Qu¨¦ hacer por la igualdad de las mujeres
Principales conclusiones del congreso de Vitoria para evitar que las ni?as huyan del deporte mental
Mientras persista la idea de que el ajedrez es para hombres, como ocurre en gran parte del mundo, la progresi¨®n de las mujeres (hoy juega una por cada 14 hombres) ser¨¢ muy lenta. Es la principal conclusi¨®n del I Congreso Internacional por la Igualdad de las Mujeres en el Ajedrez, que se celebr¨® en Vitoria, del 13 al 15 de junio. Los ponentes elaboraron una serie de medidas para mejorar la situaci¨®n.
¡°No puedo saber si mis ¨¦xitos y los de mis hermanas tienen algo que ver con la gen¨¦tica. Pero s¨ª estoy segura de que la forma en que fuimos educadas y la convicci¨®n de mis padres de que todo ni?o o ni?a puede ser un genio han influido positivamente en nuestras vidas¡±, explic¨® Judit Polgar, la ¨²nica mujer que ha estado entre los diez mejores del mundo, tras su ponencia de clausura. Al igual que Susan y Sof¨ªa, Judit no ha aplicado a sus hijos el peculiar m¨¦todo que sus padres, ambos pedagogos profesionales, probaron con ellas: educadas en casa, con el ajedrez como una asignatura m¨¢s, nunca fueron al colegio, excepto para los ex¨¢menes. Tras sus enormes ¨¦xitos en el ajedrez, las tres mantienen una intensa vida familiar e intelectual. Judit se retir¨® de la competici¨®n en 2014, y ahora dirige una fundaci¨®n muy activa en la promoci¨®n del ajedrez como herramienta pedag¨®gica.
Los nueve ponentes (cinco mujeres y cuatro hombres) del congreso, organizado por Expochess en el hotel Lakua, coincidieron en que una educaci¨®n igualitaria es la m¨¢xima prioridad. Este objetivo se ve ahora favorecido porque el ajedrez se est¨¢ introduciendo como herramienta pedag¨®gica en horario lectivo en muchos pa¨ªses (Espa?a, Argentina y Uruguay est¨¢n entre los m¨¢s avanzados), pero es fundamental que esa igualdad se promueva tambi¨¦n en las clases extraescolares, voluntarias y con un objetivo mixto (educativo y deportivo). Esa idea fue subrayada adem¨¢s por dos de los asistentes al congreso m¨¢s cualificados: Paco Cuevas, presidente de la Federaci¨®n Valenciana, y Fernando Moreno, docente desde hace un cuarto de siglo en el estado de Maryland (EEUU), donde utiliza el ajedrez para potenciar la educaci¨®n e integraci¨®n de ni?os inmigrantes o desfavorecidos.
Las cinco mujeres ponentes acentuaron la necesidad de educar tambi¨¦n a las familias para evitar la discriminaci¨®n de las ni?as y fomentar las grandes aplicaciones pedag¨®gicas y sociales del ajedrez. Polgar y las espa?olas Sabrina Vega (actual subcampeona de Europa) y Ana Matnadze (medalla de plata en la Olimpiada de Ajedrez de 2014) lo hicieron desde la convicci¨®n en que lo importante no es ser la mejor mujer en un torneo mixto, sino luchar por la mejor clasificaci¨®n posible, sin distinci¨®n de sexos. La psic¨®loga y docente tinerfe?a Lorena Garc¨ªa, coautora de importantes estudios cient¨ªficos sobre ajedrez e inteligencia emocional, insisti¨® mucho en este punto, bas¨¢ndose en su experiencia cotidiana como maestra. Y la estadounidense de origen chileno Beatriz Marinello, vicepresidenta de la Federaci¨®n Internacional de Ajedrez (FIDE), aport¨® una amplia mirada internacional, fundamentada en sus numerosos viajes por el Tercer Mundo como directora de la comisi¨®n de Ajedrez Social de ese organismo.
El psic¨®logo Juan Antonio Montero, presidente del club M¨¢gic de Extremadura (principal referencia mundial en ajedrez social y terap¨¦utico), record¨® el testimonio de una se?ora que asisti¨® a un curso de ajedrez para personas mayores: ¡°Cuando yo era ni?a, el ajedrez en mi familia era s¨®lo para los hombres. Ahora les voy a ganar, para que se fastidien¡±.
El psiquiatra Fernando Mosquera, director m¨¦dico en Osakidetza (Servicio Vasco de Salud), glos¨®, al igual que Montero, el importante aspecto de la plasticidad cerebral: ¡°La educaci¨®n y el entorno pueden modificar sustancialmente las diferencias gen¨¦ticas que pueda haber entre un cerebro masculino y otro femenino, aunque con ciertos l¨ªmites¡±. De lo que cabe deducir que la gen¨¦tica y las hormonas no tienen por qu¨¦ ser factores decisivos, como recalc¨® el fil¨®sofo Nicola Lococo, quien, siempre provocador, concluy¨®: ¡°Las mujeres no juegan mejor al ajedrez porque no quieren¡±.
El autor de esta cr¨®nica, ponente inaugural, hizo un perfil de las mujeres ajedrecistas m¨¢s brillantes de la historia, cuyo factor com¨²n es que el ajedrez fue muy importante en su infancia. Dado que los estudios cient¨ªficos siguen arrojando resultados dispares sobre las diferencias innatas entre cerebros masculinos y femeninos, conviene mejorar todo aquello que no depende de la ciencia: romper tab¨²es falsos (el ajedrez es aburrido y muy dif¨ªcil); promover a mujeres ajedrecistas con carisma (por ejemplo, las citadas Polgar, Vega y Matnadze) como modelos de comportamiento para las ni?as; difundir cuanto sea posible la cultura del ajedrez para destacar el importante papel de las mujeres en su historia (en la Edad Media era muy normal que lo practicasen, incluso entre los musulmanes); mejorar sustancialmente la conexi¨®n del mundo del ajedrez con la sociedad (imagen, comunicaci¨®n, mercadotecnia, etc.).
Muchos asistentes pusieron ¨¦nfasis en otros dos aspectos adicionales: mejorar la imagen y el ambiente de los clubes, casi siempre muy masculinizados; e incluir siempre en los torneos actividades paralelas de tipo social (de cohesi¨®n e inclusi¨®n, debates, etc.) para incentivar la participaci¨®n de las mujeres.
Entre los muchos ejemplos de superaci¨®n glosados en el congreso, tiene fuerza especial el de la ni?a ugandesa (hoy veintea?era) Phiona Mutesi (relatado por Marinello). Nacida en Katwe, uno de los suburbios m¨¢s pobres de Kampala, la capital de Uganda, Phiona perdi¨® a su padre (SIDA) y a una hermana, malvivi¨®, contrajo la malaria, se salv¨® y conoci¨® el ajedrez, que cambi¨® su vida por completo porque se convirti¨® en jugadora de la selecci¨®n de su pa¨ªs. Un caso claro de plasticidad cerebral.
Leontxo Garc¨ªa fue contratado por la organizaci¨®n del congreso como ponente inaugural
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