Red Bull rompe a Daniil Kvyat

Existe una pr¨¢ctica que, en seg¨²n qu¨¦ rincones del planeta, todav¨ªa emplean algunos desalmados para domesticar a elefantes. Consiste en quebrar el alma del animal, a quien se le separa de su madre al poco tiempo de nacer y se le muele a palos durante varios d¨ªas. Con eso se rompe todo lazo emocional del paquidermo, que se convierte en un ser completamente sumiso y listo para el adiestramiento. Esta met¨¢fora puede, m¨¢s o menos, servir para explicar lo que Red Bull le ha hecho a Daniil Kvyat, que el s¨¢bado en Hockenheim, despu¨¦s de caer eliminado en la primera criba de la cronometrada (termin¨® el 19?), se derrumb¨® y exhibi¨® su lado m¨¢s vulnerable. All¨ª, ante las c¨¢maras, toc¨® fondo en la vigilia del ¨²ltimo gran premio antes de coger vacaciones ¨Ccruz¨® la meta el 15?¨C.

¡°No s¨¦ qu¨¦ est¨¢ pasando, no entiendo nada¡±, exclam¨® el chico por la radio, al saber que Carlos Sainz, su compa?ero en Toro Rosso, hab¨ªa logrado el 12? mejor registro de la sesi¨®n de ensayos que iba a configurar la parrilla de salida. ¡°No soy yo quien conduce el coche ahora mismo. Es una situaci¨®n muy dolorosa que est¨¢ claro que hace feliz a seg¨²n qu¨¦ gente. Debo entender qu¨¦ puedo hacer. Cuando no tienes confianza en el monoplaza es muy complicado. Adem¨¢s, no se puede hacer nada m¨¢s all¨¢ de esperar recuperar la seguridad¡±, convino Kvyat con la voz entrecortada y medio llorando.

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A d¨ªa de hoy, el futuro de este chaval de 22 a?os es una inc¨®gnita por m¨¢s que sus jefes hayan asegurado que tanto ¨¦l como Sainz ser¨¢n quienes correr¨¢n para la estructura de Faenza el curso que viene. Sin embargo, dado el estado de fragilidad y desconfianza que atraviesa, ya hay quien empieza a insinuar que incluso podr¨ªa perder su asiento antes de que termine la temporada a favor de Pierre Gasly, uno que, como ¨¦l, tambi¨¦n es fruto del despiadado programa de la marca del b¨²falo rojo para detectar a futuros campeones. Una f¨®rmula que te lo puede dar todo de la misma forma que te lo puede arrebatar, y como le ha ocurrido a Kvyat, en menos de tres meses.

En marzo, el corredor de Oufa (Rusia) inici¨® su segundo Mundial en Red Bull, al lado de Daniel Ricciardo, a quien en 2015, en su primera toma de contacto con el constructor de Milton Keynes (Gran Breta?a), incluso super¨® en la tabla por tres puntos. En China, en el tercer gran premio de este 2016, subi¨® al podio despu¨¦s de realizar un arranque antol¨®gico que provoc¨® una pataleta de Sebastian Vettel. En la siguiente parada del calendario, en Sochi, la sobreexcitaci¨®n de correr en casa le jug¨® una mala pasada a Kvyat, que embisti¨® al Ferrari del alem¨¢n por dos veces. Aunque pueda parecer incre¨ªble, esa maniobra le conden¨® y provoc¨® una decisi¨®n dif¨ªcilmente justificable: a partir del Gran Premio de Espa?a pasar¨ªa a correr en Toro Rosso, el segundo equipo de la compa?¨ªa, en el lugar de Max Verstappen, que se pondr¨ªa al volante de su RB12.

Desde ese momento, todo ha sido un v¨ªa crucis para el ruso, que en ning¨²n momento, en ninguna carrera de las que se han disputado desde ese momento, ha sido capaz de acercarse a Sainz, que le ha superado cada domingo (siempre ha finalizado por delante de ¨¦l) y que en las cronometradas tambi¨¦n le gana por seis a dos. En cuanto a los puntos acumulados desde que comparten garaje, la comparaci¨®n es todav¨ªa m¨¢s salvaje: 26 a dos a favor del espa?ol.