Ledecky, el misterio de la reina de Am¨¦rica
El perfil de la estadounidense desconcierta a los t¨¦cnicos, que esperan que arrase
Katie Ledecky se imagina a s¨ª misma como polit¨®loga, o psic¨®loga, o administradora, mientras prepara su ingreso en la Universidad de Stanford, en Palo Alto. Su pelo rubio y ralo forma un flequillo melanc¨®licamente lacio, como una cortinilla sobre el cr¨¢neo mesoc¨¦falo recubierto por la piel transparente, inexpresiva lo mismo que sus ojillos anal¨ªticos. Es la mejor nadadora del mundo, tiene 19 a?os, y se present¨® en Brasil con ese aire que va adquiriendo de senadora moderada. Celebr¨® una conferencia y declar¨® que visualiza las carreras que le esperan. Este s¨¢bado el 4x100 libre, hoy domingo el 400; el martes, el 200 libre; el mi¨¦rcoles, el relevo de 4x200; y el viernes el 800, componen el programa que se dispone a completar con la precisi¨®n sistem¨¢tica de una trituradora.
Joan Pons, pasa a la final de 400m estilos
Apenas tiene 19 a?os. Y estos eran, obviamente, sus primeros Juegos Ol¨ªmpicos. A¨²n as¨ª dio la sorpresa. Joan Pons, mallorqu¨ªn, se clasific¨®, de rebote, para la final de 400m estilos (se ha disputado esta madrugada). Fue el segundo mejor nadador de su serie, por detr¨¢s del australiano Travis Mahoney, y lo hab¨ªa logrado, adem¨¢s, con un r¨¦cord de Espa?a: rebaj¨® en casi dos segundos la anterior marca, que ¨¦l mismo pose¨ªa: un registro de 4m 15,49 que obtuvo en el Open de Espa?a del pasado marzo.
Pero su tiempo (4m 13,55s) no le val¨ªa para pasar a la final: le situaba como el noveno mejor nadador. Hasta que fue descalificado el alem¨¢n Jacob Heidtmann y Pons subi¨® un escal¨®n: octavo y clasificado para la final. ¡°Solo hab¨ªa nadado dos veces en esta piscina, pero me he dicho: est¨¢s en los Juegos, es tu sue?o¡±.
¡°Estructuro la carrera en diferentes zonas, visualizo c¨®mo debo ejecutarlas y lo interiorizo¡±, dice. ¡°Me concentrar¨¦ en cada prueba, de una en una. As¨ª la semana se desenvolver¨¢ con facilidad¡±.
Ledecky, la figura femenina m¨¢s significativa de la delegaci¨®n de Estados Unidos, se representar¨¢ a s¨ª misma haciendo lo que hace desde 2012. Ganar, b¨¢sicamente, pues en los ¨²ltimos cuatro a?os ha pulverizado 11 r¨¦cords mundiales y no ha perdido ninguna final de nado libre disputada sobre las distancias de entre 200 y 1.500 metros. Su espectro es tan amplio que en la serie de clasificaci¨®n del relevo de 4x100 fue la m¨¢s r¨¢pida en la piscina despu¨¦s de la australiana Cate Campbell con una posta de 52,64s que ser¨ªa la tercera marca del a?o en la especialidad.
Ella parece una criatura pl¨¢cidamente instalada en el eje del universo. Pero, como dice Jon Urbanchek, el legendario entrenador de Michigan, resulta violentamente enga?osa: ¡°Katie es capaz de sonre¨ªrte mientras te da una patada en el culo¡±.
¡°Es un misterio¡±, se admira Dave Marsh, el jefe de entrenadores del equipo femenino de nataci¨®n de Estados Unidos. ¡°Contemplo la furia con que compite y no consigo descubrir su origen. No encaja con el modelo. Tiene una familia maravillosa. Tiene todo lo que quiere. Parece una persona encantadora. No veo el lado oscuro por ninguna parte¡±.
Es hija de un abogado millonario graduado en Harvard, miembro de una saga de empresarios de ¨¦xito. Reside en el exclusivo suburbio de Bethseda, en el cintur¨®n de barrios de clase acomodada que se extienden entre las fronteras de Washington, Maryland y Virginia. Es el gran prodigio de la nataci¨®n femenina. Pero no responde al perfil psicol¨®gico habitual de fen¨®meno deportivo. No es una adolescente de clase media-baja con un conflicto personal por resolver.
Bruce Gemmell, su entrenador, asegura que si su perfil psicol¨®gico no ofrece aristas, su f¨ªsico tampoco. Recuerda Gemmell que cuando se hizo cargo de su preparaci¨®n, tras los Juegos de Londres, era incapaz de hacer algo tan b¨¢sico como correr la milla en nueve minutos o hacer tres dominadas seguidas, pues carec¨ªa de fuerza en los hombros y en los brazos para levantar su cuerpo.
Nadar como un hombre
Este a?o la federaci¨®n americana de nataci¨®n someti¨® a todo el equipo ol¨ªmpico a un an¨¢lisis integral. Hicieron estudios antropom¨¦tricos, biomec¨¢nicos y fisiol¨®gicos de cada uno de los nadadores para establecer lo que denominan Perfil de la Salud del Atleta de ?lite. Cuenta Gemmell en Sports Illustrated que en el informe de 60 p¨¢ginas que le remitieron sobre Ledecky los m¨¦dicos no pudieron resultar m¨¢s concluyentes: ¡°Los descubrimientos destacan que no hay nada destacable¡±.
La ciencia no determina las causas, pero los efectos son espectaculares. Nunca se ha visto a una mujer producir tanta energ¨ªa para desplazarse por una piscina. Su ciclo de seis patadas por brazada y el ritmo que es capaz de sostener resulta insoportable para cualquier chica y para muchos varones. Ryan Lochte, due?o de algunas de las mejores marcas de la d¨¦cada en 200 libres, lo comprob¨® en la ¨²ltima concentraci¨®n del equipo estadounidense en Colorado Springs. ¡°Nada como un t¨ªo¡±, dijo Lochte. ¡°Nadaba las series m¨¢s r¨¢pido que yo. Cuando la vi en la piscina me pregunt¨¦: ¡®?Qu¨¦ est¨¢ pasando?¡±.
Urbanchek, famoso en el mundillo de la nataci¨®n por dise?ar el m¨¦todo de entrenamiento en el umbral de la resistencia a la velocidad, se qued¨® perplejo. ¡°Mi m¨¦todo era para varones en edad universitaria¡±, dice, ¡°pero ella lo resiste porque es capaz de hacer series de 100 por debajo del minuto de forma regular. Es incre¨ªble¡±.
Dice Ledecky que ella misma es incapaz de explicar su motivaci¨®n y su poder. En la c¨¢mara de salidas se limita a rezar un avemar¨ªa. As¨ª en Londres como en R¨ªo.
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