Bach: ¡°Castigar a todos destruir¨ªa el olimpismo¡±
El TAS anunciar¨¢ en las pr¨®ximas horas su resoluci¨®n sobre las reclamaciones de los deportistas rusos
¡°Muerte, destrucci¨®n desolaci¨®n¡±. Desde su venta en el Windsor Oce¨¢nico, agradable hotel en la agradable Barra de Tijuca agitada por un viento que lleva arena, Thomas Bach puede adivinar el futuro negro que con su valor ha ahorrado al mundo. ¡°Si hubiera optado por la opci¨®n nuclear, como muchos ped¨ªan, ?qu¨¦ habr¨ªa sido de las v¨ªctimas colaterales?¡±. Habla de Rusia, los rusos y el dopaje.
Bach es el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) que ha conseguido con sus acciones ¨²ltimas el dudoso ¨¦xito de que en v¨ªsperas de unos Juegos, su gran fiesta, su raz¨®n de ser feliz, ya controvertidos, solo se hable de crisis y de dopaje, la peor publicidad posible para un evento cada a?o m¨¢s dif¨ªcil de defender. Por eso, Bach, campe¨®n ol¨ªmpico de esgrima, ha transformado la Sesi¨®n del COI, celebrada en un ambiente, seg¨²n algunos testigos, de Congreso del PCUS en la URSS de los a?os setenta, en un auto de fe defensiva. Si no ha sancionado a Rusia como pa¨ªs entero no ha sido por miedo o por c¨¢lculo, vino a decir Bach en su conferencia de prensa; si ha permitido que las federaciones internacionales estudiaran caso por caso a los aspirantes rusos para admitir en la fiesta de R¨ªo a las dos terceras partes de los inscritos, ha sido por puro valor y en defensa del ideal ol¨ªmpico, de pensar antes en los inocentes castigados sin raz¨®n, lo que requiere narices, vino a a?adir. ¡°Si hubiera castigado a todos, lo m¨¢s f¨¢cil, habr¨ªa destruido el olimpismo¡±, dijo.
Dos pasillos m¨¢s all¨¢, en diferentes salones igualmente alfombrados con densidad del mismo hotel, desde las ventanas del nominalmente independiente Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) solo se ve la bruma que enturbiaba el martes la visi¨®n de los turistas que se aventuraran a subir al Cristo Redentor o al Pan de Az¨²car, y un laberinto.
El TAS, la primera y ¨²ltima instancia de la justicia deportiva (lo que se decide en una habitaci¨®n se puede recurrir en la habitaci¨®n de al lado solamente, a donde se trasladan con nuevas togas los que tomaron la primera decisi¨®n) para los acusados de dopaje en los Juegos y para los rusos a los que no se deja competir, ha establecido dos oficinas en R¨ªo que funcionan 24 horas al d¨ªa: una para el dopaje, otra para aquellos deportistas que quieran hacer reclamaciones urgentes sobre su derecho a participar.
Efimova y cinco casos m¨¢s ante el tribunal
Las dos oficinas que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) mantiene abiertas en un hotel de R¨ªo trabajan contra el reloj. Tienen sobre la mesa el caso de Efimova, la mejor nadadora rusa, y otros cinco relacionados con el esc¨¢ndalo de dopaje: el de los tambi¨¦n nadadores Morozov y Lobintsev; el del luchador Lebedev; el del equipo de halterofilia (ocho deportistas); el del pirag¨¹ista Kraytor y el de 17 remeros. Los Juegos se inauguran el viernes.
En la segunda se acumulan los casos de rusos, 30 en dos d¨ªas al menos, que buscan amparo a una resoluci¨®n de Bach que, pretendiendo defender a los limpios para evitar el castigo global, ha subvertido dos de los principios b¨¢sicos del C¨®digo Mundial Antidopaje, la ley universal de la que el TAS, en una tercera funci¨®n ampliamente aceptada por su valor jurisprudencial, es una especie de garante Tribunal Constitucional.
En solo dos semanas de resoluciones flam¨ªgeras y juzgadas como insuficientes por los abogados del antidopaje y como est¨²pidas por sus acusados, el COI ha subvertido los principios fundamentales de presunci¨®n de inocencia, de no castigar dos veces por la misma falta y de no retroactividad de las normas.
Actuaci¨®n tard¨ªa
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA), la tercera pata del tr¨ªpode que legitima al COI ante la sociedad exigente de transparencia y democracia, ha suspendido su tradicional conferencia de prensa preol¨ªmpica y ha acusado a Bach de miedoso y mentiroso por sugerir que la AMA, precisamente la AMA, hab¨ªa actuado tarde adrede para que la bomba rusa le estallara en las manos al COI justo en R¨ªo. Precisamente el TAS, que en el Informe McLaren hab¨ªa actuado con el suficiente tiento como para no presentar pruebas contra el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Ruso (COR), d¨¢ndole as¨ª una salida a Bach para no sancionar a todos los rusos.
Todo ello coloca al TAS en la triste tesitura de, o bien avalar las resoluciones del COI contra el C¨®digo Mundial, y certificar as¨ª su defunci¨®n, o de atender a las razones de los rusos, readmitirlos y generar de nuevo malestar y crisis, y, sobre todo, abandonar a su suerte a Bach, el valeroso, que tambi¨¦n es su patr¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.