No hay mayor pasi¨®n que la de Espa?a

Llega el d¨ªa en el que la selecci¨®n femenina de baloncesto cambiar¨¢ la historia. Lo digo con rotundidad porque he tenido la suerte de compartir pista con estas jugadoras, s¨¦ c¨®mo act¨²an, conozco su lenguaje corporal y lo que veo en R¨ªo no me deja dudas.

Llevamos a?os luchando contra viento y marea, dando pasitos cortos, a?o tras a?o para conseguir resultados y para ganarnos el respeto de las rivales. Ahora, por primera vez, llegamos con aut¨¦nticas garant¨ªas de poder ganar los cuartos de unos Juegos Ol¨ªmpicos.

En el 1992, acabamos quintas, pero en esos cuartos se nos cruz¨® China en el camino dejando a Espa?a fuera por tres puntos, 63-66. En Atenas la selecci¨®n que nos ape¨® de la lucha por las medallas fue Brasil por cuatro, 63-67, y en Pek¨ªn nos encontramos con la selecci¨®n de Rusia. Ah¨ª lo tuvimos cerca porque gan¨¢bamos por 18 puntos durante la primera parte pero, en ese momento, Espa?a a¨²n no hab¨ªa dado el paso necesario para saber rematar los partidos. Cada victoria lograda era una haza?a por lo inesperado. Se pod¨ªa ganar pero tambi¨¦n se pod¨ªa perder y ah¨ª est¨¢ b¨¢sicamente la diferencia con la Espa?a actual.

Esta generaci¨®n aprendi¨® a ganar desde muy joven. Haciendo un paralelismo se podr¨ªa afirmar que son como la de los j¨²niors de oro ¨CGasol y compa?¨ªa-. Una combinaci¨®n perfecta de jugadoras con car¨¢cter, talento y ambici¨®n. Por eso son las que est¨¢n llamadas a dar uno de los pasos m¨¢s importantes del baloncesto femenino. Las que no pudimos, las que ca¨ªmos en el intento y fallamos en los malditos cuartos, las miramos con admiraci¨®n por el poder¨ªo natural que desprenden sobre el parqu¨¦. Esperamos como toda la afici¨®n que sean ellas las que lo consigan y estaremos en esp¨ªritu con ellas en la pista.

Llevamos a?os luchando contra viento y marea, dando pasitos para conseguir resultados y para ganarnos el respeto de las rivales. Por primera vez llegamos con garant¨ªas de poder ganar los cuartos de unos Juegos

Enfrente est¨¢ Turqu¨ªa, un equipo duro y serio pero que, en circunstancias normales, no deber¨ªa ganarnos ni por plantilla ni por talento ni por juego. Pero en los cuartos todos los pron¨®sticos previos se pueden dejar de lado y ellas no tienen nada que perder.

Nos hemos ganado a pulso salir con cartel de favorito, pero respetando al rival. Hay que seguir defendiendo como lo estamos haciendo porque atr¨¢s tenemos el motor del equipo. Es dif¨ªcil parar a Espa?a porque en ataque alcanza un ritmo fren¨¦tico, dif¨ªcil de seguir para cualquier rival. Tambi¨¦n hay que aprovechar el juego de Alba Torrens porque no veo a ninguna rival capaz de frenar a la mallorquina cuando coge velocidad de crucero. Lo normal es que nos quieran ¡®gripar¡¯ con faltas, rompiendo el ritmo as¨ª que hay que estar preparadas para jugar a pocos puntos.

Turqu¨ªa es un equipo luchador y guerrero. Pasi¨®n turca en estado puro y con un gran entrenador que conoce a la perfecci¨®n a las jugadoras espa?olas. Vamos a destacar a algunas de sus jugadoras empezando por dos bases que son muy buenas. Por un lado Isil Alben (n¨²mero 10) que es peque?a pero agresiva, capaz de robar balones, rebotear, penetrar y anotar, aunque lo hace por rachas. La otra directora de juego es Vardali (n¨²mero 7), veterana e inteligente con lo que controla bien los tiempos de partido.

El juego interior pasa fundamentalmente por Latoya Sanders (12), americana nacionalizada, muy eficiente en la pista tanto en defensa, con unos brazos largu¨ªsimos, como en ataque. Es de esas jugadoras capaz de pasar desapercibida y cuando miras sus n¨²meros son extraordinarios. Frente a ella Nicholls y Ndour se van a tener que emplear a fondo tal y como lo est¨¢n haciendo todo el torneo ¨Chay que quitarse el sombrero con el trabajo que est¨¢n haciendo en defensa, en rebote y dando balance en ataque-. La otra p¨ªvot que tendremos que vigilar es a la veteran¨ªsima Yilmaz (11). Es la capitana y aunque ya no tiene el juego de espaldas de hace unos a?os, es capaz de hacer da?o cara al aro aprovechando espacios gracias a que tiene buena mano. Junto a ellas cuidado tambi¨¦n con su alero tirador Kimyacioglu (33).

No debo convencer a nadie para que est¨¦ pendiente del televisor para ver a Espa?a porque son ellas las que con su juego ya han convencido a todo el mundo partido tras partido. Han demostrado que el baloncesto femenino espa?ol es divertido, tiene calidad y engancha. Si es cuesti¨®n de levantar pasiones, no hay mayor pasi¨®n que la de Espa?a. ?Suerte chicas!