado en fuga todo el d¨ªa y dejarse el alma en ella. Tiene la clav¨ªcula rota y no podr¨¢ correr la Vuelta, su carrera. Mollema, el segundo de la general, hace un recto en una curva y termina el d¨ªa arrastr¨¢ndose bajo el peso de su chepa, que crece conforme descienden sus fuerzas en la terrible cuesta de las Amerands, una recta de desolaci¨®n vertical previa a la ancha y dura subida al Bettex.
La etapa se convierte en un parte de bajas y ca¨ªdas que dejan indiferente al Astana celeste, la locomotora del d¨ªa. El equipo de Aru ambicioso y guerrero no ha dejado triunfar a la fuga, ha atado en corto el d¨ªa y prepara su gran golpe. No contra Froome intocable rodeado de los suyos que descansan a rueda, sino contra los cinco que, apelotonados en un minuto, le sacan ventaja en la lucha por dos puestos del podio. Pero el ataque que sorprende y rompe el Tour, y le cambia la cara y la cr¨®nica, lo lanza Bardet. Es el ¨²nico ataque entre los favoritos con ¨¦xito sin el sello Froome el a?o de la locomotora Sky. El ataque que triunfa gracias a la ca¨ªda del l¨ªder, al que la sangre traiciona sus habilidades bajando, pues hab¨ªa prometido no entrometerse en la lucha de los que quieren acompa?arle en Par¨ªs arriba.
El mejor de entre los franceses, Bardet, esquiador del Averno que se ha entrenado la primavera en Sierra Nevada, baja como nadie y no le teme a la carretera mojada ni a las traidoras rayas de pintura blanca tan resbaladizas. A 11 kil¨®metros de la meta, bajando hacia la ¨²ltima subida, su compa?ero Cherel le ha abierto camino. Bardet se lanza tras ¨¦l a la salida de una curva con Rosa, el pen¨²ltimo pe¨®n de los Astana, a su rueda. Froome ve la maniobra y se niega a dejarla triunfar, salta y se va tras Bardet, y a su rueda Nibali, el vigilante. Los dem¨¢s, m¨¢s prudentes, ya han perdido unos segundos cuando la rueda delantera de Froome patina en la pintura blanca continua, prohibido adelantar, y el l¨ªder cae de lado, rompiendo la bici y rasp¨¢ndose la rodilla y el costado, cuatro gotas de rojo brillante en el hombro derecho, una gota cayendo de la rodilla al calcet¨ªn... Con ¨¦l se cae Nibali. La carrera enloquece unos momentos sin l¨ªder, que toma prestada la bici de su compa?ero Thomas, el gal¨¦s, dos cent¨ªmetros m¨¢s bajo el sill¨ªn, platos redondos, no ovalados, como los suyos. ¡°He tenido suerte¡±, dijo. ¡°Me pod¨ªa haber roto algo y solo tengo raspones en la piel. Ya estoy un d¨ªa m¨¢s cerca de Par¨ªs¡±.
La pelea por el podio
Con la calma alimentada por los cuatro minutos que le saca en la general a un segundo que se est¨¢ desfondando y casi cinco sobre el atacante Bardet, y rodeado de un equipo magn¨ªfico, Froome retoma su sitio en segunda fila detr¨¢s de los mejores, desde donde, subiendo y bajando en el ascensor Poels, una m¨¢quina inmune a todo, asiste casi divertido a su pelea por el podio tan igualados. Porte y los suyos, Aru y Nairo con Valverde siempre se miran y se vigilan mientras Rosa del Astana, primero, y Caruso, del BMC de Porte, despu¨¦s, marcan el ritmo de la caza. Nadie ataca de lejos. Cuando uno sale, el m¨¢s pr¨®ximo sale a su rueda, solo para neutralizarlo, pues nadie puede m¨¢s, y todos regresan. Bardet, ajeno, sin m¨¢s meta que llegar, no para y cruza la meta con 26s sobre Nairo y 10s m¨¢s sobre Froome, que no se esfuerza para controlar cuando, en el ¨²ltimo kil¨®metro, Valverde magn¨ªfico rompe el empate. Acelera con Nairo a rueda y se sueltan Yates el primero, Porte despu¨¦s, Aru m¨¢s tarde y ya, en los ¨²ltimos 100 metros, donde esprinta Purito, Nairo, exhausto y feliz. Ha sobrevivido.
