El viraje como obra de arte
Michael Phelps ejecuta un giro colosal en el paso por 150m para dominar la final de relevos de 4x100 y llevar a Estados Unidos a su segundo oro en nataci¨®n
El oro estuvo en el viraje. El giro de 180? que hacen los nadadores cuando topan con las paredes de la piscina, volteando la cabeza, empuj¨¢ndose con las piernas y propuls¨¢ndose con un movimiento ondulatorio que imita a los mam¨ªferos marinos. La fuerza se proyecta a golpe de cadera, a trav¨¦s de los cu¨¢driceps hasta la punta de los pies. Los estadounidenses lo denominan ¡°el quinto estilo¡±, tras la braza, el crol, la espalda y la mariposa. Es la t¨¦cnica que Michael Phelps ha dominado como nadie en la ¨²ltima d¨¦cada. Es la obra maestra que culmin¨® el domingo para proporcionar a los Estados Unidos una ventaja que asegur¨® el triunfo en el relevo de 4x100 metros. La Gioconda de la nataci¨®n. Hasta ahora, la cumbre del campeonato en R¨ªo.
¡°?Est¨¢s seguro de que nadar¨¦ el 4x100?¡±
Cuando Bob Bowman visit¨® a Michael Phelps en su habitaci¨®n de la Villa Ol¨ªmpica y le comunic¨® que nadar¨ªa la final del relevo de 4x100m, el domingo por la ma?ana, el abanderado de la delegaci¨®n de Estados Unidos en R¨ªo no se lo esperaba. ¡°?C¨®mo? Est¨¢s seguro?¡±, le dijo, lleno de incredulidad. Bowman, que probablemente mantiene con Phelps la relaci¨®n m¨¢s larga que ha mantenido jam¨¢s un t¨¦cnico con su pupilo, confes¨® que nunca vio m¨¢s emocionado al nadador. Ni antes, ni durante, ni despu¨¦s de conquistar un oro que podr¨ªa ser el primero de los ¨²ltimos cinco de la dilatada historia ol¨ªmpica de Phelps.
Hac¨ªa varios a?os que Phelps no nadaba los 100m libre y ni ¨¦l mismo ten¨ªa esperanzas de que le convocaran para la prueba ol¨ªmpica. Pero los t¨¦cnicos de la federaci¨®n americana no encontraron nadie mejor para escoltar a Nathan Adrian, el l¨ªder de los velocistas. Tras un par de meses examinando a Phelps hacer series de 100m mariposa, la prueba individual m¨¢s corta que prepar¨® para estos Juegos, optaron por consultar a Bowman. Y Bowman les dijo: ¡°Cuando Michael est¨¢ r¨¢pido en la mariposa, est¨¢ r¨¢pido en el libre. ?Y est¨¢ muy r¨¢pido en los 100 mariposa!¡±.
Phelps nad¨® la segunda posta. Recogi¨® el testigo de su compa?ero Caeleb Dressel con dos cent¨¦simas de segundo de desventaja respecto a Francia, que encabez¨® la prueba. El franc¨¦s Fabien Gilot aument¨® la distancia en el primer largo: 22,42s frente a 22,53s del estadounidense. Hasta que los dos llegaron a la pared. All¨ª Phelps rebot¨® como una pelota de goma y los aficionados reunidos en el centro acu¨¢tico estallaron en un clamor de asombro. Mientras Gilot emerg¨ªa y braceaba en la superficie, Phelps segu¨ªa progresando por debajo del agua, evitando la resistencia como un pez en la corriente.
Cuando subi¨® a la superficie iba casi un metro m¨¢s all¨¢ de Gilot. Lo suficiente para recuperar el espacio perdido y acabar por delante. Gilot hizo 48,20 segundos en 100 metros. Phelps hizo 47,12s. Su mejor tiempo de siempre en esta distancia.
Bob Bowman, su entrenador desde hace 20 a?os, se admir¨®. ¡°El mejor viraje y el mejor nado subacu¨¢tico que Michael ha hecho nunca¡±, dijo. ¡°?Eso s¨ª que fue un viraje serio! Probablemente fue el punto de inflexi¨®n de toda la carrera. Sus subacu¨¢ticos ahora est¨¢n s¨²per r¨¢pidos. En la concentraci¨®n de Atlanta hicimos unas pruebas y determinamos que Michael era el m¨¢s r¨¢pido en los ¨²ltimos 50 metros del 100 libre: m¨¢s que nadie. Esa capacidad se la da el nado subacu¨¢tico¡±.
Bowman cuenta que se encontr¨® a Phelps m¨¢s emocionado que nunca tras la carrera. ¡°?Hey t¨ªo, tranquil¨ªzate!¡±, le dije. ¡°Y ¨¦l me dec¨ªa: '?Estaba en el poyete y sent¨ªa que mi coraz¨®n se me sal¨ªa del pecho!¡±.
