Cuando los atletas eran los dioses del estadio
Con las medallas de Rafa Nadal, Marc L¨®pez y Lydia Valent¨ªn, Espa?a ya es 12? en el medallero de R¨ªo el d¨ªa de la frustraci¨®n de Miguel ?ngel L¨®pez
La melancol¨ªa es inevitable a las nueve y media de una noche primaveral, aunque es invierno, en R¨ªo. Cuatro gatos apenas manchaban el color azul de los asientos de las tribunas del campo de f¨²tbol del Botafogo, en la barriada de Engenhao, convertido durante 10 d¨ªas en estadio ol¨ªmpico. En la pista, algunos de los mejores atletas del mundo disputan la carrera que han estado esperando cuatro a?os. Genzebe Dibaba acaba de correr con su zancada hipn¨®tica. Se espera a Wayde van Niekerk, LaShawn Merrit, Kirani James, Dafne Schippers, Shelly-Ann Fraser-Pryce¡ Pese a los intentos de los animadores por los micr¨®fonos y de cuatro esforzados grupos de turistas con banderas que intentan movilizar una ola entre los vac¨ªos, el ambiente es el de un partido de un torneo de f¨²tbol de verano triste. Por la ma?ana, Almaz Ayana ha batido el r¨¦cord del mundo de 10.000m en la carrera m¨¢s incre¨ªble que se recuerda. La aplaudieron en directo pocos miles de poco animados espectadores. Por la noche, tampoco despert¨® el entusiasmo que merec¨ªa la victoria de la norteamericana Michelle Carter en peso, con un ¨²ltimo lanzamiento de 20,63m con el que super¨® y derrot¨® a Valerie Adamas, quien dominaba el concurso con 20,42m desde el segundo intento. Habr¨ªa sido el tercer t¨ªtulo ol¨ªmpico de la neozelandesa, campeona en Pek¨ªn y Londres.
En Londres, en Pek¨ªn, en Atenas, en Sidney, en todos los Juegos tambi¨¦n del siglo XX, del estadio, el orgullo ingenieril-arquitect¨®nico de sus organizadores, el s¨ªmbolo m¨¢s perdurable, irradiaban los Juegos al resto del anillo ol¨ªmpico, y el estadio se alimentaba de la emoci¨®n de sus alrededores. Eran los tiempos en los que los atletas eran los dioses ol¨ªmpicos. En R¨ªo, el atletismo, los atletas, los dioses, la llama, el alma de los Juegos, han sido deslocalizados. El deporte m¨¢s extendido, junto al f¨²tbol, del programa ol¨ªmpico, su n¨²cleo hist¨®rico, es secundario. A Usain Bolt se le espera el s¨¢bado al mediod¨ªa de R¨ªo para las series de 100m que medir¨¢n tambi¨¦n su capacidad de convocatoria en el centro de un barrio deprimido de R¨ªo.
Lejos del estadio y lejos del anillo ol¨ªmpico, en una playa lejana, Miguel ?ngel L¨®pez y ?lvaro Mart¨ªn fueron derrotados por la presi¨®n, por su incre¨ªble nivel de autoexigencia, en la final de los 20 kil¨®metros marcha en la que part¨ªan con grandes aspiraciones. No fue el mejor d¨ªa del atletismo espa?ol, cuyos siete restantes participantes en la jornada fueron eliminados a la primera.
El tenis sigue siendo un deporte ol¨ªmpico respetado porque Rafa Nadal se ha empe?ado en elevar el nivel de un torneo que sin su entusiasmo ser¨ªa casi de pueblo. Junto a Marc L¨®pez, el mallorqu¨ªn gan¨® el doble ante los rumanos Mergea y Tecau. En el estupendo ambiente ol¨ªmpico, en el que se concede igual valor a todas las medallas, una derrota de los espa?oles habr¨ªa contabilizado como una victoria, una medalla m¨¢s siempre. El oro de los tenistas es el tercero de Espa?a en R¨ªo, donde ya es 12? en el medallero, y el primero de sus deportistas masculinos. Las mujeres ganan 4-1 con el oro y el bronce de Mireia Belmonte --cuarta, en los 800m en los que Katie Ledecky bati¨® el r¨¦cord del mundo--, el oro de Maialen y el bronce de la ¨²ltima llegada al club, la halter¨®fila Lydia Valent¨ªn, que logra recibir su premio en el pidi¨® semanas despu¨¦s de que en los despachos la proclamaran campeona de Londres 12, donde hab¨ªa quedado cuarta, por descalificaci¨®n por dopaje de las tres primeras.
En la piscina, Michael Phelps no gan¨® los 100m mariposa, sino que comparti¨® la plata con dos nadadores m¨¢s. El c¨®mputo de su gloria es una operaci¨®n aritm¨¦tica cada d¨ªa m¨¢s complicada. De un total de 26 medallas conseguidas en cuatro Juegos, desde Atenas 2004, el mejor nadador de la historia tiene 22 de oro, 13 de ellas en competici¨®n individual. La cuenta de R¨ªo ya va por cuatro oros (dos individuales) y una plata.
Para triunfar en el mercado de las medallas, el Reino Unido decidi¨® al ser elegido para organizar Londres 12 invertir con cabeza un presupuesto sin fondo proveniente de la loter¨ªa. Buscaron especialidades en las que el ratio n¨²mero de participantes-n¨²mero de medallas fuera especialmente ventajoso. Todas las cuentas les llevaron al ciclismo en pista, que dominaron en Pek¨ªn y Londres y dominan en R¨ªo. Del ¨¦xito en los vel¨®dromos naci¨® una moda y una afici¨®n terribles, que han llegado a la carretera, donde los brit¨¢nicos ganan el Tour cuando quieren gracias al m¨¦todo impuesto en la pista. Sus grandes figuras del vel¨®dromo sin el retirado Chris Hoy y Bradley Wiggins, que naci¨® en la pista peraltada para llegar al Tour y volver al pi?¨®n fijo en sus ¨²ltimos a?os. En R¨ªo, Wiggins, que ya es noble, ha ganado un Tour y posee el r¨¦cord de la hora, gan¨® el viernes su quinta medalla liderando el cuarteto de persecuci¨®n que bati¨® el r¨¦cord del mundo, rozando ya la barrera de los 3m 50s para los cuatro kil¨®metros. Es su quinto t¨ªtulo ol¨ªmpico, cuatro en vel¨®dromo y uno en la contrarreloj de Londres.
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