El franc¨¦s Romain Bardet ha ganado la 19? etapa del Tour y se ha colocado segundo en la clasificaci¨®n general gracias a la ventaja que consigui¨® en el accidentado descenso del Mont¨¦e de Bisanne donde el l¨ªder, Chris Froome, se cay¨®. En meta, el brit¨¢nico?perdi¨® 35s con Bardet (10s respecto a Nairo Quintana) pero mantiene el liderato a pesar de que sufri¨® como ning¨²n otro d¨ªa en esta edici¨®n del Tour.?
Era una etapa corta y explosiva, en la que el trabajo de Astana, la lluvia y las ca¨ªdas en los ¨²ltimos 50 kil¨®metros la hicieron casi insoportable para los ciclistas. El equipo de Aru trabaj¨® desde la primera ascensi¨®n del d¨ªa y tortur¨® al pelot¨®n hasta los ¨²ltimos kil¨®metros. En el descenso previo al ¨²ltimo puerto del d¨ªa se rompi¨® el grupo de los favoritos, salpicado por las ca¨ªdas, incluida la de Froome, que le oblig¨® a cambiar su bicicleta con la de un compa?ero y que le dej¨® una buena serie de rasgu?os en la espalda y el muslo. El beneficiado fue Romain Bardet, que cogi¨® unos segundos de ventaja en la bajada y que ya no par¨® hasta que cruz¨® la meta como ganador.
Bauke Mollema, segundo en la general, empez¨® a sufrir y, mientras Astana y luego BMC segu¨ªan poniendo ritmo, el holand¨¦s se iba despidiendo de su puesto en el podio. A 4 kil¨®metros de meta se desataron los ataques, primero Porte, luego Purito y Quintana, que rueda a rueda, sigui¨® distanciando a Mollema, que consum¨® su hundimiento y perdi¨® 4m 25s en meta. Froome, mermado por la ca¨ªda, tambi¨¦n perdi¨® tiempo en el ¨²ltimo kil¨®metro, pero insuficiente como para poner en peligro su privilegiado puesto en la general. Quintana, otro d¨ªa en el que tampoco le respondieron las fuerzas, pudo seguir la rueda de Purito Rodr¨ªguez y Alejandro Valverde (segundo y tercero en la etapa) y conseguir 30s de ventaja respecto a Adam Yates que le sirven para subir al tercer puesto.?
En la fuga del d¨ªa se encontraron los habituales de las ¨²ltimas jornadas, los que han llegado a la ¨²ltima semana de la carrera con fuerzas suficientes: Los Majka, Pantano o Dani Navarro (que abandon¨® el Tour tras caerse en el descenso del Mont¨¦e de Bisanne). Sin embargo, los m¨¢s fuertes en el?Mont¨¦e de Bisanne fueron Rui Costa y Pierre Rolland, coronaron con ventaja pero el franc¨¦s tuvo una ca¨ªda en el descenso que le elimin¨® de la lucha por la etapa. El?portugu¨¦s se lanz¨® en el descenso y las ca¨ªdas en el grupo de los favoritos le dieron 1m 30s de ventaja antes de afrontar la ¨²ltima ascensi¨®n. El empuje de Bardet pudo con ¨¦l.
Este s¨¢bado, la carrera afronta la ¨²ltima jornada competitiva, antes de la ¨²ltima jornada en Par¨ªs. Un ¨²ltimo d¨ªa de monta?a de?146,5 kil¨®metoss entre?Meg¨¨ve y Morzine con una ascensi¨®n de segunda categor¨ªa de salida, luego dos primeras y, para terminar, un puerto fuera de categor¨ªa como el Joux-Plane, que se corona a menos de 10 kil¨®metros de meta.
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