¡°Como meter un triple¡±
¡°Michael¡±, prosigue Bowman, ¡°sabe lo que se necesita para nadar el relevo de 100. Sabe que tiene que nadar muy r¨¢pido el segundo 50 y marcar la diferencia a partir del viraje como quien mete un triple en el ¨²ltimo minuto de un partido de baloncesto¡±.
Bowman y Phelps se han reencontrado despu¨¦s de casi una d¨¦cada de malhumor. La conquista de los ocho oros en los Juegos de Pek¨ªn descompuso la convivencia hasta l¨ªmites violentos. Dicen los testigos de las sesiones de entrenamiento que aquello terminaba en concursos de gritos e imprecaciones. Discut¨ªan en la piscina, en el vestuario, y hasta en el aparcamiento de Meadowbrook, la sede del Club de Nataci¨®n del Norte de Baltimore que ambos poseen como socios. Las cosas se tensaron tanto que camino de los Juegos de Londres, al ver que el trabajo era un desastre, Bowman abandon¨® a Phelps y se fue de vacaciones a Australia un mes.
La reconciliaci¨®n de 2014 propici¨® la recuperaci¨®n de la armon¨ªa y las agendas obsesivas. Al d¨²o Phelps-Bowman se uni¨® el tercer elemento de la mezcla, el preparador f¨ªsico de la Universidad de Michigan Keenan Robinson. Buen amigo de Phelps desde su ¨¦poca en Michigan, cuando prepararon los Juegos de 2008, Robinson se ocup¨® de proporcionarle al genio aquello que necesitaba. ¡°A sus 31 a?os, Michael ya es mayor para entrenar 85.000 metros a la semana¡±, explic¨® Bowman. ¡°Mi meta ha sido entrenar menos distancia pero m¨¢s calidad y velocidad. El trabajo de fuerza en seco, en el gimnasio, ha sido fundamental para compensar la p¨¦rdida de resistencia inherente a la edad. Creo que as¨ª Michael nadar¨¢ m¨¢s r¨¢pido que nunca¡±.
La potencia se hizo evidente en la patada que dio en el viraje. ¡°?Fui a martillear la pared!¡±, dijo. El resultado fue su mejor tiempo de siempre en 100 metros libre, una distancia para la que nunca en su vida se prepar¨® en serio. La posterg¨® para fijarse en las pruebas de media distancia, que son las que m¨¢s versatilidad y posibilidades de medalla ofrecen.
Que Phelps descuidara la velocidad no significa que no pudiera nadar como los m¨¢s veloces. Hasta R¨ªo su mejor marca en 100m libre fue el segundo mejor tiempo de siempre en la nataci¨®n estadounidense, solo superado por los 47,33s de Dave Walters en los Mundiales de 2009, apogeo de los ba?adores flotadores prohibidos por la FINA desde 2010.
¡°Con Michael¡±, observa Bowman, ¡°sabes que cuando un estilo funciona bien, los dem¨¢s tambi¨¦n. Si va r¨¢pido en 100 mariposa, va r¨¢pido en crol. Lo empec¨¦ a ver con confianza en la concentraci¨®n de San Antonio, hace dos semanas. Hicimos unas sesiones a ritmo de competici¨®n y me dijo: ¡®Eso estuvo bastante bien¡¯. ¡®S¨ª, estuvo bien¡±, le dije.
La puesta a punto parece concluida. Michel Phelps ha ganado un oro que no estaba en su programa. Su meta es conseguir otro cinco. Los ¨²ltimos.
Las comentadas marcas del masaje con ventosas
Los Juegos de R¨ªo, y sobre todo las im¨¢genes de Phelps durante la final de 4x100, han descubierto a las audiencias televisivas una t¨¦cnica de masaje que lleva unos cuantos a?os en uso entre los profesionales de la fisioterapia pero que ayer desataron la curiosidad en las redes. Se trata del masaje con ventosas o cupping. Consiste en la aplicaci¨®n de copas de cristal calientes sobre los m¨²sculos contracturados para crear un vac¨ªo que succiona las fibras, fomenta la circulaci¨®n y alivia el dolor. El efecto secundario es solo desagradable a la vista, pues los pacientes muestran hematomas circulares.
Alex Naddour, gimnasta estadounidense, recomend¨® su uso recientemente. ¡°Es el secreto que me ha mantenido sano durante todos estos a?os¡±, dijo, en tono de broma, cuando le preguntaron por las manchas, que tambi¨¦n exhiben otros deportistas, como ayer Phelps.
¡°Se aplica con facilidad¡±, apunta Chris Brooks, otro gimnasta. ¡°Te lo puedes poner t¨² mismo¡±. El equipo se puede adquirir por unos 15 euros.
En Espa?a, el pionero de cupping es el jugador del Real Madrid Gareth Bale, que lo usa para aliviar las contracturas de la espalda desde 2014.
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