Un ¨¦xito para Brasil
La ceremonia ol¨ªmpica deja de lado las diversas crisis que vive el pa¨ªs
Cuando la popular actriz de cine y televisi¨®n Regina Cas¨¦ tom¨® el escenario de Maracan¨¢ anoche para proclamar que ¡°Rio es diversidad¡± ya hab¨ªa quedado claro que ese valor fundamental de la naci¨®n brasile?a era el tema central, ¨²nico y suficiente de la vibrante ceremonia de inauguraci¨®n ol¨ªmpica ideada por Fernando Meirelles, aclamado director de la pel¨ªcula Ciudad de dios.
Tan angustiosa ha sido la cuenta atr¨¢s de los Juegos para los desmoralizados brasile?os, temerosos de cualquier cat¨¢strofe en la organizaci¨®n, que segundos antes de que comenzara la ceremonia las redes sociales bull¨ªan con im¨¢genes del estadio en las que se buscaba de forma obsesiva sillas vac¨ªas para demostrar un inminente fracaso.
Pero durante m¨¢s de tres horas, Brasil se dio un respiro. La crisis pol¨ªtica y la recesi¨®n econ¨®mica se dejaron a las puertas del Maracan¨¢ ¨Clleno, por cierto¨C para celebrar la heterogeneidad y la vitalidad del pa¨ªs. Hubo orgullo, mucho orgullo de hecho, por parte de un pa¨ªs que ha tenido pocos motivos para ello en los pasados meses.?
La ejecuci¨®n fue exquisitamente ca¨®tica, a a?os luz de la industrial coreograf¨ªa de Pek¨ªn hace ocho a?os o la flema de Londres en 2012. Meirelles repas¨® la historia de Brasil desde su antig¨¹edad de para¨ªso virgen a la construcci¨®n del fascinante oc¨¦ano de cemento que es hoy en d¨ªa S?o Paulo. Se vieron t¨®picos, es cierto, pero a pocos pa¨ªses le pueden sentar tan bien sus propios t¨®picos como a esta joven naci¨®n.
Hubo un momento que demostr¨® claramente que semejante ceremonia solo pod¨ªa tener lugar en un pa¨ªs como Brasil: la supermodelo Gisele B¨¹ndchen con un vestido de noche plateado desfilando en el estadio al ritmo de Garota de Ipanema de Ant?nio Carlos Jobim y Vin¨ªcius de Moraes. Porque tan esenciales son para Brasil la belleza, la bossa nova? y la samba como otras formas, consagradas, de arte, que tambi¨¦n las hubo.
La ceremonia, por ejemplo, comenz¨® con unos mosaicos inspirados en los del artista Athos Bulc?o, nacido en R¨ªo y forjado en Brasilia, capital erigida de la nada en los a?os 50 del siglo XX. La bandera nacional se iz¨® mientras Paulinho da Viola cantaba el himno nacional sobre una plataforma que bien podr¨ªa haber dise?ado el tit¨¢n de la arquitectura Oscar Niemeyer, fallecido en R¨ªo en 2012.
Entre otras cosas, los Juegos pueden ser una excusa para que una naci¨®n gane en autoestima y promocione su imagen ante el mundo. Anoche Brasil demostr¨® que tiene motivos para el orgullo patrio. Ahora solo falta que ese esp¨ªritu tan ol¨ªmpico cale m¨¢s all¨¢ de estas competiciones. Y eso es algo mucho m¨¢s dif¨ªcil.
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